El cambio se traduciría en un incremento superior a los 100 euros al año con un uso medio del coche

En abril de 2025 se podría producir una subida de los impuestos al diésel, que se igualarían con los de la gasolina. El Gobierno ha acordado con sus socios parlamentarios esta medida que se aprobaría en los próximos meses. El cambio se traduciría en un incremento de 11 céntimos por litro de gasoil, unos 100 euros al año con un uso medio del coche, según señaló la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un comunicado. En España, el 52% de los vehículos tienen motor diésel, con lo que el impacto sería amplio, sobre todo, para quienes tienen coches más antiguos.

La subida de los impuestos al gasóleo era un rumor que corría desde hace tiempo, pero no terminaba de concretarse. De momento, se trata solo de un acuerdo y no sería la primera vez que un acuerdo se rompe cuando llega el momento de votarlo, por lo que finalmente podría no aprobarse o experimentar bastantes cambios al ser tramitado en el Congreso, recordaron desde la organización.

El objetivo de este cambio es doble. Por un lado, hay que cumplir con la reforma fiscal que exige Europa para obtener una partida milmillonaria de fondos comunitarios Next Generation destinados a promover la transición ecológica y el crecimiento económico. En ese sentido, la medida se encamina a rellenar las arcas del Estado.

Por otra parte, se trata de desincentivar el uso de los coches diésel, que producen más emisiones contaminantes que otros tipos de motor.

Si el acuerdo entre los grupos finalmente se aprueba por el Congreso, el Impuesto sobre Hidrocarburos igualaría el tipo general del gasóleo al de la gasolina 95. Desde ese momento, en lugar de gravar cada litro de diésel con 30,7 céntimos, se aplicarían 40,069 céntimos, es decir, una subida de 9,369 céntimos por litro. A esto hay que añadirle el IVA de los carburantes, que llevarían el incremento total por encima de los 11 céntimos por litro (11,33649 céntimos para ser precisos), explicaron fuentes de la entidad en su página web.

Si se aprueba el cambio, para llenar un depósito de 50 litros, habría que pagar 5,67 € más. Si utilizas tu vehículo diésel de forma habitual y recorres con él unos 15.000 kilómetros al año, pagarías 102,03 euros adicionales al año en impuestos.

La intención es que la medida entre en vigor para abril de 2025, pero todavía quedan por perfilar algunos detalles y desarrollar el trámite parlamentario para su aprobación.

En principio, la subida afecta a todos los conductores de turismos con motor diésel que repostan gasóleo A, el único combustible al que parece que se aplicará la subida. No se verían afectados los gasóleos profesionales (B), utilizados por transportistas y agricultores, ni cambiarían los impuestos al gasóleo de calefacción (C). Además, se incluiría una disposición por la que, en caso de que el precio del litro de gasóleo superase en el futuro los dos euros, el impuesto de hidrocarburos bajaría cinco céntimos para aliviar la carga de los conductores. El precio del combustible depende de varios factores, pero la carga impositiva es un factor decisivo.

Según datos de 2023, el 52% de los vehículos que circulaban en España tienen motor diésel, por lo que la repercusión sería muy amplia, pero afectará especialmente a los hogares con ingresos medios o bajos que conducen vehículos más antiguos o de segunda mano. En 2016, por ejemplo, el 60% de los coches que se vendían eran diésel, mientras que este porcentaje ha descendido ahora al 13%, entre diesel etiqueta C (10%) e híbrido diesel (3%), porque quienes tienen capacidad económica para adquirir un coche nuevo, optan principalmente por vehículos eléctricos, híbridos o de gasolina.

Desde OCU apuntaron que “esta medida puede tener un impacto positivo, pues terminará por desincentivar la venta de coches diésel, pero afectará más a los ciudadanos con menos poder adquisitivo, por lo que la subida impositiva tendrá un marcado carácter regresivo que no es deseable”.

Asimismo, OCU denunció que “esta subida de impuestos perjudica a las familias con ingresos medios y bajos, precisamente las que más dificultades tienen para acceder a un vehículo eléctrico que hoy por hoy les resulta prácticamente inaccesible. Por ello, pedimos que se aplace la subida del impuesto al gasoil para amortiguar este impacto para las familias”.