Del Neolítico a la nube, la historia de cómo alimentar el mundo
Cyrus McCormick.
La aparición de la agricultura hace ya 10.000 años permitió la evolución de la humanidad. Se aprendió a abonar, podar, moler… Operaciones para las que fueron concebidos una gran cantidad de utensilios y técnicas para producirlos.
La conocida como primera revolución agrícola surge en la Antigua Roma, pero no fue hasta la Revolución Industrial, con la necesidad de alimentar a más población y el desarrollo de las ciudades, que se impulsaron estos avances.
El siglo XIX supuso el inicio de la mecanización agraria, impulsada por la necesidad de encontrar alternativas a la demanda de mano de obra en las grandes plantaciones americanas. En 1834, la aparición de la cosechadora mecánica de granos desarrollada por Cyrus McCormick supuso un hito y desató una oleada de competidores.
Entre finales del s. XIX y principios del XX llega el auténtico cambio con el desarrollo del tractor: la máquina revolucionaria que permite sustituir la fuerza animal para realizar las diferentes tareas agrícolas. Así comienza la mecanización de la mayoría de las tareas y se multiplican los alimentos. Actualmente la agricultura se encuentra en otra encrucijada, pues tiene que alimentar a una población que alcanzará los 10.000 millones en 30 años sin aumentar la superficie de cultivo y respetando el medio ambiente. Por ello, la nueva Revolución Agraria tiene que llegar de la mano de la tecnología.
Ser más eficientes y poder obtener más producción con menos recursos es clave, y McCormick se encuentra a la vanguardia. La clave es aplicar el Internet de las Cosas a la transformación del campo. Las nuevas tecnologías ofrecen a los agricultores un guiado centimétrico para evitar solapamientos entre pasadas, ahorrando costes y permitiendo conocer la ubicación exacta de apero y tractor. Esto brinda la posibilidad de tratar de manera independiente cada sección del campo, aprovechando al máximo la capacidad productiva de cada centímetro.
La conexión entre McCormick y Topcon permite realizar un guiado preciso del equipo agrícola. El AGI-4 ofrece como estándar un nivel de precisión WAAS y EGNOS, pero puede ampliarse a una precisión de 2 cm con opciones de radio RTK. Al igual que todos los receptores de Topcon, el AGI-4 ofrece recepción estándar satelital GNSS de múltiples constelaciones para mayor precisión en aplicaciones dinámicas y condiciones del terreno.
Bajo la denominación “El Factor Humano”, McCormick y Argo Tractors han desarrollado un software que analiza los comportamientos del operario, mejorando su rendimiento, ergonomía y el cuidado de la mecánica. Este software envía los datos a la nube para que el responsable de la flota los analice y proponga los cambios necesarios.
Todo esto sienta las bases de una nueva Revolución que permite seguir alimentando al mundo de forma inteligente y sostenible.