Atasco de datos en las explotaciones: Es importante tener claro qué datos se necesitan y cuáles son las herramientas para conseguirlos

Daniel del Río –socio fundador de la Asociación de Técnicos Vitícolas de Castilla y León (ATEVICAL)

La digitalización del viñedo es algo que se está generalizando cada vez más en el viñedo y entre los técnicos vitícolas, como señala Daniel del Río, socio fundador de la Asociación de Técnicos Vitícolas de Castilla y León (ATEVICAL) y directo de operaciones de la empresa Biomemakers.

Pero Del Río también tiene claro que son herramientas que, aunque muy útiles, no hacen el trabajo sólo y que el técnico tiene que saber utilizar, seleccionando sólo los datos que mejor le sirvan para optimizar un viñedo de unas determinadas características. Entre todas las herramientas digitales, el técnico viticultor también debe saber cuáles le pueden aportar los datos necesarios, en función de las posibilidades materiales y de las características de los viñedos de una bodega.

TIERRAS.- ¿Cree que la digitalización de la viticultura es positiva?

DANIEL DEL RÍO.- Claro que es positiva. Todo lo que sea recoger y procesar datos para controlar el viñedo es muy positivo. No obstante, con el crecimiento en los últimos años de las herramientas digitales, se ha creado una sobre expectativas en relación con la digitalización o lo que se ha llamado agricultura inteligente. Los drones, los sensores, los análisis no nos van a hacer el vino sólo, no van a hacer que la viña sea mejor por sí mismos, pero son herramientas muy buenas que le van a servir al técnico saber donde ir a mirar. Permiten optimizar las visitas al campo y las decisiones y ayuda a tomar esas decisiones de forma más rápida.

TI.- ¿Está generalizado entre los técnicos viticultores el uso de programas de gestión, estaciones o datos agrometeorológicos, sondas de humedad y/o nutrientes, medidores NDVI, drones o datos de satélite?

D.D.R.- Sí, cada vez está más generalizado. Cada vez los datos están más al alcance de la mano, a través del móvil, y son datos que vienen muy bien. Pero, a veces, tenemos una ‘intoxicación’ de datos, porque recibes más de los que puedes digerir y te sirven. Es muy importante para tu explotación y tus objetivos elegir qué datos necesitas, según el vino que se quiera hacer. A partir de ahí, hay que analizar todo lo que hay a disposición en el mercado, que es mucho. Si quieres optimizar el riego debes tener sondas de suelo; si quieres ver el estado de tus cepas utilizas un dron; si quieres tener un Sistema de Información Geográfica (SIG) de las parcelas debes utilizar un satélite. Se debe elegir bien lo que se necesita.

TI.- Siendo realistas, ¿Cuáles son los aparatos digitales más usados en viticultura?

D.D.R.- Ahora los sistemas de digitalización más usados en viticultura son los SIG (de satélite o dron), las estaciones meteorológicas, las sondas de humedad y, con ello, se hacen bases de datos que se pueden alimentar de forma permanente y ayudan mucho a la gestión de las parcelas. No resuelven los problemas, pero te ayudan a localizarlos y a saber cuál es su alcance real. Vas al campo a tiro fijo, sabes lo que tienes que ir a mirar y donde lo vas a encontrar.

TI.- ¿Qué elementos de la viticultura digital usa y para qué?

D.D.R.- Es una opinión personal, pero a mí, según mi experiencia en las explotaciones en las que he estado y en las que estoy dirigiendo proyectos, me interesa mucho el clima (estaciones meteorológicas) y el suelo (sondas de humedad) porque, si tengo la suerte de tener riego voy a optimizarlo y, si trabajo en secano, voy a poder tomar decisiones en base a la humedad del suelo y al comportamiento de las viñas. Conocer el suelo es muy importante y a veces se nos olvida porque esta ahí siempre. Aparte de los análisis de suelo hay nuevas herramientas como los análisis microbianos que te dan más información. Y el suelo es muy importante porque es el reservorio del agua y de los nutrientes que necesita la planta.

TI.- ¿Las imágenes aéreas cree que son útiles para optimizar el riego, el abonado, la aplicación de fitosanitarios o decidir la fecha de vendimia?

D.D.R.- Sí porque todos los técnicos de viña pensamos en espacial. Si me dicen una bodega donde ir, lo primero que me viene a la mente es el mapa de la viña. Si todos esos datos que son más analógicos, como los análisis de suelo, soy capaz de ponerlos en espacial, es magnífico. Ahora tenemos los SIG que integran toda la información de la evolución de los cultivos. Para mí es básico pensar en espacial, para saber por dónde comienzo un tratamiento, para el cálculo de superficies, para saber cuándo iniciar la poda o saber por dónde llega la poda dentro del viñedo.

TI.- ¿Qué prefiere para tener este conocimiento espacial de la viña? ¿Satélites o drones?

D.D.R.- Depende de para qué. Desde mi punto de vista el dron te puede dar demasiados datos. Si la estructura de un viñedo es con muchas parcelas y muy diseminadas, el dron te aporta demasiados datos porque va a medir parámetros a nivel de cepa, mientras que el satélite es muy bueno en ese caso porque, con una imagen, va a dar información de todas las parcelas en el mismo momento y en el mismo plano, con lo que es información perfectamente comparable. Dependiendo de la resolución del satélite, se puede afinar más o menos. El dron sirve si quieres sacar de cada cepa la incidencia de enfermedades, etc. A mí, ver una cepa marrón al lado de tres verdes me da poca información, pero si soy capaz de generar un mapa de puntos de cepas marrones en todas las parcelas de la bodega, voy a poder comparar con la situación geomorfológica.

TI.- ¿Hacia dónde va la viticultura española en relación a la digitalización?

D.D.R.- Creo que, poco a poco, habrá una mayor digitalización. En bodega, los enólogos llevan midiendo todos los parámetros desde hace mucho tiempo. Eso que hacen en las bodegas y que cuando se hace la carrera de Enología parece básico, hay que empezar a hacerlo en el viñedo; no para tomar decisiones digitales, si no para empezar a comprender mejor los viñedos y para sacar la mejor expresión al ‘terroir’. Es a donde creo que va el mercado del vino. Son herramientas que, poco a poco se irán utilizando, dependiendo del poder adquisitivo de las bodegas, claro. Habrá bodegas con menos dinero, o que quieran optimizar sus recursos o que quieran ir más lentamente, también tienen herramientas muy potentes y muy fáciles de conseguir.