BASF: una nueva estrategia para afrontar la agricultura del futuro

La División Agricultural Solutions de BASF volvió a reunir un año más a principios de octubre a una amplia representación de la prensa internacional, y aprovechó la ocasión para mostrar el potencial que le aportará Nunhems con su entrada en el negocio de las semillas. 72 periodistas de 27 países fueron recibidos por los máximos dirigentes de la compañía para explicarles la estrategia mediante la cual BASF pretende crecer anualmente un 1% por encima del mercado agrícola e incrementar un 50% sus ventas a finales de la próxima década.

Pocos conocerían la pequeña localidad holandesa de Nunhem, muy próxima a la frontera alemana, si no fuese porque acoge uno de los centros de investigación y producción de semillas hortícolas más importantes del mundo. El último gran paso dado por esta multinacional lo dio en 2018 prácticamente sin querer. En la batalla por el reparto de la gran tarta del mercado fitosanitario, BASF incorporó a Nunhems en su portfolio procedente de Bayer Crop Science. Todo un acierto visto el gran valor añadido que puede aportar a medio plazo al negocio agrícola de la compañía y las instalaciones incorporadas al universo BASF. 67 hectáreas con un invernadero de 55.000 m² que acogen a 650 empleados que realizan investigación puntera en 24 cultivos. La última gran novedad fue la reciente apertura de GreenEx, un nuevo complejo de 2,5 hectáreas con un invernadero de última generación y 17.000 m² de equipamientos técnicos y espacio para oficinas.

La jornada en las instalaciones de Nunhems comenzó con BASF cediendo la palabra a un panel de agricultores europeos que acudieron a la llamada de la compañía para ofrecer sus impresiones de como empresas y medios del sector han de afrontar la agricultura del futuro. "Hemos de mostrar a los consumidores todo lo que somos capaces de hacer, solo así evitaremos que ganen aquellos que intentan desacreditarnos", explicaba el productor francés Alison Jobard. En este mismo sentido, Galina Peychova-Miteva, agricultora y ganadera búlgara, pedía "que entre todos seamos capaces de transmitir a la sociedad lo que supone la agricultura para la producción de alimentos,. No debe ser considerado simplemente un negocio más".

También surgió durante el debate la polémica a la que se ha enfrentado la agricultura europea sobre el uso de fitosanitarios y la obsesión por todo aquello etiquetado como orgánico o ecológico. “Los insectos siguen y seguirán existiendo y si no trabajamos con los medios necesarios para combatirlos las resistencias continuarán creciendo y afectarán a nuestras producciones. La química es necesaria y, a pesar de que muchos deseen lo contrario, necesitamos a empresas como BASF o Nunhems para poderlo hacer realidad y también para explicárselo al agricultor y al consumidor”, explicaba el productor italiano Dionisio l'Abatte. En este mismo sentido, el productor alemán Stefan Cramm, afirmaba que si hoy tenemos mejores suelos que hace 50 años es debido a la tecnología y a que empresas como BASF se han involucrado para salvarnuestros cultivos. "Entre todos hemos de explicar y convecer a los políticos y a la sociedad en general que necesitamos herramientas para producir alimentos y que la química no se ha de asociar a algo perjudicial, sino a algo que nos permitirá producir más y mejor".

Finalmente, Andrew Pitts, agricultor británico, explicó el modelo colaborativo llevado a cabo entre productores del Reino Unido e insistió "en la expansión de esa idea para afrontar la gran cantidad de cambios que la agricultura deberá afrontar en la próxima década".

BASF ha hecho los deberes en estos últimos años y ha decidido apostar firmemente por su negocio agrícola. Solo así se explica la adquisición el pasado año de Nunhems y la entrada en el mundo de las semillas. “Se trata de una nueva forma de trabajar y de hacer negocio”, anunciaba al auditorio Vincent Gros, presidente desde julio de la División Agrícola de BASF. "En la próxima década hemos de adaptarnos a una sociedad cambiante demográficamente, a una climatología también cambiante y a un consumidor que quiere más transparencia. Hemos de encontrar el equilibrio perfecto para el éxito de los agricultores y de las futuras generaciones", añadió.

Gros insistió en la idea de que BASF ya no solo ofrece soluciones fitosanitarias, sino que se considera una compañía proveedora de soluciones para la agricultura, desde semillas hasta soluciones digitales. “Pero no queremos estar en todos lados, sino poner el foco en cuatro sistemas de cultivo que cubren un 70% de todo el mercado mundial y con objetivos muy claros”, especificó Gros. BASF quiere ser un actor muy reconocido en América gracias a la innovación en soja, maíz y algodón; llegar a ser líder de mercado en Europa y Norteamérica en el ámbito del cereal, la colza y el girasol; conseguir la tercera posición a nivel global en frutas y hortalizas; y llegar a ser un actor reconocido en Asia en el cultivo del arroz.

Para ello, el presidente de BASF Agricultural Solutions, anunció que además de incrementar el presupuesto en I+D -de aproximadamente 900 millones de euros en 2019-, la compañía lanzará para 2028 más de 30 nuevos productos con un potencial de ventas máximo de 6.000 millones de euros. Esto incluye ocho nuevos ingredientes activos, así como rasgos genéticos y semillas de alto rendimiento en trigo híbrido, soja, colza, algodón y hortalizas. BASF hará especial hincapie en los productos digitales, con la plataforma digital Xarvio como gran estandarte. A todo ello, según Gros, se le sumará la sostenibilidad, con el objetivo de mejorar las prácticas agrícolas de cara a una mayor transparencia, y el desarrollo de una estrategia que permita una mayor interacción con el cliente, escuchándolo y estableciendo una relación de mutua confianza.

Livio Tedeschi, vicepresidente de BASF Agricultural Solutions para la región EMEA & CIS, fue el encargado de poner el foco sobre las necesidades que se le plantea a la agricultura europea en los próximos años y las soluciones que BASF quiere ofrecerle. “Más de una tercera parte de nuestro negocio se encuentra en esta región del mundo y aquí se van a producir en la próxima década grandes cambios a nivel político y regulatorio, climático, tecnológico y social. Nuestros sistemas de cultivo están basados en las necesidades del agricultor europeo y por ello queremos ser líderes en el mercado del cereal, la colza y el girasol, y convertirnos en la compañía de referencia en innovación en frutas y hortalizas”, comenzó explicando Tedeschi.

Para el próximo año, Tedeschi anunció el lanzamiento de una gran cantidad de fungicidas y herbicidas, siempre acompañados de soluciones digitales para "precisar" su uso. Entre las novedades anunciadas se encuentra Revysol, un principio activo para un amplio espectro de enfermedades y cultivos con un potencial de ventas estimado de 1.000 millones de euros. Se tratará, según BASF, de una herramienta esencial para el manejo de resistencias, con un rendimiento biológico excepcional y de uso flexible incluso en condiciones meteorológicas adversas.

A Revysol, se le unirá también el nuevo trigo híbrido desarrollado por BASF, que quiere seguir la estela del éxito de otros cultivos híbridos y que permitirá contar con un trigo que mejore significativamente su productividad y sea mucho más resistente a enfermedades. Finalmente, y en el ámbito digital, Tedeschi presentó Xarvio Healthy Fields, un modelo disruptivo que se lanzará en 2020 y que permitirá al agricultor tomar decisiones y ejecutar soluciones precisas. "Hemos de ofrecer al agricultor herramientas digitales que le ayuden a tomar decisiones cuyas consecuencias para su negocio resultan cada vez más importantes", añadió el vicepresidente para la región EMEA.

Para todos los profesionales llegados del sud de Europa, Oriente Medio y África -la demoninada sub-región Sud para BASF-, la compañía quiso dedicar una sesión especial dirigida por Alberto Ancora, responsable en BASF Agro de esta zona del globo desde el pasado 1 de septiembre. Durante una hora pudimos conocer algunos de los productos y proyectos que atañen a nuestros cultivos más próximos, entre los que podemos destacar:

• Provisia: sistema innovador que permite el control post-emergencia de una amplia gama de malas hierbas, incluyendo gramíneas resistentes a los mecanismos de acción existentes, arroz blando y arroz rojo, con una gran flexibilidad de aplicación.
• Tessior: Desarrollado junto a Mesto y Felco para el control de enfermedades del tronco de la vid, se trata de un sistema que junto al fungicida cuenta con un dispositivo específico que permite una aplicación precisa y selectiva, reduciendo la carga de trabajo y aumentando la eficacia, con la consiguiente mejora de la calidad y el rendimiento.
• Aceite de oliva: BASF colabora en Grecia en un proyecto desarrollado junto a Haifa, Netafim, Gaia Epicherein y Pieralisi, para el establecimiento de seis explotaciones de demostración visitables que tienen por objeto mostrar las buenas prácticas agrícolas para garantizar una gestión eficaz de los cultivos.
• 'Riso Chiaro': El proyecto blockchain llevado a cabo en Italia, desarrollado con la start-up Ez Lab y el productor de arroz Tenuta Darola. Permite rastrear los datos del grano de arroz desde la siembra a la cosecha, proporcionando transparencia desde el productor hasta el consumidor final.
• HORT@: Desarrollado, entre otras regiones, en La Rioja, este sistema interactivo de apoyo a la toma de decisiones permite a los agricultores y técnicos mejorar sus decisiones respecto a la elección de los productos fitosanitarios y el calendario de aplicación gracias a modelos de previsión de enfermedades, que tienen en cuenta las condiciones meteorológicas y los datos específicos de los cultivos.

easyconnect: del envase original a la cuba

BASF tuvo también la oportunidad de presentar la nueva tecnología de transferencia de fitosanitarios desarrollada junto a Adama, Corteva Agriscience, Nufarm y Syngenta. El sistema 'easyconnect' consta de un tapón de rosca (fijado a los envases) y un acoplador, que juntos forman el CTS (tecnología de transferencia cerrada. Se prevé que para 2021/2022 una amplia gama de envases (estándar IS 63) sean equipados con el tapón de rosca estandarizado en países como Dinamarca, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido, a los que muy probablemente seguirán otros. Cada una de las cinco empresas están llevando actualmente a cabo proyectos pilotos del sistema CTS 'easyconnect' en países seleccionados para valorar los beneficios para operarios, agricultores y medio ambiente.

“Un CTS como 'easyconnect' permite que los productos fitosanitarios se viertan directamente del envase original a la cuba y que se mida con precisión el volumen de producto fitosanitario que se transfiere. Esto reduce significativamente la exposición del operador, así como los riesgos medioambientales derivados de salpicaduras o vertidos”, ha declarado Livio Tedeschi, Vicepresidente Agricultural Solutions EMEA y CIS de BASF.

Desarrollado por BASF en colaboración con fabricantes de equipos, 'asyconnect' ha sido ensayado ampliamente en campo en varios países desde 2015. El sistema ha sido mejorado continuamente teniendo en cuenta las valoraciones de los agricultores en términos de manejo y velocidad, haciendo que el proceso de llenado sea más rápido que con la tolva de introducción que se utiliza normalmente.