Hay distintos programas de mejora genética de aguacate que están produciendo nuevas variedades que pueden complementar la producción actual de ‘Hass’

El aguacate (Persea americana Mill.) pertenece a la familia de las Lauráceas, que cuenta con unas 2.850 especies distribuidas en 45 géneros tanto de regiones tropicales como templadas.

En el aguacate cultivado, especie originaria de América Central, se distinguen tres razas o subespecies (mexicana, guatemalteca y antillana) cuyas diferencias radican fundamentalmente en las preferencias ecológicas y en las características de fruto. Las razas mexicana y guatemalteca están mejor adaptadas a climas menos cálidos que la raza antillana, que es propia de climas tropicales. Las tres subespecies pueden hibridarse entre sí y, de hecho, la mayoría de las variedades comerciales de aguacate que se cultivan en climas mediterráneos son híbridos interraciales de las razas mexicana y guatemalteca.

La producción total de aguacates en el mundo sobrepasa los 7 millones de toneladas, la mayor parte concentrada en el continente americano. México es el mayor productor mundial con más de 2 millones de toneladas con una superficie superior a las 200.000 ha, lo que supone más del 30% de la producción mundial de aguacates. Aunque la introducción del aguacate en la península ibérica se remonta al siglo XVII, las primeras plantaciones de aguacate y su desarrollo comercial tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XX, particularmente a partir de la década de 1970. El sur de la Península Ibérica es un caso singular en el cultivo del aguacate, puesto que es la única región de Europa continental con una producción comercial significativa de esta fruta. Esta producción se concentra en la costa Mediterránea andaluza, especialmente en las provincias de Málaga y Granada, el Algarve portugués y, en menor medida, en las provincias de Cádiz y Huelva.

Recientemente se ha producido una expansión del cultivo en la Comunidad Valenciana. También hay ya algunas plantaciones en varias provincias de la cornisa cantábrica, donde el interés por el aguacate va en aumento, aunque las posibilidades de crecimiento en toda esa zona son todavía inciertas. En total se puede estimar que actualmente en España hay más de 18.000 ha de aguacate, de las cuales más de 13.000 ha se localizan en Andalucía (8.000 en Málaga, 3.000 en Granada, 1.300 en Cádiz y 1.000 en Huelva), unas 3.000 en la Comunidad Valenciana y unas 2.000 en las Islas Canarias, fundamentalmente en las islas de La Palma (alrededor de 1.000 ha) y Tenerife (700 ha). La producción española de aguacate ha experimentado un crecimiento importante con un aumento del 75% de la producción en los últimos 10 años, pasando de 46.000 toneladas en 2009/2010 a 81.000 toneladas en 2019/2020.

En general, la productividad media del aguacate en España es baja, de unas 6 toneladas/ha/año, aunque similar, por ejemplo, a las productividades que se obtienen en California. Esa baja productividad comparada con la que se obtiene en otros países productores se debe a distintos factores. Por un lado, más del 80% de la producción está basada en una única variedad, ‘Hass’ que tiene generalmente una productividad inferior a muchas variedades de piel verde. Por otro lado, un porcentaje alto de las plantaciones se encuentran en condiciones poco óptimas, bien por estar situadas en zonas ambientalmente poco adecuadas para el aguacate, zonas con escasez de agua de calidad para el riego o por un manejo poco adecuado del cultivo junto a la baja presencia de insectos polinizadores. De hecho, las plantaciones de ‘Hass’ bien manejadas situadas en zonas óptimas para el cultivo del aguacate en España pueden producir rendimientos medios superiores a las 12 toneladas/ha/año y ese valor puede ser superior en otras variedades como ‘Lamb Hass’ o ‘Reed’.

Las variedades de aguacate, según el tipo floral, se dividen en variedades de tipo A y B. Con un ciclo de apertura de flor de 2 días, las variedades de tipo A (como ‘Hass’) abren en estado femenino por la mañana del primer día y en masculino por la tarde del segundo día, mientras que las variedades de tipo B abren por la tarde del primer día en estado femenino y por la mañana del siguiente día o de dos días más tarde en estado masculino. Suele ser recomendable tener variedades de ambos tipos en la misma plantación para favorecer la polinización cruzada.

Aproximadamente el 80% de la producción española de aguacate se exporta al resto de Europa y una parte testimonial a otros continentes. El consumo doméstico, aunque sigue siendo bajo comparado con otros países productores de aguacate, ha aumentado significativamente en los últimos años siendo en 2020 de 1.6 kg per cápita. La baja presión de plagas y enfermedades comparada con otros países productores y la estricta reglamentación europea que limita en gran medida los productos químicos que se pueden utilizar en las plantaciones hace que el aguacate español tenga una mínima aplicación de productos fitosanitarios comparado con el aguacate que llega a Europa de otros orígenes y que, por tanto, sea factible una producción ecológica rentable de este cultivo. Este hecho, sumado a la baja huella de carbono debido al transporte por ser un producto consumido fundamentalmente dentro de las fronteras europeas, proporciona al aguacate español de una oportunidad de ocupar un nicho de mercado de calidad en el mercado europeo como un producto de calidad y ambientalmente sostenible.

Por tanto, el cultivo del aguacate en España tiene una serie de fortalezas como pueden ser la existencia de un mercado consolidado, una demanda creciente a nivel mundial en los últimos años junto a unos precios atractivos, la existencia de un paquete tecnológico ya disponible, su capacidad de adaptación a diferentes zonas edafoclimáticas, la existencia de pocas plagas de importancia, la cercanía al mercado europeo y la posibilidad de recolectar la fruta durante varios meses al año.

Sin embargo, más del 80% de la producción español de aguacate es de una única variedad, ‘Hass’. Como resultado de esta preponderancia de la variedad Hass, que es la variedad de referencia a nivel mundial y la que domina completamente todo el mercado del aguacate, la ventana de producción española de ‘Hass’ es cada vez más corta, debido a la entrada de aguacate ‘Hass’ de diferentes orígenes en el mercado europeo. De hecho, es una variedad que pronto cumplirá sus 100 años de historia. En 1926, Rudolf Hass, un cartero de Pasadena (California) realizó una plantación de aguacates y, a partir de uno de ellos en el que se perdió el injerto, se desarrolló un árbol que producía fruta que al madurar viraba a color negro. En 1935, Rudolf Hass decidió patentar ese aguacate con su nombre, y la patente expiró justo poco antes de su muerte en 1952. En aquella época, y hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la variedad de referencia en aguacate a nivel mundial era ‘Fuerte’, una variedad que produce frutos de piel lisa y color verde al madurar.

La introducción de la nueva variedad en el mercado fue lenta hasta que se realizó una fuerte campaña de marketing que finalmente consiguió cambiar la percepción por parte del consumidor del aguacate de un fruto de color verde y de piel lisa a un fruto de color negro y de piel rugosa. De hecho, no fue hasta 1972 cuando la producción de ‘Hass’ en California superó a la de ‘Fuerte’. El éxito de ‘Hass’ se basa en una serie de características positivas como una alta plasticidad ambiental, que permite su cultivo en un amplio abanico de climas, un prolongado periodo de cosecha (hasta casi 6 meses en España), lo que proporciona una gran flexibilidad al agricultor y al conjunto de la cadena de distribución, una larga vida poscosecha, que permite periodos de transporte superiores a 50 días, junto a una buena adaptación a la premaduración, cada vez más extendida en la logística de distribución del aguacate, y una buena aceptación por los consumidores, debido a su calidad gustativa y a la facilidad con la que se identifica el momento óptimo de consumo.

Esta apuesta por parte de los comercializadores de aguacate a nivel mundial por una única variedad es un caso único en cultivos frutales, en la mayoría de los cuales se puede encontrar una diversidad de variedades en el mercado, y hace difícil para el consumidor distinguir el producto local del importado. De hecho, con el objetivo de garantizar una continuidad de suministro a sus clientes de aguacate ‘Hass’ durante todo el año, la mayoría de las empresas españolas exportadoras de aguacate importan ‘Hass’ de otros orígenes para consumo interno y para la durante los meses en los que no hay aguacate ‘Hass’ español y, en algunos casos, durante todo el año. Así en 2019 España exportó más de 110.000 toneladas de aguacate a países de la Unión Europea, combinando la producción nacional con la importación para la reexportación. Además del riesgo de entrada de plagas y enfermedades presentes en otros países con esta importación de fruta que llega a las zonas productoras de aguacate en España para su procesamiento, envasado y reexportación, a la larga esta estrategia podría ser un problema para nuestros productores, ya que cada vez hay más competencia en los mercados europeos y nuestros costes de producción son más altos que los de otros países exportadores.

Por otra parte, la dependencia de una única variedad hace que el cultivo sea extremadamente vulnerable a plagas o enfermedades que afecten específicamente a esa variedad. Este creciente aumento por parte de los comercializadores de la importación de aguacate para reexportarlo al mercado europeo, hace que no se haya desarrollado una denominación de origen o marca de país que distinga claramente el aguacate producido en España del que llega de otros orígenes. Esto puede convertirse en un problema para nuestros productores ya que, teniendo en cuenta que la producción combinada de España y Portugal no llega al 10% del consumo de aguacate en Europa, se está desaprovechando la posibilidad de comercializar a mejores precios un aguacate producido localmente en Europa, con un mínimo impacto de huella de carbono y una producción con un pequeño o nulo aporte de productos fitosanitarios, aspectos cada vez más demandados por los consumidores europeos. El aumento constante de la producción de aguacate en numerosos países puede conducir a una bajada de los precios que recibe el agricultor que hagan que la producción de aguacate en la Península Ibérica deje de ser rentable a medio plazo. Precisamente ante esta amenaza, en otras zonas de Europa donde la producción de aguacate es testimonial, caso de Sicilia o Creta, lo primero que han hecho es diferenciar sus producciones mediante etiquetas de origen.

En cuanto a variedades de piel rugosa y negra, además de ‘Hass, destacan `Lamb Hass´ y `Gem´, ambas emparentadas con ‘Hass’ al ser las dos descendientes de ‘Gwen’, nieto de ‘Hass’ y que proceden del programa de selección de variedades de la Universidad de California. Más recientemente se ha introducido un grupo de variedades muy similares a ‘Hass’ (algunas mutantes puntuales y otras emparentadas con ´Hass´), que, según sus obtentores, presentan algunas ventajas sobre ‘Hass’, generalmente en calibre del fruto, precocidad o menor alternancia productiva. Entre otras, se pueden destacar ´Jiménez 2´, ´Méndez 1´ o ´Carmen´ y ´Maluma´, una variedad de origen sudafricano que está buscando su hueco en el mercado. Otras variedades similares a ´Hass´ de interés son ´Lavi´ y ´Naor´ de Israel, ´Turner Hass´ y ´Llanos Hass´ de Australia, y ´Flor de María´ de México, aunque todavía no se conoce su comportamiento en nuestras condiciones de cultivo. Hay que tener muy presente que, aunque muchas de estas variedades se parecen a `Hass´ y pueden llegar a confundirse con ella, los criterios de manejo pueden ser muy diferentes y no se deberían mezclar los frutos de diferentes variedades.

Una combinación adecuada de variedades tanto en la península como en Canarias permite producir aguacates en España durante todo el año. Por ejemplo, en la península y teniendo en cuenta únicamente variedades ya disponibles, con 5 variedades se puede disponer de ‘Bacon’ desde octubre a diciembre, ‘Fuerte’ de noviembre a febrero, ‘Hass’ de diciembre a abril, ‘Lamb Hass’ en abril y mayo y ‘Reed’ de junio a agosto. Este calendario óptimo muchas veces se ve desplazado y la recolección comienza antes de lo deseable con unos valores bajos de materia seca que, además, son diferentes según las variedades; por ejemplo, es recomendable un mínimo de 21% en ‘Hass’ y de 23% en ‘Lamb Hass’. Las variedades de piel verde como ‘Fuerte’ y ‘Bacon’ ya se usan como polinizantes de ‘Hass’. Entre el resto, destaca ‘Lamb Hass’, que es la que más se está plantando en la Comunidad Valenciana.

En Canarias, la recolección de cada variedad se puede extender en el tiempo por la posibilidad de producir aguacates a diferentes altitudes. Así, ‘Bacon’ y ‘Fuerte’ se pueden recolectar de noviembre a febrero, ‘Hass’ de noviembre a junio, ‘Reed’ de mayo a agosto y ‘Lamb Hass’ de junio a agosto. En Canarias, además de las variedades cultivadas en la península también hay una pequeña producción de aguacates antillanos, especialmente en Gran Canaria y La Gomera, que se suelen recolectar entre agosto y octubre y frecuentemente se usan para producir portainjertos francos. La imposibilidad de importar aguacates a Canarias para su venta comercial hace que sea más factible la producción de distintas variedades para el consumo local en las islas.

Esta situación de dependencia de una única variedad es posible que cambie en los próximos años. Por un lado, el aguacate es ya un producto conocido por el consumidor europeo y, una vez llegado a este punto, puede aumentar la demanda de otro tipo de aguacates que permitan disfrutar de otras texturas y sabores, como ocurre con otras frutas. Por otro lado, hay distintos programas de mejora genética de aguacate que están produciendo nuevas variedades que pueden complementar la producción actual de ‘Hass’. En nuestro centro de investigación, en el IHSM la Mayora, estamos también estudiando distintos materiales con el objetivo fundamental de conseguir fruta de aguacate de calidad para los meses de septiembre y octubre. Esto permitiría reducir la presión sobre las variedades ya disponibles para que se recolecten en su punto óptimo de maduración evitando la recolección temprana que afecta a la calidad de la fruta producida.

Además de estos nuevos materiales, disponemos de una colección única en Europa de más de 100 accesiones (variedades y portainjertos). Todas ellas están siendo analizadas para evaluar su comportamiento en las condiciones de cultivo de Málaga y, además, están perfectamente caracterizadas a nivel de ADN, lo que permite la identificación de cualquier muestra de aguacate. Actualmente se está trabajando en la secuenciación del genoma y en el desarrollo de un número elevado de marcadores moleculares que permita acelerar los programas de desarrollo de nuevas variedades. Evidentemente el apoyo a otras variedades complementarias a ‘Hass’ necesitaría una importante labor de promoción entre los consumidores, que, de manera mayoritaria, ya se han acostumbrado a identificar el aguacate con las características típicas de ‘Hass’. Pero eso, precisamente, fue lo que hizo que ‘Hass’ desbancara a ‘Fuerte’ como la variedad de referencia a nivel mundial. Este mismo problema se está planteando a los agricultores californianos que están buscando variedades alternativas a ‘Hass’ que les permita diferenciar claramente su producto de las importaciones de otros países, en su caso, fundamentalmente de México.

Aunque la problemática es distinta, esta baja diversidad del aguacate cultivado también se está trasladando a los portainjertos utilizados. Hasta hace unos años tanto en España como en el resto de países productores de aguacate, los portainjertos que se utilizaban eran francos procedentes de semilla. En los últimos años, los portainjertos clonales están dominando el mercado y, en España, más del 50% de las nuevas plantaciones se realizan utilizando portainjertos clonales, principalmente ‘Duke7’, ‘Dusa’ y ‘Toro Canyon’. Estos portainjertos han sido seleccionados por su tolerancia a un hongo de suelo (Phytophthora cinnamomi) que causa problemas en la mayoría de los países productores.

Un programa de selección avanzada también se encuentra en marcha en España para la selección de portainjertos tolerantes a Rosellinia necatrix que causa problemas fundamentalmente en climas mediterráneos. Sin embargo, estos portainjertos clonales se han propagado a partir de portainjertos de semillas que mostraron buenas respuestas frente a estos hongos en condiciones de infección natural en campo; si las nuevas plantaciones se basan únicamente en la utilización de portainjertos clonales, se perderá la posibilidad de localizar árboles supervivientes en situaciones de nuevas enfermedades fúngicas al no disponerse de variabilidad natural.

CONCLUSIONES

El futuro del aguacate español pasa por una coordinación entre los diferentes actores implicados en la investigación, producción y comercialización de aguacate que permita la consolidación de España como el referente europeo en producción de este frutal. El objetivo a corto/medio plazo sería que esta producción respetuosa con el medio ambiente y con una mínima huella de carbono tenga un claro diferencial de precio para el productor español respecto a las importaciones de terceros países. Un esfuerzo adicional debe realizarse para reducir la huella hídrica del cultivo, especialmente teniendo en cuenta las previsiones de cambio climático que apuntan a una reducción del agua disponible en el futuro. Además de la búsqueda de fuentes adicionales de agua, como el agua procedente de desaladoras, se deben mejorar las técnicas de manejo y diversificar las variedades cultivadas para aumentar la productividad por hectárea lo que redundaría en una menor huella hídrica por kilogramo de fruta producida.