Los miembros gremiales de la profesión charcutera catalana descubren los Sellos de Europa
La charcutería es un pilar indiscutible de la tradición gastronómica catalana. Así lo ponen de manifiesto las decenas de recetas que se mantienen, a día de hoy, a pesar del paso de los años, a disposición del público en multitud de establecimientos de los minoristas de este ámbito. La colaboración con el ámbito profesional de Cataluña ha permitido que sus miembros tengan la oportunidad de tener un conocimiento didáctico y sensorial de los cuatro embajadores del programa europeo ‘A Slice of Quality. Choose PDO and PGI Deli Meats from Europe’.
Además de fomentar un conocimiento en el plano teórico mediante la publicación de artículos en revistas o en redes sociales, se ha trabajado también el práctico. Para ello, se organizó un taller experiencial donde se pudo intercambiar conocimientos y experiencias tanto por parte de los productores de la alta charcutería con sello de origen europeo, como de los cocineros, encargados de sacarle el rendimiento más sabroso para el consumidor.
El 26 de febrero protagonizaron un workshop, abierto a todos los profesionales que quisieron participar, el consolidado chef Rubén Fenollar y Gianluigi Ligasacchi, director gerente del Consorzio Italiano Tutela Mortadella Bologna, Consorzio Zampone Cotechino Modena IGP y Consorzio Cacciatore Italiano. A lo largo de la jornada, los dos ponentes coincidieron en destacar la importancia que supone para un producto alimentario cualquiera gozar del plus de garantía, calidad y sostenibilidad que representan los Sellos Europeos de Origen.
La Denominación de Origen Protegida (DOP) y la Indicación Geográfica Protegida (IGP) son el hilo conductor de los cuatro embajadores del programa ‘A Slice of Quality. Choose PDO and PGI Deli Meats from Europe’. La Mortadella Bologna IGP, los Salamini Italiani alla Cacciatora DOP, el Zampone y el Cotechino Modena IGP se encuentran entre los mejores exponentes de las elaboraciones excelentes que siguen de actualidad por su vinculación con el saber hacer tradicional. Una filosofía que encaja a la perfección con la pasión por el trabajo bien hecho que marca el día a día de los profesionales detallistas de la carnicería y la charcutería.
