CEMA reconoce el papel fundamental de los combustibles renovables en la transición hacia una economía más sostenible

La Asociación Europea de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CEMA) apuesta por la "necesidad crítica" de mantener la competitivdad de la agricultura en medio de la evolución de las demandas políticas.

Ser sostenibles sin dejar de ser competitivos. Los fabricantes de maquinaria se posicionan en el debate abierto en varios Estados miembros de la UE sobre las exenciones fiscales para el diésel agrícola.

A través de CEMA, se muestran partidarios de la creación de unas condiciones marco que proporcionen a los agricultores perspectivas fiables e incentivos que les permitan afrontar el cambiante panorama agrícola. Precisamente, uno de los principales objetivos establecidos por CEMA es reducir la dependencia de los combustibles fósiles a largo plazo, contribuyendo así a una reducción de las emisiones de CO₂.

Al respecto, la asociación emitió un documento de posición donde reconoce el papel fundamental de los combustibles renovables en la transición hacia una economía más sostenible en el sector agrícola. Como parte de ese esfuerzo, la industria ofrece diversas tecnologías que se perfilan como una vía prometedora para reducir significativamente la la huella de CO₂ del sector a corto plazo.

CEMA se muestra comprometida a defender políticas e iniciativas que apoyen la sostenibilidad y la competitividad de la agricultura europea.

Según CEMA, es esencial reconocer las presiones que afrenta la comunidad agrícola y su voluntad de aceptar los procesos de digitalización e innovación. Los agricultores buscan activamente operar de manera eficiente y sostenible para mantener su competitividad, y los fabricantes consideran que apoyar sus esfuerzos es crucial para el futuro del sector.

En este contexto, la asociación enfatiza la importancia de los subsidios energéticos para las granjas, particularmente en términos de sostenibilidad y seguridad de las empresas agrícolas. En medio de los desafíos actuales, incluida la falta de suficientes incentivos y apoyo para la adopción de energías sostenibles y tecnologías modernas, CEMA insta a los responsables de la formulación de políticas a considerar una revisión de los programas de ayudas, con el fin de ofrecer un enfoque más prospectivo.

Algunas de estas soluciones han sido -o están en proceso de ser- desarrolladas por la maquinaria agrícola y otras ya están disponibles en el mercado. Además, la asociación pide garantías a largo plazo por parte de los responsables políticos respecto de su apoyo a la sostenibilidad, con políticas energéticas que apuesten por los combustibles renovables. Estas medidas, a su juicio, son "vitales para fomentar un sector agrícola sostenible y resiliente".

CEMA también destaca la importancia de la comprensión y el apoyo de la sociedad a los agricultores. Recuerda las presiones financieras que deben hacer frente los agricultores y su papel como proveedores de numerosos productos básicos que son vitales para la población en general y la seguridad alimentaria. Por ello, reclama una compensación justa por los productos agrícolas, capacitando a los agricultores para satisfacer las expectativas de los consumidores manteniendo al mismo tiempo sus operaciones.

Finalmente, la asociación subraya el potencial de las prácticas de economía circular en el sector, subrayando el papel de agricultores en la producción de sus alternativas de carburante para acortar las rutas de transporte, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y lograr una reducción aún mayor de la huella de CO₂.