Entrevista a Rosa Mª Pérez Campos, responsable del Área de Materiales y Productos de Aidimme
¿Qué servicios ofrece el laboratorio?
El Instituto Tecnológico Aidimme acumula más de 30 años de experiencia en el análisis de materiales, sus acabados superficiales, y sus procesos corrosivos. El Laboratorio de Pinturas y Barnices de Aidimme cuenta con un equipamiento de alta tecnología y recursos humanos especializados capaces de dar servicio y soluciones a la industria fabricante y usuaria de estos productos y a su cadena de valor, desde la materia prima hasta el consumidor final.
Aidimme ofrece variados servicios que van desde informes técnicos y certificación de productos, avalados por la acreditación ENAC en su mayoría, a cursos formación, asesoramiento, y servicios a medida.
Los recubrimientos deben cumplir con unos requisitos legales, normativos y de prestaciones ajustadas a la función prevista para los distintos materiales y usos y, por tanto, es fundamental disponer de una visión y trabajo multidisciplinares. En este sentido, trabajamos todos los materiales, metal, madera, polímeros, composites, o materiales constructivos, entre otros.
Hay que insistir en el cumplimiento de los requisitos de calidad, seguridad y respeto al medio ambiente, tanto en su proceso de fabricación, como en su aplicación y uso, exigencias que son testadas por nuestros laboratorios para evaluar sus propiedades (antes y después de la aplicación) su comportamiento frente a agentes externos, la durabilidad, o su impacto medioambiental, entre otros controles.
Específicamente, entre los ensayos que realiza Aidimme para las pinturas y los barnices destacan los de caracterización, como la determinación de la composición química, el grado de curado, la energía superficial, o el ángulo de contacto.
Y, por otro lado, se encuentran los ensayos de durabilidad, que miden la resistencia a la intemperie, al envejecimiento acelerado, a la corrosión, a los agentes químicos, al fuego y a otros agentes externos.
En corrosión, por ejemplo, disponemos de un avanzado equipamiento y un laboratorio específico que da servicio a sectores tan variados como el de grifería sanitaria y accesorios para baños, herrajes para mobiliario y construcción, luminarias, maquinaria, fabricantes de pintura y de cosmética, o estructuras metálicas o automoción, entre otros de muy diversos segmentos, ya que la práctica totalidad de los productos de consumo y piezas industriales y de maquinaria están recubiertas.
Estos recubrimientos son complejos y están sometidos a constantes innovaciones, de ahí que una parte importante de las actividades del Instituto se centren en la investigación y el desarrollo, bien en colaboración con empresas y otras entidades, bien mediante contratos privados de I+D, o bien por cuenta propia.
También destacan los ensayos medioambientales para medir las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV), o el contenido de metales pesados o sustancias peligrosas, entre otros parámetros.
¿Cuáles son las tendencias dentro del sector de la pintura?
Algunas de las tendencias que influyen e influirán en el futuro del mercado de pinturas y barnices son los desarrollos de productos más sostenibles y ecológicos, la innovación tecnológica en los procesos de fabricación y la diferenciación de los productos según las necesidades y preferencias de los clientes.
También son crecientes las pinturas resistentes a la intemperie que deben proteger de la humedad, los rayos ultravioletas solares y el desgaste por el paso del tiempo sobre los soportes en los que están aplicadas.
Y no hay que olvidar las prestaciones relacionadas con la seguridad del usuario, como la disminución de la posibilidad de descargas electroestáticas, o la disminución de la capacidad de resbaladicidad, entre otras.
¿Qué papel tiene el medio ambiente en los ensayos que realiza el laboratorio de Aidimme?
Como comento, en los últimos años ha sido exponencial el incremento de ensayos por la conciencia social y las legislaciones cada vez más restrictivas, pero también por una conciencia empresarial para evitar al máximo el uso de componentes considerados perjudiciales en grandes cantidades, como los metales pesados o las emisiones de compuestos orgánicos volátiles.
El reto se encuentra en que hay sustancias que, de momento, no tienen sustituto si queremos lograr las mismas prestaciones para determinados usos extremos o la misma velocidad de producción, por lo que es necesario seguir, y seguir investigando.
Como ejemplo están los estudios con biocidas naturales frente a los sintéticos, con el objetivo de proteger las superficies contra hongos, virus y bacterias para su incorporación a superficies de espacios públicos, como hospitales, vestuarios, o centros comerciales u hostelería, entre otros, y que han crecido exponencialmente a partir de la pandemia.
Del mismo modo, se progresa con los estudios para los denominados “recubrimientos inteligentes”, es decir, de respuesta activa frente a un agente exterior, que contribuyen al ahorro energético y a la mejora ambiental mediante pigmentos específicos, de cambio de fase, con esferas cerámicas o de vidrio, nanopartículas metálicas o con capacidad de absorción de dióxido de carbono.
¿Cuáles son las perspectivas para los próximos años?
Respecto al mercado, creo que se incrementará la oferta de productos con compuestos y pigmentaciones más naturales, aun a costa del precio y la durabilidad, con prestaciones de valor añadido y más seguros.
Respecto a Aidimme, las expectativas son muy positivas por tratarse un sector en constante cambio y mejora, y las iniciativas que impulsa surgen de un segmento económico vivo, donde el Instituto se esfuerza por estar muy atento a la innovación con la misión de ofrecer soluciones eficaces y sostenibles a las necesidades del mercado.
“Los análisis de sustratos y recubrimientos son imprescindibles para garantizar la calidad y seguridad de los productos y el control de costes”
