La transición hacia la digitalización: El futuro de la industria cosmética
Álvaro Díaz Ballesta, adjunto a Dirección Técnica en Stanpa
08/02/2024Como síntoma de esta evolución, están surgiendo consumidores más conscientes del impacto de sus acciones, los cuales realizan compras con un claro conocimiento y, por tanto, demandan una mayor cantidad de información sobre los productos que adquieren, y esto afecta directamente a los productos cosméticos. A lo que se suman requisitos adicionales impuestos por nuevas legislaciones.
Ante esta creciente demanda de información que debe indicarse en los productos cosméticos que, a su vez, presentan envases cada vez más pequeños, se está gestando lo que podría denominarse como una transición hacia la digitalización. Esta digitalización no solo busca adaptarse a las nuevas necesidades actuales, sino también mejorar la experiencia y satisfacción del consumidor.
En esta nueva manera de comunicar la información, organizaciones como Cosmetics Europe han tenido un peso importante, y es que la voz de la Industria Cosmética en Europa ha estado trabajando en esta transición digital desde 2015. Fue ya en esta fecha cuando la Cosmetics Europe sentó las bases sobre el “futuro de la información digital obligatoria” e hizo un balance de los requisitos legales que podrían afectar a esta digitalización.
Asimismo, entre 2016 y 2020, esta organización realizó encuestas a los consumidores a gran escala sobre la “lista de ingredientes digitales”, la cual podría aparecer en un futuro, adelantándose de esta manera a la transformación que estamos viviendo actualmente.
Las partes interesadas en este punto son principalmente dos: los consumidores, que necesitan un acceso fácil y consistente a la información digital; y los minoristas, con los que la industria cosmética deberá trabajar codo con codo para que la transición digital se alcance de manera fluida y eficaz.
La digitalización en la industria cosmética va a suponer un avance importante en la información que se le presente al consumidor, influyendo directamente en qué información se comunica y cómo se indica.
Teniendo en cuenta que los próximos requisitos legales que van a implantarse en la industria, como son el Pasaporte Digital del Producto o la información adicional sobre las declaraciones ambientales voluntarias de los productos (ambos vienen a través del Pacto Verde Europeo), van a suponer un gran impacto, las oportunidades que surgen al respecto son igualmente significativas, y es que en el estado actual de la transición se puede contribuir a dar forma a los próximos requisitos legales coordinando a todas las partes interesadas y manteniendo una posición conjunta en toda la industria cosmética.
Además, se puede promover la armonización regulatoria en toda la Unión Europea y allanar el camino para futuros debates europeos.
Esta evolución del mercado implica retos significativos; el etiquetado físico ya se enfrenta a constantes requisitos de información y la reducción del espacio disponible para comunicar al consumidor, particularmente para esa información que permite la diferenciación entre marcas y productos.
El cambio de los requisitos obligatorios en el etiquetado físico a la digitalización de éstos implica un impacto operacional significativo y una demanda de recursos adicionales a corto y medio plazo en toda la industria.
Esto afecta tanto a los sistemas digitales de las empresas como a sus procesos operacionales, así como al volumen de trabajo, que aumentará en un corto periodo de tiempo.
No obstante, surgen dos oportunidades muy destacables, la primera es que la digitalización ofrece la posibilidad de reducir los costes a largo plazo al eliminar la necesidad de actualizar continuamente las etiquetas físicas con cada mínimo cambio de información obligatoria. Esto, a medio y largo plazo, será beneficioso para la optimización de recursos de las empresas.
La segunda oportunidad reside en que esta transición va a promover la apertura de nuevos canales de comunicación con los consumidores. Esto permite establecer una relación más cercana y directa con ellos, lo que puede mejorar la experiencia del cliente y fortalecer la conexión con la marca.
Comprender estos retos y oportunidades es muy importante, ya que puede permitir a la industria cosmética tomar medidas de manera proactiva para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades presentadas por la digitalización.
No obstante, para conseguir todo esto es esencial entender la perspectiva de los principales actores en esta transición. Los consumidores necesitan un acceso sencillo y uniforme a la información digital, especialmente cuando se ofrece a través de códigos QR en los envases de los productos cosméticos. Los minoristas a su vez deberán ser corresponsables junto a las Personas Responsables de la puesta en el mercado del producto.
Mientras tanto, los Estados miembros y las organizaciones de consumidores ven la información digital como un complemento, no una alternativa, lo que nos indica que, quizá todavía sea pronto para que se llegue a comprender que existe información en el etiquetado que, eventualmente, se indicará de manera digital.
Esta situación es relevante dado que observamos que los consumidores están enfrentando una sobrecarga de etiquetas con abundante información, lo que provoca que aquella verdaderamente crucial se pierda entre la saturación.
Ante este panorama, la industria debe explicar y demostrar a los consumidores que existirá la continuidad en el acceso a la información a través de medios digitales y que el acceso a la misma será fácil y sencillo.
La colaboración con minoristas es esencial para una transición suave y eficiente, y finalmente, se deberán definir las responsabilidades entre la Persona Responsable y los minoristas en esta comunicación de la información, ya que es crucial para un enfoque unificado y claro.
En resumen, la industria cosmética se encuentra en un punto de inflexión crucial. Debe liderar proactivamente la transición hacia la digitalización, comprendiendo las perspectivas de las partes interesadas y enfrentando los desafíos y oportunidades que presenta este cambio para mejorar la experiencia del consumidor y promover la transparencia en la información de productos cosméticos.
Una de las iniciativas clave en esta transición es Cosmile Europe, un proyecto liderado por Cosmetics Europe junto con la Asociación Alemana de Cosmética, Higiene, Perfumería y Detergentes (IKW), en colaboración con la French Fédération des Entreprises de la Beauté (FEBEA) y con el apoyo de desarrollo tecnológico de health&media GmbH.
Con respecto a este proyecto, Stanpa (la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) ha trabajado mano a mano con Cosmetics Europe en el lanzamiento de la herramienta en nuestro país y se ha ocupado de la traducción del contenido a español, contando con la colaboración del CSIC, reforzando así el compromiso de la industria cosmética española con la transparencia y digitalización de la información hacia el consumidor.
Esta plataforma es una iniciativa pionera en Europa que ofrece información fiable, verificada y respaldada científicamente sobre casi 30.000 ingredientes utilizados en cosméticos. Esta base de datos lucha contra el flujo constante de desinformación disponible en internet, ofreciendo una información transparente sobre los productos cosméticos que los consumidores utilizan a diario, ayudando a tomar decisiones informadas en sus actos de compra.
Esta base de datos de ingredientes cosméticos dispone de una aplicación móvil con la cual, el consumidor puede escanear la lista de ingredientes del producto cosmético que desee y tendrá acceso a la información más actualizada y veraz de cada uno de los ingredientes.
Asimismo, tiene la opción de que cada empresa interesada suba información sobre sus productos a la aplicación para que, tras escanear el código de barras en el etiquetado, el consumidor pueda acceder a esta información.
Como se puede observar, esta iniciativa tiene bastante peso en la transición digital, ya que muestra y confirma que la digitalización es posible y está a la orden del día, es de fácil acceso y sencillo de usar por cualquier consumidor.
Como conclusión, se puede indicar que la transformación digital en todos los sectores está siendo innegable en Europa en los últimos años, y la industria cosmética no se está quedando atrás. La transición hacia la digitalización está siendo impulsada por la necesidad de ofrecer una mayor cantidad de información en los productos cosméticos, que a su vez presentan envases cada vez más pequeños. Este cambio no solo busca adaptarse a las demandas actuales, sino también mejorar la experiencia del consumidor.
A pesar de los desafíos y complejidades que enfrenta el etiquetado físico al trasladar la información obligatoria a la esfera digital, esta transición presenta oportunidades significativas. La digitalización no solo reduce los costes a largo plazo al eliminar la constante actualización del etiquetado físico, sino que también establece nuevos canales de comunicación que mejoran la conexión y la confianza con los consumidores.
Para abordar eficazmente esta transformación, es esencial considerar las perspectivas de los consumidores, minoristas y organizaciones reguladoras. Además, entre otras iniciativas, el proyecto de la base de datos de ingredientes cosméticos Cosmile Europe, destaca la viabilidad y relevancia de la digitalización al ofrecer información precisa y respaldada científicamente sobre miles de ingredientes cosméticos, subrayando así la importancia y la posibilidad real de esta transición hacia lo digital en la industria cosmética.
Las obligaciones legales son actualmente un desafío para la industria