Supone una mayor eficiencia nutricional y económica con respecto a los abonos tradicionales
Novophos, el fósforo inteligente desarrollado por Fertinagro Biotech
Nuevo concepto en la nutrición fosfatada que gracias al aporte tecnológico combina cuatro velocidades de nutrición para satisfacer las necesidades del cultivo en todo su desarrollo, sin malgastar unidades fertilizantes. Es el resultado de décadas de trabajo de investigación y conocimiento.
Fertinagro Biotech, tras años desarrollando soluciones innovadoras de nutrición vegetal para la agricultura, presenta ahora la tecnología Novophos, el fósforo inteligente. Una revolución en fertilización fosfatada que, a través de un conjunto de aportes tecnológicos que protegen el fósforo aportado y activan el presente en los suelos, ofrece cuatro velocidades distintas de nutrición capaces de garantizar la presencia de este nutriente esencial durante todas las fases de desarrollo del cultivo.
Esta novedosa tecnología, que permite por primera vez en la historia de la fertilización dotar al cultivo de una nutrición fosfatada completa y equilibrada durante todo su desarrollo, ha sido premiada por el Departamento de Agricultura y la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos situando a Fertinagro Biotech como un referente en la agricultura sostenible gracias a su apuesta constate por la reducción del impacto medioambiental y la mejora de la eficiencia de los fertilizantes aportados.
Desde 1843 las empresas tradicionales del sector de los fertilizantes se han aferrado en convencer de la idea de que el fósforo soluble al agua y citrato de amonio era el único tipo de fósforo válido para la correcta nutrición de los cultivos.
Sin embargo, la agricultura moderna, centrada en la sostenibilidad y el aprovechamiento de las unidades aportadas, ha probado que esto no era cierto. Los abonos que únicamente han sido formulados con fósforo soluble al agua y citrato han demostrado una baja eficiencia ya que suponen un aporte excesivo de este nutriente en un espacio de tiempo muy corto para ser asimilado por la planta en los estadios iniciales. Por un lado, todo el fósforo que la planta no aprovecha es bloqueado en el suelo generando grandes pérdidas económicas además de un evidente riesgo de contaminación medioambiental. Por otro, estamos realizando un aporte de fósforo que en ningún caso cubre las necesidades del cultivo durante todo su desarrollo, reduciendo con ello la cantidad y calidad de la cosecha resultante.
Varios son los fabricantes que llevan años buscando dar con el desarrollo tecnológico, ya sea mediante la protección de las unidades aportadas o por la activación de las presentes en el suelo, que garantice la disponibilidad del fósforo para cubrir las necesidades que la planta tiene en todas sus fases de crecimiento. Sin embargo, hasta la fecha, ninguno había sido capaz de dar con la clave.
Ahora, gracias a Novophos se consigue el total aprovechamiento de las unidades de fósforo aportadas en los fertilizantes ofreciendo al agricultor una ventaja competitiva, tanto económica como nutricional, frente a los abonos con fósforo tradicional. En definitiva, con menos fósforo conseguimos más, una materia prima vital para el sector agrícola que, al igual que el gas, la electricidad y los transportes marítimos, ha visto incrementado su coste exponencialmente frente a campañas pasadas.
Las cuatro velocidades de Novophos, el fósforo inteligente
Novophos presenta un concepto diferente. Gracias a la combinación de tres tipos de fósforo tecnológicos que se suman al fósforo tradicional, Novophos ofrece cuatro velocidades de disponibilidad para conseguir responder a la demanda real de la nutrición agronómica exigida por la planta en cada fase de su desarrollo.
La primera velocidad arranca en la fase de implantación del cultivo con el aporte de fósforo soluble tradicional, pero en las dosis adecuadas, sin excesos, evitando pérdidas económicas y contaminación medioambiental. La segunda velocidad se consigue aportando una vez más fósforo tradicional pero esta vez protegido con carbono orgánico seleccionado. Esto permite que no se pierda en el suelo y esté disponible cuando el fósforo tradicional ya ha sido asimilado por la planta. La tercera, haciendo uso de los propios recursos naturales de la planta, es activada cuando la raíz del cultivo ya se ha desarrollado y comienza a exudar ácidos orgánicos. Son estos ácidos generados por la planta los que se encargan de transformar en asimilable un tercer tipo de fosforo que ha sido tratado tecnológicamente para permanecer en reserva hasta ese momento. Por último, y quizás la aportación más interesante, entra en juego en la fase final del cultivo la tecnología PLB patentada por Fertinagro. Un conjunto de ácidos orgánicos y micronutrientes exclusivos activan los microorganismos beneficiosos del suelo para que sean ellos los que trabajen y, de manera natural, transformen el fósforo, hasta el momento insoluble, convirtiéndolo en biodisponible y aprovechable por el cultivo.
En conclusión, con Novophos evolucionamos de ayer a hoy, de la química a la biología. Evolucionamos de un fósforo de etiqueta, químicamente procesado para un beneficio industrial y poco eficiente, a un fósforo más inteligente que activa los procesos naturales de la planta que intervienen en su transformación, facilitando la existencia de fósforo disponible en cada estado fenológico del cultivo para producir más y mejores cosechas.