MKM presenta la Spotmatic 54 de Komfi, una nueva generación de barniz selectivo
La nueva generación de está barnizadora selectiva se crea con un modelo de producción completamente rediseñado, equipado con un nuevo módulo de procesamiento de datos para conseguir “un registro perfecto”. Mediante el uso de múltiples pasadas se pueden realizar zonas elevadas o con diferentes texturas. Los archivos de entrada son de formato PDF o TIFF estándar, creados en programas de diseño y en los que se destina una capa para la imagen a barnizar. El procesador de la Spotmatic, compuesto por su propio PC conectado en red que además puede recibir los datos de cualquier otra fuente conectada, se encarga de enviar los datos al sistema inkjet de la máquina.
El sistema de registro óptico ‘I2Ir’ utiliza cámaras para detectar las marcas preestablecidas en la impresión, que aseguran la colocación correcta de la hoja, por lo que la capa de barniz se aplicará con un registro perfecto. La posibilidad de múltiples pasadas de la hoja (hasta ocho) permite la construcción de la imagen de hasta un milímetro de espesor de barniz (de 100 a 200 micras por pasada), dependiendo de la tensión superficial del sustrato.
Las alturas y efectos conseguidos pueden variar dentro de la misma imagen para crear diferentes texturas o variables entre el brillo y mate. Estos se definen en la obra mediante el uso de una escala de grises como un mapa de altura. Se pueden alcanzar relieves de hasta un milímetro de grosor volviendo a procesar la pila de papel en la Spotmatic. El barniz se cura por lámparas de vapor de mercurio, que son capaces de mantener la velocidad a 20 hojas por minuto.
André Hilkens, gerente de Komfi Europa, explica: “La calidad de construcción y registro de la máquina es excepcional, gracias al nuevo sistema de alimentación y transporte del papel. Además, para crear resultados con múltiples pasadas, curamos el barniz antes de aplicar la siguiente pasada. Este proceso se puede configurar en el software para ser completamente automático”. “La interfaz de usuario está establecida muy claramente y se divide en diferentes niveles de usuario”, dice Hilkens. “Una vez que el archivo PDF o TIFF está listo y enviado a la máquina es tan fácil como operar una copiadora. El operario carga el papel y se ejecuta una hoja de prueba a través de la máquina. Una vez configurado, presiona el botón de inicio y la máquina hace el resto, de forma totalmente automática. La limpieza del equipo al final del día sólo dura unos 10 ó 15 minutos”.
Últimas instalaciones de laminadoras Komfi
Stylo Digital, empresa de servicios gráficos situada en Zaragoza y especializada en impresión bajo demanda y en edición de libros para formación, ha comprado a MKM el equipo de laminar Komfi Junior 36 “por su sencillez y rapidez en la puesta en marcha”, según palabras del gerente, José Ángel Paracuellos. “En nuestro trabajo diario necesitábamos laminar con calidad pequeñas tiradas de trabajos personalizados que incluyen el dato variable y con este equipo hemos optimizado la producción reduciendo al mínimo las mermas y repeticiones de los trabajos impresos”.
Cevagraf, imprenta offset cooperativista y con una larga trayectoria en el sector gráfico, ha incorporado a su sección de post-impresión la laminadora Komfi Delta 52 con salida a igualadora. En su política de inversión constante en I+D han apostado por la adquisición a MKM de esta máquina: “Se adapta perfectamente a nuestras características, pudiendo abordar trabajos, tanto de baja producción, como para grandes tiradas, preparada incluso para trabajar a tres turnos”, explican.
Grafoprint Digital, S.L., empresa de servicios gráficos situada en Madrid, ha adquirido a MKM una laminadora Amiga 36 BSF con alimentador de succión baja. “Es una solución perfecta para las tiradas medias y cortas que cada vez son más numerosas en el mercado. Además, es el formato ideal para la impresión digital. Un acierto, sin duda. No descartamos pensar a medio plazo en el modelo superior para las tiradas de offset”, apunta Félix Serrano.
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