Igus ofrece componentes plásticos duraderos certificados para salas blancas de ISO Clase 1
Una producción libre de partículas con componentes de plástico de alto rendimiento
El control del riesgo de contaminación es crucial en la industria farmacéutica, tanto en la producción de medicamentos como en la investigación de vacunas, ya que cualquier forma de impureza puede constituir un riesgo para la salud. Por este motivo, las salas blancas se han convertido en una parte indispensable de este sector. Los fabricantes de productos farmacéuticos se enfrentan al desafío de combatir no solo microorganismos y gérmenes, sino también las diminutas partículas que pueden desprenderse de las máquinas y dispersarse en el ambiente. En este contexto, Igus ofrece una solución con sus componentes plásticos, resistentes al desgaste y exentos de lubricación: los motion plastics.
Las salas blancas son esenciales en la fabricación de medicamentos, ya que están sujetas a requisitos específicos en cuanto al control del número de partículas y microorganismos presentes en el ambiente. Cada movimiento representa un riesgo higiénico, ya que puede generar abrasión. Por ello, Igus ha desarrollado componentes especiales de plástico de alto rendimiento diseñados para este ámbito, que incluyen desde platos giratorios hasta guías lineales y sistemas completos de cadenas portacables. Los plásticos utilizados para estos componentes, bautizados como motion plastics, se caracterizan por ser muy ligeros, silenciosos, resistentes a la corrosión, generar bajos niveles de vibración y requerir poco mantenimiento. Además, dado que los lubricantes sólidos están integrados en el material, no se requiere el uso de lubricantes externos, permitiendo así el uso de estas piezas en áreas altamente sensibles a la higiene y garantizando una larga vida útil.
Pruebas exhaustivas en el laboratorio especial para salas blancas
La exigencia en los estándares de calidad para salas blancas, determinados tanto por los clientes como por las normativas de ensayo, aumentan constantemente. Para garantizar la mejor idoneidad posible a estas salas, Igus somete a sus productos a exigentes pruebas, las cuales permiten obtener la clase de cada uno según la norma ISO. Con el objetivo de desarrollar nuevos productos compatibles con mayor rapidez, el Instituto Fraunhofer IPA, con el que Igus colabora desde 1997, ha diseñado y construido un laboratorio de salas blancas personalizado con un sistema de sala blanca de ISO Clase 1 según la norma ISO 14644-1. En este laboratorio, se llevan a cabo pruebas específicas para clientes y se aplican las normas de higiene más rigurosas.
e-skin flat, un sistema flexible y compacto para el guiado de cables
Las pruebas llevadas a cabo por el Instituto Fraunhofer IPA confirmaron que la e-skin flat cumple los estándares más exigentes de las salas blancas. Esto significa que, durante el funcionamiento de la cadena portacables, no hay más de diez partículas de 0,1 micrómetros (µ) ni más de dos partículas de 0,2µ en un metro cúbico de aire ambiente. A modo de comparativa: en un metro cúbico de aire junto a un fumador, hay hasta 100.000.000 de partículas mayores de 0,5µ. Igus también ha desarrollado la serie de cables CFCLEAN específicamente para su uso en el e-skin flat. Los cables pueden ser de alimentación y control de motores, bus y Ethernet. Bajo previa solicitud, es posible adquirir un sistema completo con cables listo para conectar y con certificación UL para aplicaciones en salas blancas.
Preparado para salas blancas ISO Clase 1, incluso después de 60 millones de ciclos
Hasta el momento, existía incertidumbre acerca del nivel de desgaste que experimentan los plásticos técnicos Igus tras un uso prolongado e intensivo. Con el objetivo de determinar dicho nivel, Igus implementó una configuración de prueba única en el sector hasta el momento.
La primera fase se llevó a cabo en el laboratorio de Igus, en un entorno con niveles habituales de polvo y suciedad, donde durante aproximadamente un año y medio, el e-skin flat operó sin problemas, completando 60 millones de ciclos. La segunda fase se desarrolló en un laboratorio de salas blancas establecido en colaboración con Fraunhofer IPA. La cadena portacables se desplazó durante 100 minutos dentro de cajas de flujo laminar equipadas con filtros de alto rendimiento y sensores para el registro de la concentración de partículas en el ambiente. Tras haber completado 60 millones de ciclos, el sistema e-skin seguía cumpliendo con los estándares de la clase más alta de salas blancas.
Estos resultados proporcionan una seguridad adicional a los operadores de instalaciones de producción en ambientes de salas blancas.
Sensores inteligentes para una máxima vida útil
La creciente demanda de fiabilidad e higiene en los procesos ha impulsado un aumento en la fabricación de productos en entornos de sala blanca. Por este motivo, resulta fundamental la mejora constante tanto de las máquinas como de los procesos de producción.
Con el fin de evitar fallos y paradas no planificadas en los sistemas y disminuir los costes de mantenimiento, Igus ofrece los smart plastics, sensores inteligentes para sistemas de cadenas portacables, cables y cojinetes que permiten la monitorización en tiempo real (i.Sense) y la implementación del mantenimiento predictivo (i.Cee). Para la e-skin flat, Igus cuenta con i.Cee EC.S, un sensor ultrasónico montado debajo de la cadena que posibilita la medición del estado sin contacto y es adecuado para entornos de salas blancas de hasta la Clase 1 según la norma ISO 14644-1. Cuando se detecta una condición crítica en el sistema de suministro de energía, se emiten recomendaciones de mantenimiento de forma inmediata y la información sobre el estado de la sala blanca se proporciona a los usuarios en tiempo real, estando disponible donde sea necesario. Además, es posible conectar fácilmente el sensor a redes IoT globales mediante el módulo i.Cee, integrándolo en un concepto de mantenimiento predictivo.
La implementación de los sensores inteligentes de Igus permite a las empresas maximizar la vida útil de los productos y evitar una sustitución prematura innecesaria. Además, ayuda a reducir los costes de mantenimiento y el riesgo de fallos, al tiempo que aumenta la eficacia de los equipos en salas blancas.