Digitalización en los hospitales, pero de la forma correcta

El uso de tecnologías digitales en hospitales y otros centros médicos ofrece varias ventajas y aumenta la eficiencia. Al mismo tiempo, el deseo de digitalización crece dentro de la comunidad médica: los médicos y el personal de enfermería, que conocen las posibilidades y ventajas de la captura y el procesamiento digital de datos en su vida personal, quieren disfrutar de esta ventaja también en su trabajo.

Sin embargo, muchos hospitales están aún muy lejos de la digitalización completa. Según el último estudio de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en colaboración con la Fundación COTEC, en España los servicios de salud autonómicos actualmente presentan un bajo índice de transformación digital, situando el grado de madurez del sistema nacional en torno a un 31%. Así, la mayoría de los procesos relacionados con los pacientes siguen estando basados en papel.

Según una encuesta realizada por el Instituto para la Experiencia del Paciente entre responsables de calidad asistencial e innovación de hospitales públicos españoles, el 61% no cuenta con estrategias digitales.

Esto a veces da lugar a que los distintos departamentos hospitalarios no sigan un plan uniforme. En muchos casos, los responsables informáticos de los centros médicos adquieren dispositivos de consumo para documentar los datos de los pacientes, aunque los iPads, GalaxyTabs y similares no son en absoluto adecuados para su uso en condiciones clínicas. Esto se debe principalmente al precio de compra. El hardware médico diseñado para el sector médico está sujeto a una serie de requisitos específicos y a certificaciones costosas, por lo que es más caro que los productos de consumo producidos en serie.

Una segunda razón es el limitado conocimiento del mercado que tienen los responsables de la toma de decisiones informáticas en las instituciones médicas, que en muchos casos desconocen el panorama de los proveedores de TI médicas.

Los hospitales están sometidos a condiciones ambientales y operativas muy exigentes. Los dispositivos electrónicos son tocados por muchas manos cientos de veces al día. Además, se transportan o empujan en carritos. Es lógico que los golpes y las caídas sean inevitables.

Por eso, el hardware médico especial se construye para ser especialmente robusto, tanto por dentro como por fuera. Las tabletas y los llamados PC todo en uno, o PC AiO para abreviar, en los que el teclado y el ratón están integrados en la pantalla, de forma similar a una tableta, son insensibles a las vibraciones, golpes y caídas. Para ello, los dispositivos se someten a pruebas según las normas comunes del sector. Una de las certificaciones más importantes para las tabletas es la norma militar MIL-810G. Según esta certificación, las caídas desde una altura de hasta un metro y los objetos punzantes no causan ningún daño a la carcasa y la pantalla, y lo que es aún más importante: a los componentes electrónicos del interior.

Los materiales insensibles y una construcción robusta, por dentro y por fuera, hacen que el hardware médico esté a la altura de las duras exigencias de los hospitales. En el uso diario, sin embargo, los dispositivos se miden realmente por su rendimiento. También en este caso, los dispositivos electrónicos para el sector médico tienen una clara ventaja sobre el hardware de consumo.

Por ejemplo, con el hardware médico especial no hay problema para abrir y procesar muchos formularios en paralelo, lo que resulta útil, por ejemplo, para el personal de enfermería que tiene que registrar y documentar valores medidos varias veces al día. Los médicos también pueden abrir fácilmente en el dispositivo móvil archivos de gran formato, como hallazgos de imágenes de radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. La alta resolución, los contrastes nítidos, el brillo especialmente alto y los tamaños de pantalla de 13,3 pulgadas para las tabletas y 24 pulgadas para los PC todo en uno, que se basan en una pantalla táctil en lugar de un ratón y un teclado, permiten un trabajo cómodo y agradable a la vista.

Un segundo punto importante en relación con el funcionamiento interno del hardware médico son las baterías. Los ordenadores AiO móviles y las tabletas están en movimiento la mayor parte del día. Por lo tanto, no pueden prescindir de baterías múltiples, redundantes e “intercambiables en caliente“que puedan cambiarse durante el funcionamiento. Hoy en día, la tecnología de las baterías modernas ha avanzado mucho. Los actuales PC 'todo en uno' pesan menos de diez kilogramos, baterías incluidas. Para escenarios de aplicación en áreas muy críticas, como las salas de urgencias, los componentes electrónicos y las baterías están blindados electromagnéticamente y cuentan con la certificación correspondiente según las normas internacionales MIL.

Un gran peligro en los hospitales proviene de los gérmenes multirresistentes, que pueden convertirse en un peligro mortal para los pacientes. Por ello, los hospitales se enfrentan al reto permanente de prevenir la aparición de gérmenes hospitalarios peligrosos mediante medidas higiénicas preventivas específicas.

Por un lado, las medidas higiénicas preventivas consisten en la limpieza profesional periódica de las superficies con desinfectantes adecuados. Por tanto, las carcasas y superficies de los equipos informáticos médicos deben poder soportar el contacto regular con líquidos y también su agresividad. En concreto, esto significa que el hardware médico debe ser impermeable. Las normas internacionales certifican que los dispositivos electrónicos no sólo son impermeables, sino también a prueba de polvo, un segundo criterio importante. Las carcasas de los dispositivos médicos no sólo son especialmente herméticas, sino que también prescinden de aberturas innecesarias, como ranuras de ventilación, en las que pueden instalarse gérmenes.

Los responsables de informática de los hospitales están divididos por la mitad: Aproximadamente la mitad sigue insistiendo en separar ratón y teclado, incluso para soluciones informáticas móviles. La otra mitad está abierta a las pantallas táctiles, y con razón. Porque aunque el teclado y el ratón estén encapsulados y, por tanto, sean antimicrobianos en cuanto a superficies, una pantalla táctil ahorra espacio y cables y es la mejor opción en términos de limpieza. Al mismo tiempo, gracias a las modernas tecnologías y procesos de fabricación, las pantallas táctiles de uso médico son tan potentes como las de los dispositivos de consumo.

En muchos hospitales, las pantallas táctiles siguen siendo poco útiles hoy en día, por ejemplo porque los anticuados sistemas HIS no incluyen superficies táctiles en sus aplicaciones. Sin embargo, teniendo en cuenta que las soluciones de PC móviles o las tabletas se utilizan desde hace seis o siete años, los responsables de TI deberían plantearse la posibilidad de que sean táctiles. Esto se debe a que las pantallas táctiles abren posibilidades completamente nuevas para el funcionamiento de los sistemas HIS.

Por ejemplo, los datos de las pantallas de trabajo o listas complejas pueden editarse directamente en el punto de acción de forma sencilla e intuitiva con gestos de deslizamiento. Los médicos y el personal de enfermería escriben en un teclado de pantalla menos sensible a las bacterias. Los procesos complejos que antes se realizaban en papel, como la documentación de los hallazgos, pueden llevarse a cabo de forma totalmente móvil y sin papeles, casi 'a pie de cama', gracias a un potente hardware. Esto ahorra tiempo y evita errores.

Las tabletas y los PC móviles AiO pueden simplificar y agilizar los procesos de recopilación de datos en la vida diaria de los hospitales. Médicos, enfermeros y cuidadores exigen activamente un hardware moderno. Sin embargo, los compradores de los hospitales no deben guiarse únicamente por el precio de compra de los nuevos equipos. Además del rendimiento, deben vigilar la idoneidad de los equipos para las duras exigencias de los hospitales. Sin un hardware médico profesional en primer plano, los esfuerzos de digitalización en segundo plano darán poco o ningún fruto.

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