Los usuarios de RGS reflejan datos reales de ahorro de costes en el cultivo de almendro comparando con el riego por goteo superficial

El cultivo del almendro ha pasado en los últimos 15 años de ser un cultivo en la mayoría de casos marginal de secano con bajos rendimientos, a un cultivo de alto valor productivo que en regadío proporciona una alta y segura rentabilidad, lo que lo posiciona en una gran alternativa a la agricultura actual.

En este artículo, se explica el caso del sistema de riego por goteo subterráneo, cada vez más popular, aplicado concretamente al cultivo del almendro. A la vez que se repasan las características y evolución del cultivo del almendro en los últimos años, también se detalla la técnica del riego por goteo subterráneo, explicando su concepto y viabilidad para las distintas explotaciones existentes y las peculiaridades de diseño e instalación del mismo. No se pasa por alto sus ventajas y limitaciones, de vital importancia para la elección del sistema de riego ideal en cada caso.

El sistema de riego más extendido en España ha sido el riego por goteo, que nos ha permitido multiplicar las producciones y estabilizarlas en los años, aprovechando al máximo el recurso tan escaso y valioso en muchos casos, como es el agua.

No obstante, en el momento que se empieza a tecnificar el cultivo hasta el punto que se trabaja como si de una empresa industrial se tratase, valorando todos los costes, aparece el sistema de riego subterráneo (RGS/SDI) como una gran alternativa en este cultivo que nos permite minimizar los costes de agua, fertilizantes, averías, herbicidas, recolección, etc.; unido a una serie de ventajas que lo posicionan como un sistema de riego de alta eficiencia productiva.

Sin dudas, es un sistema de riego que en España se lleva trabajando más de 20 años, y que ha pasado por muchas fases de éxitos y fracasos, aunque se le han visto claras tantas ventajas, que ha sido lo que le ha empujado en cultivos como el almendro, donde tiene además una serie de ventajas añadidas, a que se valore como una alternativa de riego real a considerar.

El sistema de riego por goteo subterráneo (RGS) es un sistema de riego que aporta agua y nutrientes al suelo de forma localizada bajo la superficie del suelo condicionando la disposición y localización de las raíces y el patrón de desarrollo de las plantas.

El agua la aplicamos a través de los emisores de riego y su objetivo es humedecer solamente una parte del volumen del suelo (bulbo húmedo) donde se desarrollan o nos interesa que se desarrollen y concentren la mayor cantidad de raíces.

El manejo por nuestra parte tiene una gran importancia ya que vamos a ser los responsables de establecer y desarrollar un sistema radicular u otro, vamos a ser los responsables de conseguir eficiencias de aplicación de agua de riego superiores al 95% y por tanto, de conseguir un gran ahorro de agua. Nuestro principal objetivo es solapar un bulbo con otro y montar una franja continua de humedad donde las raíces puedan desarrollarse.

La experiencia nos dice que el sistema RGS tiene dos limitantes principales, una es el tipo de suelo y la otra es el manejo de la instalación.

Respecto al tipo de suelo, sabemos que en determinadas texturas ligeras como mucha arena, es complicado conseguir una franja continua de humedad y solapar bulbos de humedad. Por esta razón, es más complicado manejar la humedad correctamente en el suelo y por tanto, no es recomendable usar este sistema.

El otro limitante, es el propio agricultor cuando no está dispuesto a manejarlo y mantenerlo correctamente. Actualmente, se conoce cuál es el mejor manejo y práctica de riego, hay tecnología para ver qué sucede con la humedad en el suelo a través de sondas, sabemos los productos que se aplican para evitar intrusión radicular, etc… pero el conductor del sistema de RGS tiene que ser alguien exhaustivo que quiera hacerlo bien y por tanto condiciona el éxito del sistema en un porcentaje mayor que el propio producto que se instala o que el propio diseño.

Dicha instalación, la enfocaremos según las necesidades del cultivo en función del marco y el suelo que tengamos (textura, estructura, etc), jugando con caudales y separación de emisores para formar la franja continua de humedad que es el objetivo del RGS como hemos dicho.

La instalación se enfoca de forma diferente si vamos a ejecutar el proyecto en una plantación adulta o joven. No obstante siempre pensaremos en el tamaño de copa y su diámetro en edad adulta, ya que es el reflejo del sistema radicular y nos da la localización más adecuada de las tuberías emisoras.

No obstante las instalaciones de RGS, independientemente del marco de plantación al que trabajemos, Intensivos (6x5, 5x4, 7x6) o superintensivos (4x1.4, 3.5x1.2, 4x2), siempre diseñamos con doble tubería emisora por fila de árboles, ya que conseguimos manejar el árbol de una forma más eficiente y con un desarrollo óptimo que nos hace conseguir rendimientos excepcionales. Mojamos más volumen de suelo lo que se traduce a tener un sistema radicular más potente, desarrollado y equilibrado que con una sola tubería emisora, y por tanto, una traducción equivalente a una mayor densidad de copa del árbol.

La separación de las tuberías emisoras al tronco dependerá del marco de plantación que condiciona al tamaño de copa, siendo en plantaciones de superintensivos separaciones al tronco de 0,5-0,8 m y en marcos intensivos jugaremos a 1,5-1,8 m. Estos serían los puntos ideales de colocación de las tuberías emisoras en la edad adulta del árbol, lo que nos provoca en muchos casos de plantaciones nuevas que no debamos realizar la instalación de RGS el año de plantación y esperemos al año 2-3, según crecimiento del árbol para realizar la colocación de esta tubería emisora. De forma que durante los primeros años podemos incluso desarrollar el árbol con una única tubería emisora y el año 2-3 instalaremos la que teníamos en superficie, más la nueva que añadimos.

El punto óptimo normalmente es la prolongación de copa, que es donde tenemos con seguridad el sistema radicular que queremos alimentar.

La profundidad de la tubería es variable y hay que considerar distintos criterios, siempre pensando en formar ese bulbo de humedad en la zona radicular efectiva del árbol, por lo que dependiendo de la profundidad de suelo, de los horizontes, de la textura y de las operaciones culturales que va a realizar el propietario, nos moveremos entre los 20 y 40 cm.

Las grandes ventajas del riego por goteo subterráneo (RGS) son distintas y variadas según el enfoque de cada cultivo y zona donde se plantee, pero pensando en almendro podríamos agruparlas en diferentes bloques.

• Concienciación ambiental:

Agua: es la gran ventaja en la mayoría de usuarios por la razón tan obvia de que es un bien cada vez más escaso y caro, ya que eliminamos las pérdidas por evaporación, escorrentía y percolación.

Fertilizantes: la aplicación de la cantidad justa en el momento óptimo a la planta con el sistema RGS de una forma sencilla, es la mejor forma de optimizar la fertirrigación sin contaminar los suelos y acuíferos subterráneos.

Herbicidas: la agricultura con cubierta vegetal va a crecer en el cultivo del almendro y poder controlar las malas hierbas es una de las principales razones para optar por el RGS ya que facilita mucho las tareas de desbrozado sin dañar el sistema de riego.

Fitosanitarios: la aplicación del agua en profundidad tiene la ventaja de tener muchas menos humedad en superficie lo que permite usar menos productos fitosanitarios para la prevención de enfermedades en los cultivos.

Ausencia de erosión por escorrentías: sistemas como la aspersión no son aptas para parcelas con ciertos desniveles, y en plantaciones con caballón o meseta evitamos esa escorrentía del gotero que provoca en los laterales.

La posibilidad de aplicación de las aguas residuales con total garantía alimentaria.

El enfoque de la agricultura actual va hacia la optimización de costes para mejorar la cuenta de resultados final. Es en este punto donde los usuarios de RGS nos reflejan datos reales de ahorro de costes en el cultivo de almendro comparando con el riego por goteo superficial que sería la otra alternativa de riego. Sin duda, estamos ante el sistema de riego con mejor relación (costes €/Kg producido):

• 15-20% de ahorro de agua, 10-20% de ahorro de abonos, mejores rendimientos en las operaciones culturales lo que nos da ahorro de combustible/ha, menos uso de herbicidas, menos mano de obra en el mantenimiento de las instalaciones de RGS al tener menos roturas provocadas por roedores, cazadores y rendimientos siempre más altos en el binomio (Kg producción/m³ agua gastado).
• Otra de las grandísimas ventajas sobre todo en frutos secos donde muchos productores están cambiando su sistema de recolección para mejorar su coste en la operación, a vibrar a suelo y recoger en este con barredoras, etc... Razón por lo que el RGS es el único sistema capaz de “no molestar” en esta operación.
• El sistema RGS proporciona una mejor adaptación a la agricultura ecológica/orgánica que está en una clara tendencia de crecimiento, ya que al no poder usar herbicidas debemos buscar sistemas que por un lado no hagan proliferar las malas hierbas al mojar en superficie, y por otro permitan controlarlas mejor sin estorbos.

Comentando sus limitaciones debemos valorar tres:

• En determinados tipos de suelo con poca profundidad o texturas muy sueltas.
• El sistema implica un incremento en el coste de instalación de un 20-30% debido a la operación de enterrar la tubería, que en muchos casos los productores emplean sus tractores y eliminan.
• El propietario que tenga la necesidad de ver el agua obviamente no corresponde a un manejo correcto y por ello no es tampoco su sistema.

Valorando todas las ventajas comentadas frente a las limitaciones actuales del sistema, comprobamos es un sistema muy interesante.

En el punto actual que nos encontramos en cuanto al avance en productos tecnológicos específicos aplicados al RGS, referencias de miles de hectáreas y variedad de cultivos, el manejo por parte de miles de usuarios en todo el mundo, empresas con Know-How en la aplicación como AZUD y toda la tendencia actual de problemas de escasez de agua, agricultura orgánica/ecológica, así como nuevas técnicas de cultivo, plantean al RGS como un sistema de riego con un largo recorrido que se ajusta en muchos casos como la mejor alternativa de riego.