Según el estudio 'Desafíos y Oportunidades: Descarbonización del transporte por carretera' de Grupo Hafesa
"El 64% de los españoles confía en los biocombustibles como alternativa viable a los combustibles tradicionales"
En el actual escenario de transición energética de los diferentes sectores de actividad, Grupo Hafesa, empresa dedicada al almacenamiento, comercialización y distribución de productos petrolíferos, presentó el estudio 'Desafíos y Oportunidades: Descarbonización del transporte por carretera', realizado por el instituto Metroscopia. Según el informe, el 64% de los encuestados confía en los biocombustibles como una alternativa viable a los combustibles tradicionales.
Los biocombustibles, producidos a partir de materias primas renovables como residuos agrícolas, aceites vegetales y otros productos orgánicos, son vistos como una opción que puede ayudar a reducir las emisiones de carbono sin requerir cambios drásticos en la infraestructura existente.
Asimismo, el documento revela que una gran mayoría de los españoles (69%) considera que los combustibles fósiles seguirán siendo esenciales en la próxima década. Debemos tener en cuenta que, pese a los avances en tecnologías más limpias, los combustibles tradicionales como la gasolina y el diésel aún juegan un papel crucial en la economía y en la vida cotidiana. Tanto es así que el 71% de los encuestados opina que el petróleo se mantendrá como una de las principales fuentes de energía, reflejando una visión más pragmática sobre la transición energética y la actual dependencia de los hidrocarburos.
Los combustibles fósiles no solo son vistos como una necesidad práctica a corto y medio plazo, sino también como una solución inmediata para las necesidades energéticas actuales. La infraestructura ya existente para la extracción, refinación, distribución y comercialización de estos combustibles facilita su uso continuado. Este enfoque resalta la dificultad de sustituir completamente los combustibles fósiles en un plazo breve, dado el estado actual de las tecnologías alternativas y la infraestructura energética.
La confianza en los biocombustibles refleja una percepción de que pueden servir como un puente entre los combustibles tradicionales y las energías totalmente renovables. Los biocombustibles tienen el potencial de integrarse fácilmente en los sistemas de combustión actuales, proporcionando una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero mientras se desarrolla la infraestructura para soluciones más limpias como la electricidad o el hidrógeno.
Además, el estudio indica que los españoles buscan un equilibrio entre sostenibilidad y realismo económico. Aunque reconocen la necesidad de avanzar hacia energías más limpias, muchos consideran que la transición debe ser gradual para evitar impactos económicos negativos y asegurar que las nuevas tecnologías sean asequibles y accesibles. Esta postura sugiere que las políticas energéticas deben tener en cuenta tanto la necesidad de descarbonización como la realidad económica y tecnológica del país.
Mientras que los combustibles fósiles son considerados esenciales para la próxima década debido a su actual infraestructura y practicidad, hay una clara apertura hacia los biocombustibles como una solución intermedia viable. De acuerdo con los datos del informe, la mayoría de los españoles abogan por una transición energética que equilibre sostenibilidad y viabilidad económica, subrayando la necesidad de políticas que faciliten el cambio sin desestabilizar la economía ni imponer cargas excesivas a los ciudadanos y empresas.
Poco preparados para la electrificación
El informe revela que un 63% de los encuestados opina que España no está preparada para adoptar masivamente alternativas como los vehículos eléctricos, principalmente debido a la falta de infraestructuras adecuadas, como puntos de carga. Esta carencia de infraestructura es vista como un obstáculo crítico, destacando la escasez de puntos de carga accesibles tanto en rutas como en ciudades. Asimismo, los participantes en los ‘focus group’ enfatizaron que sin una red de recarga bien distribuida y accesible, la adopción de vehículos eléctricos se ve severamente limitada.
Además de la infraestructura, el alto costo de los vehículos eléctricos se señala como una barrera significativa. Casi la totalidad de los participantes en los grupos de debate coincidieron en que “el precio de estos vehículos representa un desafío considerable, especialmente para las pequeñas y medianas empresas del sector del transporte, que pueden enfrentar dificultades económicas serias al intentar renovar sus flotas”.
La falta de medidas de apoyo financiero y subvenciones también es vista como un impedimento importante. Un 79% de los encuestados afirma no tener conocimiento de ninguna iniciativa de ayuda para la transición energética en el sector del transporte de carga, mientras que solo un diez por ciento había solicitado alguna. Los transportistas y otros profesionales del sector destacan la necesidad de que el Gobierno implemente medidas de apoyo financiero y subvenciones para facilitar la transición hacia vehículos más limpios. Sin este respaldo, consideran que la inversión necesaria para adquirir vehículos eléctricos es inasumible para muchas empresas.
El estudio también pone de manifiesto el “escepticismo” sobre la rapidez de la transición. Los partricipantes señalan que la transición hacia vehículos no contaminantes se está impulsando demasiado rápido, “sin considerar completamente las capacidades y necesidades de todas las partes involucradas”. Este enfoque precipitado genera dudas sobre la efectividad y el éxito de su implementación. Los transportistas indican que las políticas actuales no reflejan la realidad operativa del sector, lo que podría llevar a desafíos significativos en su cumplimiento.