Entrevista a Meritxell Falgueras, sumiller
Con 20 años, fue la sumiller más joven de España; a los 25, ganó el concurso Nariz de Oro Joven Promesa de Cataluña, y a los 29, la revista Esquire la nombró mejor sumiller de 2010. Hoy, con 32 años, la periodista y sumiller Meritxell Falgueras acaba de editar el libro ‘Los vinos de tu vida’ (Lectio Ediciones), una “no guía” que recomienda el vino más apropiado según la ocasión, la compañía, el estado de ánimo o los objetivos a cumplir. ¿Quiere saber qué vino es mejor para hacer el amor, para deshinibirse en una primera cita o para reconciliarse con su pareja? Siga leyendo...
Dice que no es una guía. ¿Qué es ‘Los vinos de tu vida’ entonces?
¡Es una no-guía! Es que una guía define, puntúa con parámetros subjetivos que quieren ser objetivos. Maridan los vinos con comida, y yo también lo hago a veces, pero me gusta más combinarlo con música, arte, personas... Y explicar las anécdotas, la historia que hay en cada botella... ¡Lo que hace que un vino sea diferente de otro no es sólo sus notas organolépticas sino cómo nos hace sentir!
¿Y de dónde surge este idilio con el vino?
De mi familia. Ver la pasión en los ojos de mi padre cuando habla de vino me ha hecho ver la vida a través de la enología.
En su libro afirma que hay un vino para cada situación. Mi suegro es vasco, exigente y de buen comer y buen beber. ¿Con cuál puedo impresionarlo?
¿Es snob? ¿Es clásico? ¿Quieres vacilarlo? ¿Quieres que lo pueda envejecer en su bodega?
Sí… a todo.
Pues un tinto de Rioja Alavesa como el Artadi Viña el Pisón le va a encantar... pero te saldrá un poco cara la jugada.
Bien, ¿qué aconseja para una primera cita?
El Serras del Priorat, un vino extrovertido, con mucha fruta y cuerpo, que te ayudará a desnudar los nervios.
¿Cuál prefiere para hacer el amor?
Burbujas rosadas.
¿Y para reconciliarse?
Para hacer las paces, un buen Pedro Ximénez, que endulza un momento amargo.
Si no tengo ganas de trabajar y estoy apático, ¿qué me recomienda?
¿Para que te inspire? Un buen Riesling.
¿Alguno compatible con el deporte?
Sí, la cerveza más versátil, Inédit de Damm, o un vino desalcoholizado como el Natureo de Torres.
Dice que somos lo que bebemos y a mí me gustan los vinos tintos del Bierzo, los de mi tierra. ¿Cómo soy?
Como la Mencía: irónico, con una acidez muy inteligente y auténtico.
¿Y qué diría de alguien a quien no le gusta el vino?
Que tal vez no ha encontrado su vino ideal.
¿Se fiaría?
Claro que sí, tengo amigos abstemios... aunque el hombre de mi vida es enólogo.
¿Y cree que, en general, entendemos de vinos? ¿Sabe distinguir el ciudadano de a pie un buen vino de uno mediocre o se deja llevar por la fama, el envase y la presentación?
La gente sabe lo que le gusta y lo que no. Los consumidores no somos mutilados sensoriales, sabemos intuitivamente lo que nos sentará bien. Algunos se dejan llevar por la fase visual pero donde tiene que dar la talla un vino es en el gusto.
Para carne, tinto; para pescado, blanco. ¿Es discutible?
Sin duda, el vino está para el goce de nuestros sentidos. Si a ti te gusta el blanco y quieres una carne, es totalmente viable. Pero intenta que el blanco sea un chardonnay de buen grado y pasado por barrica y que la carne sea blanca. Si con una gamba te tomas un tinto con crianza, te pierdes la sutilidad de la gamba y vuelves salado el vino. Los maridajes, como las parejas, tienen que “estar” para sumar, nunca para restar sabor. Y, a partir de allí, que cada uno se lo monte como quiera.
¿Se puede beber buen vino a bajo precio?
Sí, hay grandes ofertas de vinos que sientan perfectamente y que valen más de lo que cuestan.
Hay vida tras los Rioja y los Ribera de Duero. ¿Qué vinos pegarán en un futuro próximo? ¿Qué se llevará?
Los mencías son vinos que se adaptan muy bien al cambio climático. El cava rosado es muy glamouroso y da mucha alegría, y los cavas gran reserva son muy versátiles con la comida. Las garnachas son muy gustosas y los vinos blancos minerales ofrecen una gama cromática increíble a los vinos con cuerpo.
¿Con cuáles se queda usted? ¿Cuáles son sus preferidos?
Laderas del Sequé, D.O. Alicante, por calidad-precio; Mauro, un vino de la tierra de Castilla y León, como un fondo de armario, y El Fanio, un xarel•lo del Penedès criado en lías, que puede acompañar un menú degustación.