La organización agraria JARC estima que la subida de la alimentación provocó que la rentabilidad fuera negativa, durante seis meses de 2021
Piden activar el almacenamiento privado en porcino por la reducción de las exportaciones a China
Después de dos años muy positivos, el ejercicio 2021 finaliza con una cotización media del cerdo de capa blanca en Cataluña de 1,253 euros por kilogramo, un 5,4% menos que en 2020. Ante esta situación, la organización agraria Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) considera necesario que se active la medida del almacenamiento privado de la carne de cerdo para evitar que el exceso de oferta continúe bajando los precios.
El descenso de la exportación de carne a China en los últimos meses ha sido la principal causa de la caída paulatina de los precios durante el pasado año, según el análisis realizado por JARC, dado que la reducción de las exportaciones al gigante asiático y la aparición de la peste porcina africana en Alemania han provocado que hubiera mucho más producto en el mercado intracomunitario, incapaz de lograr volúmenes de exportación anterior, con el consecuente aumento de la oferta dentro la Unión Europea. Respecto a la peste porcina africana, la organización pide que se refuercen los controles y las medidas de bioseguridad, ante la aparición de un brote la semana pasada en Italia.
El año empezó con unos precios más bajos de los deseados, pero la situación llegó al colapso a mediados de junio, apenas después de lograr la cotización más alta del año, de 1,553 euros por kilogramos de animal en vivo. A partir de entonces, empezó un descenso imparable del precio del cerdo en el ámbito europeo, que únicamente se estabilizó a la baja en el inicio del mes de noviembre.
Los datos del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural (DACC) de la Generalitat de Cataluña, igual que los de JARC, contemplan un total de 52 cotizaciones con un precio medio de lonja de 1,253 euros por kilo en vivo vivo, que acaba comportando un precio de venta neto de 1,242 euros por kilo vivo, después de aplicar los gastos y descuentos sobre el precio nominal de Mercolleida. Debe tenerse en cuenta que Cataluña es líder en la producción nacional de carne de porcino.

Por su parte, los costes de producción en el sector agrario han aumentado un 30% de forma global, con incrementos disparados en los precios del gasóleo (+40-60%), energía (+300%), plásticos (+50%), agua (+30%), fertilizantes (+100%) y piensos (+25%).
El gasto de alimentación animal es uno de los factores más determinantes en la producción porcina, puesto que su coste representa el 70% de los costes de producción. Según los datos del DACC, el precio del pienso pasó de 0,75 euros por kilogramo en diciembre de 2020 a 0,94 euros por kilo en el mismo período de 2021. Esta subida que ha propiciado que el margen de rentabilidad de los productores fuera negativo durante seis meses del año, como los -0,27 euros por kilo de noviembre o los -0,30 euros de diciembre. Al final, la media anual es de apenas +0,02 euros por kilogramo.
“Al margen de los gastos habituales, los ganaderos han tenido que asumir también los gastos derivados de la adaptación a la nueva normativa, el vaciado de las balsas de deyecciones y otras medidas positivas para el medio ambiente, teniendo en cuenta que el sector porcino no es perceptor de ayudas directas”, señala JARC.
Apuesta por la energía fotovoltaica
En esta situación marcada por el aumento de costes de producción, la organización agraria considera el auto abastecimiento energético como una buena inversión para los ganaderos y recomienda acogerse a las ayudas de por instalación de placas de energía fotovoltaica en los tejados de las explotaciones, con la que se consigue un ahorro considerable en la factura de la luz, con energía limpia. JARC pide, por otro lado, a la Administración que aseguren el presupuesto para apoyar a este tipo de inversiones.