Asaja Murcia reclama medidas para frenar el desmantelamiento ganadero
19 de enero de 2011
Todo esto origina que la rentabilidad de las explotaciones “caiga en picado” y hayan desaparecido ya 18.000 explotaciones de ovino, 10.500 de caprino, 19.000 de vacuno y otras tantas de porcino.
Además de la escasa o nula rentabilidad de sus explotaciones, los productores “se encuentran agobiados por la devolución de los préstamos y créditos que tienen concedidos y, en muchos casos, con sus explotaciones hipotecadas”, lo cual agrava aún más la ya complicada situación que atraviesan, explica Asaja.
Para tratar de paliar los diversos problemas que afectan al sector ganadero, Asaja Murcia considera imprescindible la adopción urgente de una serie de medidas, tanto nacionales como comunitarias, como el incremento del IVA compensatorio para la ganadería en el régimen especial agrario del 8,5% actual al 10%, para igualarlo con el existente en las actividades agrícolas; reducción significativa de los módulos de todos los sectores ganaderos afectados por la crisis para los ejercicios fiscales 2010 y 2011; exención del impuesto de bienes inmuebles (IBI) para las explotaciones afectadas por la crisis; y refinanciación de los créditos y préstamos ganaderos otorgados durante los últimos años, ampliando su período de carencia en dos años.
Además, se deberían de recuperar los presupuestos originales destinados a las ayudas ganaderas, que como consecuencia de la crisis económica se han visto reducidos, e incrementar los baremos de indemnización por el sacrificio obligatorio de animales en el marco de los programas de lucha control o erradicación de determinadas enfermedades, así como eliminar las posibles penalizaciones. Es por esto que Asaja Murcia insta también a evaluar el actual sistema de seguros agrarios ganaderos, con especial incidencia en el de retirada de cadáveres, y proponer alternativas para abaratar su coste.
Respecto a la cuestión de los precios habría que aplicar medidas de lucha contra la volatilidad y contra la especulación en el mercado de las materias primas, y reforzar los instrumentos de gestión de mercado en los sectores ganaderos, reimplantando las restituciones a la exportación de canales y medias canales y el almacenamiento privado.
Asimismo, se tendrían que garantizar que las importaciones ganaderas procedentes de terceros países cumplan las normas establecidas por la Unión Europea en el ámbito del bienestar y la sanidad animal, con el fin de evitar una competencia desleal con los productores europeos; y proteger los intereses de éstos en las negociaciones bilaterales con el Mercosur y otros países terceros, evitando concesiones que pongan en peligro a nuestros productores.