¿Qué ocurrió para que se destruyera en 10 años lo que habíamos construido con tanto éxito durante 50?
Un breve repaso a la historia no escrita de la patata de siembra en España
Amaia Ortiz Barredo
Jefe del Departamento de Producción Y Protección Vegetal. NEIKER-BRTA
05/03/2025En este artículo se repasan brevemente los hitos más significativos de la historia de la patata de siembra en España, con especial atención a Álava, ya que fue allí, en la Estación de Mejora de la Patata de Iturrieta donde, en 1933, acontece uno de los hitos más importantes de esta orientación productiva. Desde Álava, se llegó a distribuir el 60% de la patata de siembra de España y el resto en zonas de elevada altitud de Castilla y León y Navarra, principalmente Burgos, León y Palencia.
En este repaso, aparecen 4 hitos que, o bien merecen explicación adicional más allá de la historia que ya está escrita o bien no se recogen en la literatura. En esta redacción se plasma la visión como fitopatóloga de la autora, teniendo en cuenta que la historia de la patata de siembra se inicia, precisamente, para salvaguardar la sanidad del tubérculo y proveer a los agricultores de semilla sana, con todo su potencial productivo posible.

Monumento al agricultor patatero de siembra instalado en 1983 en la Estación de Mejora de la Patata de Iturrieta y que los agricultores intentaron dedicárselo a D. José Buesa por su gran labor en favor de la patata de siembra. Detrás se observa 'la casa vasca', una de las primeras edificaciones tras la fundación de la Estación en 1933, para el almacenamiento de la patata de siembra saneada.
Cronología
En 1851 se crea en Álava la Granja Modelo de Agricultura, una institución pública que era la única de este tipo en España. Desde su entrada en funcionamiento, orientó su actuación a la propagación de un programa de reconversión y transformación de la agricultura y la ganadería; hoy NEIKER es heredera de sus edificios y sobre todo de sus objetivos iniciales en pos de la innovación agraria.
Con la Granja Modelo de Arkaute en marcha, surge el hito más importante de la patata de siembra. El ingeniero técnico agrícola, D. José Buesa, trabajador de la Granja, entra en contacto con D. José María Díaz de Mendívil para mostrarle su preocupación por el deterioro del cultivo de la patata en España. Díaz de Mendívil, destacado ingeniero agrónomo en España, recogió inmediatamente la demanda de Buesa y, ese mismo año (1933), el Gobierno de la Segunda República le encarga buscar el mejor emplazamiento español para producir semilla de patata sana para que se recuperara la producción; ese lugar será Iturrieta.
Nada más terminada la Guerra Civil, en 1939, es aprobado el Plan Provincial de Fomento de la Riqueza Agraria con una ponencia de Díaz de Mendívil en la Diputación Foral de Álava, y a partir de la cual comienzan las roturaciones de zonas forestales de los montes de la Sierra de Entzia para la producción de patata en la Montaña Alavesa.
En 1941, se crea el Servicio Nacional de Control de la Patata de Siembra. Un año después (1942) se crea la primera entidad de producción de patata de siembra de la mano de la Caja de Ahorros Provincial de Álava (CAPA) y comienza la construcción de nuevos edificios en Iturrieta para clasificar y almacenar la patata de siembra. La CAPA mantenía en plantilla varios inspectores que ayudaban a los agricultores a seleccionar las matas sanas previamente a la entrega y certificación de cosechas por el Servicio Nacional.

En 1948 la Granja Modelo y la Estación de Mejora se fusionan con Miguel de Odriozola como director y ambas pasan a pertenecer a la red nacional del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias-INIA.
En 1950, comienza la construcción de nuevas instalaciones en la Granja Modelo de Arkaute para atender las labores de investigación de especialistas que entonces se incorporaron para profundizar en la sanidad de la patata de siembra. En este corto periodo de 9 años, la patata en España se cuadruplicó, de apenas 3.000 ha a casi 12.000 ha.
D. José Buesa a pesar de su jubilación, nunca se retiró del trabajo, mantuvo su despacho y la vigilancia de las labores en Iturrieta hasta sus últimos días. En 1969, cuando contaba 62 años se incorpora Javier Pascualena para heredar todo el conocimiento de Buesa y para mantener la estrategia de Selección Genealógica para el saneamiento de la patata de siembra que Buesa había puesto en marcha desde 1933.
En 1975 comienzan las incorporaciones de una nueva saga de investigadoras e investigadores centrados en diferentes áreas de la sanidad vegetal de la patata de siembra, y comienza la puesta a punto de las técnicas de cultivo in vitro de patata y la producción de minitubérculos. Esta tecnología, que fue transferida desde el grupo de investigación de la Granja Modelo (hoy NEIKER), fue especialmente relevante e innovadora, ya que a partir de 1982 sustituyó a la Selección Genealógica de Iturrieta para producir patata de siembra base.
A pesar de los grandes esfuerzos tanto de reestructuración del sector, como de la investigación asociada a la patata, llega la gran crisis a partir de 1987 y drástica reducción de la superficie dedicada en Álava y otras zonas españolas a la patata de siembra. De las más de 10.000 ha de siembra de los años 80 a las escasas 3.000 ha en 1996.
Desde 2010, la producción de patata de siembra se ha estabilizado en España en torno a las 2.000 ha, de ellas, 500 ha en Álava y el resto en Castilla y León, mayoritariamente en Burgos con más de 1000 ha. Sin embargo, la situación política generada por el Brexit (2021) puede hacer revertir esta situación siempre que se superen los retos actuales dictados por el cambio climático y las políticas verdes europeas que detallaré más adelante.
¿Por qué se funda en Iturrieta la Estación de Mejora de la Patata en 1933?
En torno a 1930, la patata en España, y en muchas regiones europeas, estaba sufriendo pérdidas graves de producción ligadas a lo que entonces se llamaba 'degeneración de la patata'. Año tras año, producía menos y en algunas zonas la reducción era tal que las parcelas eran descartadas para su cultivo. Otro término que usaban era que 'la tierra se cansa'. Pero ni la tierra se cansa ni la patata degenera sin una razón, bien conocida hoy en día. Estamos hablando de una época en la que las Academias de Ciencia y Escuelas de Agricultura europeas comenzaban a reportar datos empíricos sobre las formas de transmisión de los virus (filtrados) de la patata, a los cuales se les responsabilizaba de esta degeneración de la patata. Los centros de investigación más activos y pioneros en estos temas eran del Reino Unido, la Escuela de Agricultura de la Universidad de Cambridge y las publicaciones de la Royal Society de Londres y la revista Annals of Applied Biology. No es hasta los primeros años de los 50 en los que ya se publican varias demostraciones científicas de la estrecha relación biológica entre los pulgones, los virus y las variedades de patata.
Si repasamos las enfermedades y daños por plagas en la patata, podemos observar síntomas muy graves, pudriciones, oscurecimientos de piel, ennegrecimiento de brotes, necrosis de hojas… Síntomas fáciles de ver y por lo tanto fáciles de retirar de los lotes de siembra. Sin embargo, en los tubérculos infectados por virus, no apreciamos síntomas, son tubérculos aparentemente sanos; es al sembrarlos cuando aparecen plantas deformes, raquíticas, que apenas producen tubérculos. Estas patologías son las que hacen 'degenerar la patata'. Pero, además, muchos patógenos permanecen en el suelo varios años viables y al sembrar los tubérculos sanos, estos se ven afectados por la carga maligna del suelo, son los responsables del 'cansancio de la tierra'.
Díaz de Mendívil viajó a varios países europeos donde se estaban aplicando técnicas innovadoras en patata. También, junto a Buesa, recorrió todo el norte de España estudiando asentamientos adecuados para la producción de patata sana. Pudieron conocer que la altitud era la clave para reducir el riesgo de infección de la patata, lo que se llamaba 'cura por altura'.
Finalmente seleccionan el altiplano de Iturrieta, una zona con suelo arenoso situado a 1.000 metros de altitud en la Sierra de Entzia alavesa. Se crea así la Estación de Mejora de la Patata. Buesa se movió muy rápidamente, coordinando todas las labores de la finca. La primera siembra la hicieron en 1934, con lotes de patata que habían ido recogiendo en sus viajes. De la cosecha recuperaron nuevos tubérculos sanos a los que llamaron 'cabezas de familia'.
Iturrieta era adecuada porque la cantidad de pulgones transmisores de las virosis era mucho menor y por lo tanto el riesgo de infección era muy bajo (entonces esto ellos no lo conocían con exactitud). Así mismo, en Iturrieta se implantó rotación de cultivos, de forma que no se repetía la zona de cultivo de patata en los dos años consecutivos. En esos dos años, la población de patógenos del suelo descendía significativamente (tampoco conocían que la razón del cansancio del suelo eran patógenos y plagas).
La innovación en sanidad vegetal fue clave para producir patata de siembra sana en Iturrieta (1933 a 1970)
En Iturrieta, se inician dos tareas en paralelo claramente distintas: por un lado, seleccionar y obtener nuevas variedades mejor adaptadas a las condiciones agroclimáticas españolas y, por otro, sanear los lotes de patata de siembra. Se producía patata de cualquier variedad con una calidad sanitaria muy alta, de forma que estos lotes expresaran, durante los años siguientes, todo su potencial productivo en las parcelas de los agricultores de patata de consumo españoles.
En 1934 se importaron 41 variedades europeas. Algunas de ellas, dados los complicados nombres que tenían en origen, se rebautizaron con nombres locales, por ejemplo, la variedad Basabe era originariamente la variedad Saskia y Robijn de Países Bajos. En 1950 se obtuvo la primera variedad alavesa, de nombre Eminencia y que lamentablemente se ha perdido. Fueron muchas más, a finales de los 70 ya se habían obtenido 15 variedades nuevas, que dominaban el mercado español. Esta labor sigue hoy en día en NEIKER, con más de 35 variedades obtenidas; las dos últimas Beltza (2021) y Edurne (2023) que ya están siendo comercializadas por UDAPA.
La clave del saneamiento de la patata de siembra era eliminar todos los tubérculos infectados con virosis y que no mostraban síntomas. Hoy claramente conocemos que la infección de los tubérculos es por dos vías: 1) porque llegan pulgones infectivos hasta las matas (infecciones primarias), o bien, 2) porque los tubérculos de siembra ya están infectados (infecciones secundarias) y a partir de ellos la planta y los nuevos tubérculos se infectarán. Iturrieta, al estar a casi 1.000 metros de altitud y con muy bajas temperaturas en invierno y veranos cortos, no es propicia para los pulgones y, por ello, tampoco para las infecciones primarias. Además, se puso en marcha un sistema de depuración o selección de lotes sanos, sin infecciones secundarias, lo que Buesa denominó Selección Genealógica.

Lo primero era seleccionar las 'cabezas de familia', tubérculos de plantas de apariencia sana y vigorosa de una única variedad. Los tubérculos procedentes de cada cabeza de familia se sembraban por separado (familias de 1ª generación o G-0). Si alguna de las plantas de los tubérculos G-0 mostraba síntomas, todo el lote se eliminaba y sólo se sembraban al año siguiente los lotes con todas las plantas asintomáticas. En este segundo año se volvía a hacer lo mismo, eliminando todo el lote si alguna de las plantas procedentes de G-0 mostraba síntomas. La cosecha de los lotes asintomáticos eran las familias de 2ª generación o G-1. Finalmente, todos los tubérculos cosechados de las plantas asintomáticas G-1, constituirán una masa de G-2 o patata de siembra, entonces llamada también Patata de Siembra Original.
Esta categoría de lotes sanos eran precintados y recogidos por el Servicio Nacional de Control de la Patata de Siembra creado en 1941 si cumplían su Decreto de Funcionamiento. El Servicio las distribuía entre agricultores autorizados que debían seguir estrictamente las normas de cultivo del Decreto. Además de la selección genealógica, otro de los indiscutibles avances que tuvo este Decreto, desde el punto de vista fitopatológico, fue la obligatoriedad de mantener una rotación mínima de 3 años.
A pesar de todo, el sistema no era perfecto. La exclusión de tubérculos infectados por virus mediante sintomatología tenía sus límites. Algunas virosis daban síntomas muy leves y pasaban totalmente desapercibidas. En 1950 se incorporan 3 investigadores para impulsar la depuración de la patata de siembra que se centraron en poner a punto técnicas de detección de virus en los tubérculos. Se incorporan 3 técnicas, indexación de lotes, plantas indicadoras y detección por Callosa. Todas ellas tuvieron un gran efecto y despejaron muchas dudas sobre la sanidad de los lotes.
En Iturrieta, las virosis eran la prioridad ya que una vez que un tubérculo estaba infectado, producía, inevitablemente, una planta enferma que era imposible de curar. A partir de 1979 se incorporan nuevas investigadoras e investigadores para apoyar las labores de saneamiento de Iturrieta. Las nuevas líneas de investigación se centraron en los patógenos regulados, su detección y las medidas de prevención de su diseminación. Así mismo, se puso a punto la producción de minitubérculos a partir de plántulas sanas producidas por cultivo in vitro y mejorar la eficiencia y efectividad del saneamiento de la patata de siembra.
La gran crisis del cultivo (desde 1987)
Al revisar los registros históricos es fácil darse cuenta de que a partir de 1987 se produce una drástica bajada de producción de patata de siembra en España y que no se ha recuperado; desde hace 20 años la superficie está estabilizada en 2.000 ha, con muy pequeña variación anual.
La pregunta está clara, ¿qué ocurrió para que se destruyera en 10 años lo que habíamos construido con tanto éxito durante 50? No hay nada escrito de este tema, sólo opiniones, valiosísimas todas, pero en mi opinión parciales, por eso he recurrido a alguien que vivió esta crisis desde dentro del sector patatero, Roberto Ruiz de Infante, fundador de UDAPA entre otras muchas responsabilidades y premio Gonzalo Nardiz 2024. Ruiz de Infante apunta 3 circunstancias relevantes:
1) Competencia exterior limitada: Hasta la integración de España en la CEE (1986) la patata de siembra producida en España estaba en un espacio comercial protegido, centrada en la autosuficiencia restringiendo las importaciones. Entran en España comercializadores extranjeros y los precios que manejaban eran inferiores al costo de producción para adueñarse del mercado español.
2) Multiplicadores: Durante los años 80, años previos a la entrada en la UE, los productores eran principalmente multiplicadores de patata de siembra Base que compraban en distintos países europeos. La semilla Prebase y Base que antaño se producía en Iturrieta, y en otras zonas altas españolas, en ese momento se importaban mayoritariamente con convenios establecidos con Países Bajos y Escocia. A partir de esta patata Base se multiplicaba y se vendía 2-4 años después. Tras la integración en la CEE, los convenios ya no eran necesarios y los extranjeros podían comercializar su patata directamente, tanto de categoría Base como de Certificada para venderla directamente a los productores de patata de consumo.
3) La I+D+i española estaba centrada exclusivamente en la sanidad otorgada por los patógenos regulados por la normativa. Sin embargo, en Europa, los productores de patata de siembra tenían experiencia en muchos otros aspectos del manejo del cultivo y del almacenamiento, así que la patata de importación era 'aparentemente' más sana y además más barata.
Nuevos retos y oportunidades
A día de hoy, en patata de siembra debemos tener en cuenta dos circunstancias relevantes. Una de ellas, el cambio climático (CC) que está repercutiendo en la dinámica de población de pulgones vectores de virosis. Se ha aumentado la cantidad de pulgones alados y su aparición no guarda los esquemas temporales de antaño. Por esto, los modelos de predicción de riesgo de diseminación de virosis siguen siendo uno de los principales problemas, aunque no el único. El CC y la globalización de mercancías está propiciando la re-emergencia de enfermedades y la aparición de nuevas. A pesar de las estrictas normas europeas para la importación de patata y diseminación de plagas nocivas, siguen apareciendo amenazas sanitarias que restringen el cultivo en determinadas zonas y limitan su producción.
En segundo lugar, el Brexit. Los productores de patata de siembra importaban un 40% de patata Base desde Escocia. Pero en enero de 2021 el Brexit hizo que Escocia pasara a la categoría de País Tercero. El bloque europeo prohíbe el acceso de las patatas escocesas a su mercado con lo que se abre una enorme oportunidad para producir en España ese 40% escocés.
Agradecimientos
Este artículo ha sido redactado con la colaboración de Roberto Ruiz de Infante y Javier Pascualena, investigador jubilado de NEIKER-BRTA.

*Este artículo es un extracto de la Lección de Ingreso en la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País defendida por la Dra. Amaia Ortiz Barredo el pasado mes de diciembre de 2024. La Lección de Ingreso fue dedicada, in memoriam, a D. José Buesa (1898-1991) uno de los personajes más desconocidos, pero sin duda el más relevante de la historia de la patata de siembra en España.
Europa prohíbe el acceso de las patatas escocesas a su mercado con lo que se abre una enorme oportunidad para producir en España el 40% de patata de siembra que antes se importaba de Escocia