Las siembras todavía no han finalizado en la provincia de León
El cultivo de remolacha azucarera retrocede en la zona norte y se queda en 21.000 hectáreas
Con respecto a 2019, la empresa Azucarera aumenta ligeramente la superficie de remolacha contratada para la campaña 20/21, hasta algo más de 10.000 hectáreas, mientras que la cooperativa ACOR pierde unas 3.000 hectáreas de cultivo y se quedará cerca de las 11.000 en el conjunto de Castilla y León cuando concluyan las siembras.
La campaña de remolacha azucarera ha comenzado en la zona norte con un importante descenso de superficie. De 24.000 hectáreas (ha) registradas en 2019 se habría pasado a 21.000 este año. Las cifras que aportan las dos industrias que operan en el sector, ACOR y Azucarera, reflejan cómo la cooperativa con sede en Valladolid habría perdido cerca de 3.000 hectáreas respecto al año 2019 cuando la contratación ascendió a 14.116 ha, lo que representa un 23,5% de caída aproximadamente. Por otra parte Azucarera, filial en España del grupo inglés British Sugar, ha mantenido un nivel de contratación similar al del pasado año y espera alcanzar las 10.250 ha de cultivo una vez concluyan las labores de siembra, lo que supondría un repunte cercano al 4,3% desde las 9.830 ha de la campaña anterior.
Lluvias intensas y frecuentes en abril
Como está demostrando el conjunto del sector agroalimentario nacional durante la crisis generada por el COVID-19 en España, los agricultores no han parado en su afán por mantener estable la oferta de alimentos y asegurar así el suministro a la población. No obstante, el inicio del calendario de siembra en este cultivo coincidió con el desarrollo de la pandemia en España y la declaración del Estado de Alarma en nuestro país. Un hecho que para el Jefe del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR, Miguel Ángel Catalán, ha “influido“ en la pérdida de hectáreas de remolacha que no se han llegado a sembrar este año ”por miedo“ a la enfermedad. Según el responsable técnico de la cooperativa, otros factores que han jugado en contra del cultivo han sido el periodo de transición de las ayudas al cultivo contenidas en el PDR de Castilla y León, prorrogado este año pero que concluía en 2019, y principalmente, las intensas y frecuentes lluvias que desde mediados de marzo han hecho ”inviables” las siembras en determinadas zonas de la región donde había "intención de sembrar y estaba todo preparado".
Catalán reconoce que "bastantes" socios han trasladado a la cooperativa su voluntad de volver a producir remolacha en 2021, mientras espera que acaben de sembrarse este año unas 150 hectáreas que restan por cubrir en la provincia de León para llegar a una cifra total cercana a las 10.800 hectáreas. El desarrollo del cultivo es "bueno" hasta el momento, salvo en algunos puntos en los que ha podido afectar el granizo y el exceso de agua por alguna tormenta. Desde el Servicio Agronómico de ACOR recomiendan que se vigile a partir de ahora la "posible incidencia de rhizoctonia y fusarium" debido a la humedad y a un probable aumento de las temperaturas a medida que nos acerquemos al mes de junio.
Las dos industrias vinculadas al cultivo de remolacha en España mantienen cuatro fábricas azucareras en la zona norte.
Azucarera esperará hasta junio para sumar hectáreas en León
En el caso de los agricultores que cultivan remolacha para Azucarera, las siembras de este año podrían prolongarse hasta el mes de junio. Así lo ha constatado la directora del Área Agrícola de la empresa, Salomé Santos, al confirmar que en la zona de influencia de la factoría de La Bañeza “hay en estos momentos sembradas poco más de 3.000 hectáreas y esperamos terminar con algo más de 4.000”. Frente a la certeza de que la tarea no va a concluir antes de mitad de junio y de que se trata de una fecha inusualmente tardía para este cultivo, Santos adelanta que La Bañeza comenzará a recepcionar en febrero de 2021 y que será la planta de Toro la que vaya molturando toda la remolacha que vaya saliendo de León y de la misma provincia zamorana. "Es como si las dos fábricas fueran una sola y nuestra intención es escalonar las entregas de raíz para que la remolacha que se siembre ahora pueda completar el ciclo hasta el próximo mes de febrero", confirma la responsable de Azucarera.
Las estimaciones que se hacen desde esta industria son que en el entorno de Toro se han sembrado unas 1.000 ha más que en 2019 hasta llegar a las 4.000 ha, algo más de 4.000 ha en La Bañeza por las 3.600 del año pasado, mientras que en la zona de influencia de la azucarera de Miranda de Ebro la superficie habría descendido en 500 ha hasta las 2.500 ha de este año. Mientras que en el caso de Toro y La Bañeza la empresa ha logrado "recuperar agricultores e introducir a algunos nuevos en el cultivo", en la fábrica burgalesa habría afectado la pérdida de superficie detectada en Navarra, Álava y La Rioja. En el caso de la provincia vasca, la responsable de Azucarera reconoce que existe "cierto enfado por el cambio en el modelo de contratación del cultivo", al pasar de un pago fijo a uno variable en función del precio del azúcar en la Unión Europea. En La Rioja la causa del abandono de parte de la superficie se debería a la incidencia de la cercospora, una circunstancia que ha mermado los rendimientos en las dos últimas campañas en una zona donde habitualmente se obtenían las medias productivas más altas de Europa. Y en Navarra, donde Azucarera tiene el objetivo de asegurarse una superficie "base" de 500 hectáreas de remolacha cada campaña, los problemas han venido por la bajada de las producciones "a consecuencia del exceso de nitrógeno en una zona donde predomina la ganadería", afirma Santos.
En todo caso, desde Azucarera se confía en que esta campaña de remolacha sea "positiva". A las 8.000 ha de cultivo contratadas en Andalucía se suman más de 10.000 en la zona norte, donde la remolacha ha empezado el ciclo de forma "rápida y con buena implantación lo que hace pensar en un año bueno desde el punto de vista agronómico". Asimismo, los precios del azúcar en Europa se mantienen estables y ajenos de momento al descalabro del petróleo y por ende del etanol, dos factores que desde Azucarera esperan que "no impacten en el mercado europeo donde las existencias de azúcar son ajustadas y mantienen la tendencia alcista observada en los últimos meses".
El reto de la innovación en el cultivo de remolacha
Existe el compromiso de avanzar en la obtención de soluciones alternativas para los problemas de amarillez virótica y cercospora.
En lo que coinciden las dos industrias vinculadas al cultivo de remolacha en España es en la necesidad de innovar para seguir manteniendo la rentabilidad y la sostenibilidad de esta alternativa en los regadíos del norte de España. Tanto Azucarera como ACOR están manteniendo reuniones por vía telemática con los responsables técnicos de la plataforma de transferencia tecnológica relacionada con el cultivo e impulsada por ambas empresas, con el apoyo de AIMCRA y el ITACYL, a finales de 2019. Una de las iniciativas puestas en marcha en el marco de este convenio son los ensayos para encontrar alternativas a la prohibición de los insecticidas neonicotinoides. A pesar de que este año se dispone, de nuevo, de un uso excepcional para el tratamiento de la semilla concedido por el Ministerio de Agricultura para su empleo en remolacha, existe el compromiso de avanzar en la obtención de soluciones alternativas para el problema de la amarillez virótica. En lo que respecta a la cercospora, Salomé Santos espera que el año que viene ya estén disponibles dos nuevas variedades de remolacha tolerantes "gracias a la investigación desarrollada por las empresas KWS y SES".