Naciones Unidas declara 2026 como Año Internacional de los Pastos y los Pastores
La Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York declaró por unanimidad 2026 como el Año Internacional de los Pastos y los Pastores (IYRP). Esta aprobación final es la culminación de un movimiento que ha crecido durante varios años hasta convertirse en una coalición mundial de más de 300 organizaciones, incluido el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI) y varias agencias de la ONU. Sobre la base de estos esfuerzos, el Gobierno de Mongolia y 68 países copatrocinadores elaboraron y presentaron la resolución a la Asamblea General de Naciones Unidas.
La Asamblea General de Naciones Unidas aprecia plenamente la importancia de la resolución del IYRP para abordar la biodiversidad mundial, el cambio climático y las cuestiones socioeconómicas. “El pastoreo es un medio de vida dinámico y transformador vinculado a los diversos ecosistemas, culturas, identidades, conocimientos tradicionales y la experiencia histórica de coexistencia con la naturaleza. Los pastizales sanos son vitales para contribuir al crecimiento económico, los medios de vida resilientes y el desarrollo sostenible del pastoreo”, reconoce.
Los pastizales cubren más de la mitad de la superficie terrestre del mundo y es por tanto nuestro mayor ecosistema, pero es el más amenazado y el menos protegido. En todo el mundo los pastizales sustentan los medios de vida y la seguridad alimentaria de cientos de millones de pastores, que proporcionan productos ganaderos no sólo para ellos, sino también para millones de personas. Los pastores utilizan su ganado para convertir la vegetación, a menudo escasa y efímera, que no puede ser consumida por el ser humano, en alimentos baratos y saludables con proteínas de alta calidad para los mercados nacionales y de exportación. Contribuyen así a la nutrición y la seguridad alimentaria mundiales, según destaca Trashumancia y Naturaleza.

Los pastizales y el pastoreo sostenibles son muy necesarios, más aún en un mundo que se enfrenta a un panorama impredecible y cambiante, donde ya más de 700 millones de personas –casi una décima parte de la población mundial– padecen hambre, y donde un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción. Sobre todo, en los últimos 100 años, los pastores han sufrido numerosas injusticias como el despojo de sus zonas tradicionales de pastoreo y el bloqueo de sus rutas migratorias. Sin embargo, estas comunidades siguen sobreviviendo y aplicando conocimientos y habilidades que los convierten en fuertes aliados del desarrollo sostenible frente a la creciente incertidumbre que todos experimentamos.
El pastoreo es un sistema de producción que requiere poca energía fósil. Se basa principalmente en la autogeneración de pastos naturales. También ayuda a prevenir los incendios forestales, ya que consume gran parte de la vegetación del suelo que podría proporcionar el combustible para arder. Así pues, el pastoreo puede ser un sistema de producción ganadera que optimiza el equilibrio dinámico entre la producción y la sostenibilidad en condiciones muy variables y cambiantes.
El IYRP pretende sensibilizar y colmar las lagunas de conocimiento a nivel mundial sobre los considerables beneficios que aportan los pastos sanos y el pastoreo sostenible. También abogará por reforzar la capacidad del sector del pastoreo y para aumentar la inversión responsable en este sector. El objetivo final es hacer que los pastos y los pastores ocupen un lugar destacado en los debates políticos, desde la lucha contra la crisis climática hasta la reducción de la pobreza, pasando por la gestión de las amenazas a la biodiversidad y el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles y la contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.