Un trabajo determinante para poder conocer el comportamiento de la plaga y para poder elegir en cada momento y en cada zona la estrategia más eficaz
Evaluación del comportamiento del ciclo de la polilla de la vid. 20 años de monitoreo
José Félix Cibriáin Sabalza y Julen Onieva Iturgaiz. Sección de Viticultura y Enología-EVENA del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Gobierno de Navarra
Carmen Goñi Górriz, Natalia Murugarren Villava, Sandra Aldaz del Burgo y Noelia Telletxea Senosiain. INTIA
*Artículo publicado en la revista NAVARRA AGRARIA Núm. 256
18/08/2023El seguimiento y monitoreo de la polilla del racimo es un trabajo que lleva realizándose en Navarra desde hace casi 20 años. La información que se recoge es indispensable para poder realizar el control de la plaga en campaña y los datos históricos que se generan, nos ayudan a conocer la evolución temporal del comportamiento de la plaga.
Introducción
La polilla de la vid Lobesia botrana Denis & Schiffermüller, 1775 es la plaga más importante del viñedo. Las pérdidas en la cosecha provocadas por los daños directos de las larvas no son de importancia si los comparamos con los indirectos, en forma de botritis, originados como consecuencia de las heridas provocadas y que afectan de manera sustancial a los parámetros de calidad.
Lobesia botrana, en nuestras condiciones climáticas, presenta de forma general tres generaciones al año, pudiendo llegar a una cuarta en función de las condiciones climáticas de final del verano y de la zona geográfica (Ribera Baja).
Las probables consecuencias del cambio climático, en especial en lo que al aumento de temperatura se refiere, puede provocar modificaciones en el comportamiento de esta plaga. En este punto, en Navarra, se dispone de una serie de datos históricos, que surgen de la red de monitoreo colaborativa conformada por personal técnico y por el propio sector agrícola, en un total de 47 puntos de control anuales difuminados a lo largo de la geografía vitícola de Navarra. Series históricas, que nos permiten evaluar las modificaciones en lo referente al hábito de comportamiento de la plaga.
PRIMERA GENERACIÓN
De forma general, el insecto pasa el invierno en forma de crisálida en la corteza de las cepas, en el suelo, etc. En primavera inician el vuelo los adultos, dando lugar a la primera generación. Emergen de forma escalonada lo que condiciona el control con tratamientos de baja persistencia, resultando difícil su control con estos productos.
Las larvas de la primera generación se alimentan de los botones florales, de las flores e incluso de las bayas recién cuajadas; no suponiendo un daño elevado en el cultivo, pues únicamente puede suponer una merma del número de bayas. Por todo ello, en esta primera generación se suele recomendar no tratar. Sin embargo, si la población en la parcela es muy elevada, puede resultar muy interesante un buen control de esta primera generación, al objeto de minimizar las sucesivas poblaciones.
La puesta de esta primera generación se lleva a cabo sobre la corola o brácteas de los botones florales.
SEGUNDA Y TERCERA GENERACIÓN
La segunda generación comienza hacia mediados del mes de junio (cuajado) y la tercera, a principios de agosto (envero). Las puestas se realizan en las bayas, penetrando posteriormente la larva en el grano. Las hembras prefieren superficies lisas y secas para la puesta, por lo que lluvias o polvo (de azufre preferentemente) reducen la ovoposición. Son más importantes los daños indirectos que los directos, ya que en los mordiscos que efectúan a los frutos se instalan los hongos que producen podredumbre, especialmente la tan conocida y temida botritis.
Existe una estrecha correlación entre los ataques de polilla y la presencia de podredumbre, ya que las heridas producidas por las polillas son ventanas abiertas por las que penetran las esporas de los hongos causantes de la podredumbre, de ahí la importancia del control de la polilla en estas generaciones.
Imagen 4. Detalle de nido de tercera generación.
Evolución histórica de los métodos de lucha contra la polilla
En el S.XX, la aparición y generalización del uso de materias insecticidas a base de productos inorgánicos en un primer momento, y orgánicos posteriormente, va a ser el método de lucha generalmente utilizado contra polilla de la vid. Estas materias activas van a ir mejorando en especificidad y eficiencia sobre la plaga, llegando incluso a clasificarse en función de su modo de acción sobre el insecto como ovicida, larvicida y adulticida. Sin embargo, la aplicación de insecticidas presenta desventajas como la generación de residuos, transferencias al medio ambiente, contaminaciones etc… Estas circunstancias han provocado la utilización de otros productos con acción biocida, de una menor eficacia y más complicados en su manejo, pero que resultan inocuos tanto para las personas que las aplican como para el medio ambiente.
El control biológico con bioinsecticidas a base de Bacillus thurigiensis (Bt) ha resultado válido para el control de la polilla de la vid. Estos bioinsecticidas con Bt actúan al ser ingeridos por la plaga. Se trata de una bacteria que durante su esporulación es capaz de producir unas proteínas (proteínas Cry) altamente tóxicas para determinados insectos. Este producto se utiliza en pulverización, a temperaturas generalmente superiores a 20 °C y en el momento apropiado (inicio de las primeras eclosiones).
En 2014, la directiva de uso sostenible de obligado cumplimiento en Europa, impone una restricción cada vez mayor en la utilización de químicos en la agricultura y concentraciones de residuos cada vez menores. En esta coyuntura se estudian nuevas posibilidades para el control de plagas y enfermedades. En la viña, la técnica de la confusión sexual se viene imponiendo. Basada en la utilización de feromonas sexuales sintéticas que imitan la composición molecular de la que emiten las hembras, son específicas para cada especie. Estas feromonas es preciso difundirlas en la viña de manera homogénea y estable. A este propósito el método más utilizado es el de difusores de vapor de reserva.
Otros métodos de difusión como son, los difusores activos, la aplicación de feromona liquida directamente sobre el cultivo y la utilización de difusores mediante geles o espumas están autorizados en el cultivo de viña.
Monitoreo de la polilla de la vid
Para una correcta aplicación de cualquiera de los métodos de lucha contra la polilla de la vid expuestos anteriormente, es preciso conocer el ciclo de la plaga mediante la red de monitoreo y la Estación de Avisos de INTIA.
El seguimiento y monitoreo de la polilla del racimo es un trabajo que lleva realizándose en Navarra desde hace casi 20 años. La información que se recoge es indispensable para poder realizar el control de la plaga en campaña y los datos históricos que se generan, nos ayudan a conocer la evolución temporal del comportamiento de la plaga.
Este trabajo de monitoreo es realizado por una red de 20 agentes de colaboración conformada por profesionales del campo, personal técnico de bodegas, personal técnico de la Sección de Viticultura y Enología-EVENA y personal técnico de INTIA, que son los que año tras año recogen los datos de las capturas de la plaga de las 47 trampas, e introducen estos datos en la Estación de Avisos. Se trata de una herramienta desarrollada en el marco del proyecto LIFE NAdapta, estrategia de adaptación al Cambio Climático del Gobierno de Navarra.
Este monitoreo se realiza con una periodicidad semanal desde finales de marzo hasta finales de septiembre-principios de octubre.
Las parcelas en las que realizar el seguimiento de la plaga, así como la coordinación de este grupo de trabajo (reuniones, distribución material, …) es llevada a cabo por EVENA.
La información es utilizada para notificar los momentos en los que hay que realizar el control de la plaga. Dicho control se realiza en diferentes momentos en función de las zonas productoras ya que la variabilidad climática de la comunidad es importante repercutiendo en el comportamiento de la plaga. Conocer la evolución y el comportamiento de la plaga en cada momento, es importante de cara a poder anticipar y plantear las posibles estrategias para su control teniendo en cuenta también las herramientas disponibles.
Análisis histórico del comportamiento de la polilla de la vid
En Navarra se dispone de series de datos de capturas en las diferentes trampas desde el año 2005, así como de datos de temperaturas medias que se han tenido en cuenta para realizar este análisis. Los datos de las capturas de polilla que se analizan se corresponden con un total de 47 puntos de monitoreo de seguimiento anuales.
El análisis de esta información histórica de las capturas es la que nos ha permitido definir las tres zonas de comportamiento homogéneo de la plaga en base a la que se notifican los diferentes avisos. (Imagen 5)
Se han seleccionado las estaciones de la red SIAR (Sistema de información agroclimática para el regadío) por su ubicación estratégica dentro de las áreas de comportamiento homogéneo y se ha estudiado la temperatura media. La estación de referencia del ACH-1/Ribera Baja es Ablitas, la del ACH-2/Ribera Alta es Olite/Erriberri y la del ACH-3/Zona Montaña es Lumbier. Estos datos han sido validados conforme a la norma UNE 500540 “Directrices para la validación de registros meteorológicos procedentes de estaciones automáticas”.
Para el análisis de la información se han considerado los datos disponibles entre el año 2005 y el año 2022 que se han dividido en series de seis años. La serie 1 entre 2005 y 2010; serie 2 entre 2011 y 2016 y serie 3 entre 2017 y 2022.
El resultado del análisis agroclimático en las tres zonas anteriormente descritas constata una tendencia similar, con las salvedades propias de cada zona, observándose claramente el incremento de las temperaturas medias en las tres zonas.
Gráfico 1. Temperaturas y Humedades medias por estación y serie de datos.
COMPORTAMIENTO DE LA POLILLA DE LA VID POR ZONAS
La Ribera Baja o ACH-1, comprende las plantaciones de la zona más al sur de la Comunidad Foral. Los datos disponibles en este periodo de tiempo proceden de 20 trampas de monitoreo anual.
Los datos medios las capturas en esta zona nos indican que la plaga en esta zona está presente entre las semanas 13 (finales de marzo) y la 39 (finales de septiembre) del año. Las tres generaciones están bien definidas, primera y tercera generación de mayor duración que la segunda y nivel de plaga que sube en segunda y continúa subiendo en tercera.
Tal y como se ve en el Gráfico 2 en los primeros cinco años de control se han detectado, en general inicios de vuelo entre las semanas 14 y la 15 en alguna trampa, siendo ya generalizado a partir de la semana 16. En la segunda serie de años ocurre algo similar obteniéndose ya capturas generalizas a partir de la semana 15. En el caso de la última serie se observan primeras capturas en la semana 13 y son ya generalizadas en las semanas 14-15. Se observa pues un ligero adelanto en el inicio del vuelo en algunas trampas con adelanto también de las capturas generalizadas en las trampas de monitoreo.
Tabla 2. Ribera Baja. Capturas medias por generación y por serie.
En lo referente a las capturas medias totales por series de años, se observa un claro descenso que se produce además en todas las generaciones de la plaga; disminución del 35% de capturas totales entre la primera y la segunda serie y de un 37% de la población desde la segunda a la tercera serie. En torno a un 60% menos de población desde el año 2005 hasta el año 2022. Con respecto a los datos entre las generaciones de la misma serie, ligeras tendencias continuadas al aumento de las capturas conforme avanzan las generaciones, hecho que en la primera serie de datos no se ha observado. Destaca el incremento importante de las capturas en tercera generación, aspecto a tener en cuenta a la hora de controlar la plaga.
Observando la curva se intuyen también desplazamientos en el posicionamiento de la plaga en el tiempo. Ligero adelanto del pico de vuelo de la primera y segunda generación en la última serie de años mientras que en tercera no se observa este cambio.
Se observan tendencias muy cambiantes en cuanto a los picos de vuelo de las tres generaciones. Parece que los picos de vuelo entre la primera y segunda generación tienden a aumentar. Puede ser debido a que no se trata primera generación. Con respecto a las variaciones entre segunda y tercera no se ve ningún dato que nos haga pensar en cambios, ya que en las tres series se han encontrado tanto aumentos como mantenimientos, pero en % muy bajos.
En la Ribera Media o ACH-2 se analizan los datos procedentes de 18 trampas de monitoreo.
Los datos medios las capturas en esta zona nos indican que la plaga en esta zona está presente entre las semanas 15 (segunda semana de abril) y la 40 (primera semana de octubre) del año. Las tres generaciones bien definidas, primera y tercera generación de mayor duración que la segunda y nivel de plaga ascendente en tercera generación.
Analizando los inicios de vuelo en las diferentes series históricas se ha visto, que, si bien en la primera serie había en la semana 15 algunas capturas, es en la semana 16 cuando se produce el vuelo generalizado de la plaga. Se aprecia un ligero adelanto ya que en la serie de los últimos cinco años las capturas en la semana 15 se producen ya en varios de los puntos de control.
Tabla 3. Ribera Media. Capturas medias por generación y por serie.
Analizando las capturas medias totales por series de años, se observa un descenso de la presión de plaga que se agudiza más en la última serie de datos. Un 32% menos de población de polilla desde al año 2005 hasta el año 2022. Con respecto a los datos entre generaciones de la misma serie se observan comportamientos diferentes entre primera y segunda generación. Sin embargo, destaca el incremento de las capturas en tercera generación.
Observando el grafico se intuyen desplazamientos en el tiempo de la plaga, tendencia al adelanto de los picos poblacionales posicionándose cada vez más cerca del inicio de vuelo de la generación correspondiente, claramente en el caso de la serie de los últimos 6 años.
Se observa también como en la primera y en la última serie el comportamiento de los picos poblacionales mantiene el mismo patrón de disminución entre primera y segunda generación y ligero aumento al pasar de segunda a tercera. En el caso de la serie central destaca el incremento de los picos poblacionales en las sucesivas generaciones.
En la Zona de Montaña o ACH-3 los datos analizados proceden 9 trampas de monitoreo.
Los datos medios las capturas en esta zona nos indican que la plaga en esta zona está presente entre las semanas 17 (última semana de abril) y la 40 (primera semana de octubre) del año. Las tres generaciones están bien definidas, con la primera generación más prolongada en el tiempo que el resto.
Analizando los inicios de vuelo en las diferentes series históricas se ha visto, que en la primera serie de datos el vuelo generalizado en las trampas era partir de la semana 18. Estos inicios de vuelo se han ido adelantando en la segunda y tercera serie habiendo ya, en la semana 16, registros de capturas generalizadas y en alguna de las trampas desde la semana 15.
Gráfico 4. Zona Montaña. Capturas medias por serie.
Tabla 4. Zona Montaña. Capturas medias por generación y por serie.
Analizando las capturas medias totales por series se ha producido un aumento (33%) importante de la presión de plaga entre la primera y segunda serie de años y un descenso (22%) también importante entre la segunda y la tercera serie. Con respecto a los datos entre generaciones de la misma serie, disminución de la presión de plaga en todas las generaciones en las series de datos 1 y 2 mientras que en la última se observa un repunte en tercera generación.
Observando el grafico se intuyen desplazamientos en el tiempo de la plaga, con ligero adelanto del pico de vuelo en primera generación que no se observa en el resto de generaciones manteniéndose en +/- una semana.
Con respecto a la variación en el comportamiento de los picos de las generaciones, en cada una de las series se observan diferentes comportamientos. Mientras que en la primera los picos poblacionales van disminuyendo entre las generaciones, en la segunda se ve un incremento del 56% entre primera y segunda generación y una disminución del 20% entre segunda y tercera. En el caso de la última serie de datos destaca la disminución del 6% entre el pico de la primera y la segunda generación y un incremento del 18% entre la segunda y la tercera.
Conclusiones
El seguimiento en campo para conocer la evolución del ciclo de la polilla en las diferentes zonas productoras es un trabajo determinante para poder conocer el comportamiento de la plaga y para poder elegir en cada momento y en cada zona la estrategia más eficaz. La implementación del monitoreo lleva consigo la implicación de las personas productoras y relacionadas con la actividad, así como el disponer de herramientas de fácil acceso con las que poder gestionar esta información.
Disponer de una red de estaciones con la que poder acceder a los datos climáticos para el análisis conjunto con los datos de capturas resulta también fundamental para poder evaluar el comportamiento de la plaga y tratar de predecir comportamientos futuros.
Con los datos registrados durante estos casi 20 años de monitoreo junto con los datos de variación de temperaturas medias en las zonas, se intuyen ciertas tendencias de variación en el comportamiento de la plaga en las diferentes zonas productoras a las que habrá que seguirles la pista:
- Disminución las capturas de la plaga en la Ribera Baja y en la Ribera Media. Hecho que no se detecta en la Zona de Montaña.
- Adelanto del inicio de vuelo de la plaga en las tres zonas productoras.
- Ciertos desplazamientos en el comportamiento de la plaga tendentes a adelantar los picos poblacionales, en algunos casos, y a acercarlos más al inicio de los vuelos de las generaciones.
- La presencia de inicios de cuartas generaciones en algunos de los años de control, como en 2022, nos da también una idea del cambio en el comportamiento de la plaga, que si encuentra condiciones adecuadas puede seguir desarrollándose.