Entrevista a Jesús Mª Fernández Albéniz, director y trader en Zeleny
"Los fondos esperan más subidas por la poca disponibilidad de cereal y el riesgo que corre la campaña 2022"
En la siguiente entrevista se recogen las opiniones del experto de la empresa Zeleny Información y Mercado SL sobre las claves que están moviendo el mercado de cereales en estos momentos y una previsión de lo que puede ocurrir en los próximos meses.
¿En qué nivel se sitúan actualmente los precios medios del cereal en España?
En lo que respecta a los precios correspondientes a la semana 46, origen comerciante o cooperativa en Castilla y León (salida almacén), el trigo cotiza a 300-303 €/t, la cebada a 293-295 €/t, avena a 282-285 €/t y el maíz a 285 €/t.
¿Qué factores han sido clave en las fuertes subidas que se han producido recientemente?
Se ha ocasionado una ruptura general de la cadena de suministros -excepto en cereales- producidos en el sudeste asiático con destino a Europa y América, gracias a la situación de monopolio de facto y a las prácticas poco éticas de las navieras. Éstas dan precio la última semana de cada mes, válido únicamente para el mes siguiente lo que hace imposible programar ninguna operación de compra-venta.
Las empresas navieras han retirado barcos de la circulación y han subido los fletes de los contenedores de 20 pies desde los 1.000 dólares (USD) hasta los 15.000, además de incumplir sus obligaciones contractuales en la más absoluta indefensión de los usuarios. Asimismo, el 80% del movimiento mundial de mercancías se realiza en contenedores y seis navieran controlan a su vez el 80% del mercado de contenedores.
A esto hay que añadir los aforos de cosecha a la baja desde junio de 2021, stocks finales de cosecha muy bajos -y la mitad de esos stocks están en China por lo que no están disponibles-, problemas con la calidad y cantidad de trigo procedente de Canadá y Estados Unidos donde es bien conocido el descenso de producción, así como en Francia y en Ucrania donde el porcentaje de trigo forrajero es del 75 y 60%, respectivamente.
También hay que tener en cuenta que China sorprendió el año pasado al importar 30 millones de toneladas de maíz por los 7 millones que compró en el exterior en 2019, debido a la reconstrucción de los stocks de grano en este país. En el plano geopolítico, es destacable la rivalidad que China mantiene por diversos factores con Australia; Estados Unidos y la Unión Europea con Rusia y los problemas que existen entre Marruecos y Argelia.
Otro punto de tensión se encuentra en las políticas arancelarias. La tasa flotante a la exportación de Rusia junto a los sistemas arancelarios de Europa y otros países, hacen que el precio de los cereales sea controlado por medidas de carácter político.
En lo que respecta a la energía, cabe señalar como factores clave los altos precios del petróleo y la elevada demanda de bioetanol a partir de maíz que en Estados Unidos conlleva destinar 150 millones de toneladas anuales para este fin. El alto precio del gas y la menor producción de fertilizantes nitrogenados derivados de esta fuente de energía que ha supuesto elevar el coste de la Urea a los 800 €/t y el NAC 27 hasta los 650 €/t.
Finalmente, y como he comentado al principio, el encarecimiento de los fletes: un buque Panamax con 60.000 toneladas de trigo desde Rusia a Egipto, el año pasado costaba 12 dólares USD/t. Sin embargo, este año se llegó a pagar 40 dólares USD/t por la misma carga y trayecto.
Recordar que la fuerte actividad de los fondos de inversión en los mercados de materias primas agrícolas y el efecto sequía derivado del cambio climático, también están influyendo en el mercado.
¿En qué medida la situación de los fletes puede perjudicar a la competitividad del sector cerealista en la Unión Europea?
Si hablamos de exportaciones cuyo mercado se realiza en dólares, altos fletes presionan los precios FOB europeos a la baja. A la inversa, si hablamos de importaciones que la mayoría se hacen en euros, los fletes suman directamente a los precios disponibles en cualquier puerto español.
¿Los fondos de inversión han dado ya alguna señal de agotamiento desde que comenzaran a entrar largos en el mercado hace más de un año?
Sin ser experto en este ámbito, creo que a pesar de sus recogidas de beneficios habituales cada cierto tiempo yo diría que confían en mayores precios al hilo de la poca disponibilidad de cereal esta campaña; y por el riesgo que corre la campaña 2022 debido a los altos precios de los fertilizantes y a la sequía en esta época de siembras. Hasta que no quede clara la próxima campaña, los fondos de inversión sí que tienen el campo abonado.
Por tanto, ¿cree que a partir de ahora se van a dar los fundamentales necesarios para seguir viendo más alzas en las cotizaciones de cara a final de año y principios de 2022?
A final de año es tradicional recoger beneficios lo que hace bajar las cotizaciones de cara a enero y febrero. Además estos meses son habitualmente de mucha actividad. En mi opinión, creo que la primera clave estará en la salida del invierno de los cultivos del hemisferio Norte. Mientras tanto podremos ir viendo 'dientes de sierra' y volatilidades extremas.
A nivel técnico, ¿podemos entrar en un amplio movimiento lateral de largo recorrido? De ser así, ¿qué máximos y mínimos aproximados podrían ser los más habituales para los principales cereales?
No existe un año alcista, existen dos años alcistas. Así que creo que el año que viene ya está arrastrado por los precios y sucesos de este año. Esta campaña, cosecha 2021, creo que la suerte está echada y no habrá cambios susceptibles a la baja. Para la próxima campaña, cosecha 2022, y a día de hoy, los valores estarían entre 30 y 40 €/t por debajo de los actuales, relacionados en la primera pregunta.