Salón Internacional del Automóvil de Ginebra ha sido testigo de un intenso debate sobre el futuro del vehículo eléctrico
La industria automotriz europea, ante el desafío de la electrificación
Durante el evento, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea) reunió a periodistas internacionales, académicos y líderes de la industria para abordar una pregunta crucial: ¿cómo puede Europa mantenerse en la carrera?
El académico Tommaso Pardi del Centro Nacional Francés de Investigación Científica, en su intervención, señaló que “hoy en día los fabricantes extranjeros de coches eléctricos llevan la delantera en la carrera porque tienen una ventaja competitiva sobre Europa. Han invertido antes y están más integrados verticalmente en la cadena de valor de las baterías, con un acceso más fácil a las materias primas. Tienen mayores economías de escala y, lo que es más importante, no tienen la carga de eliminar 17 millones de automóviles con motor de combustión en poco más de diez años. Europa, por otro lado, ha “antepuesto el carro 'eléctrico' al caballo 'de batería'", lo que ha llevado a dependencias extranjeras estratégicas.
Luca de Meo, CEO de Renault; Peter Rawlinson, CEO de Lucid; y Silvio Pietro Angori, CEO de Pininfarina, durante su intervención.
Para abordar esta situación, Pardi abogó por una política industrial automotriz “integral y coordinada” que se alinee con los objetivos del Pacto Verde. Este llamado resuena con el manifiesto de Acea, que demanda una estrategia industrial holística de la Unión Europea (UE) en todos los aspectos de la cadena de valor, I+D, minería, refinación, componentes y fabricación; a redes de carga, energía, incentivos a la compra y reciclaje.
Por su parte, Luca de Meo, presidente de Acea, subrayó la necesidad de establecer condiciones claras para cumplir con la fecha de eliminación gradual de los motores de combustión para 2035. “Como líderes empresariales, haremos todo lo posible para que nuestras empresas estén en condiciones de cumplir. Estamos ahí para impulsar el progreso, para impulsar que Europa sea innovadora, y la electrificación es uno de los campos de innovación en lo que respecta al transporte”, explicó de Meo. “No hay manera de que la industria recomiende volver al punto de partida, porque no tiene sentido y es malo para el medio ambiente”, añadió.
“El compromiso de la industria con la electrificación es muy claro, pero no podemos hacerlo solos. Teniendo esto en cuenta, es crucial una revisión provisional sólida y significativa de la regulación del CO2, algo que también reconoció recientemente Ursula von der Leyen. Y para ello, necesitaremos definir claramente cómo medir el éxito y cómo determinaremos si estamos en la trayectoria correcta para 2035”, alegaron fuentes de la asociación en su página web.
Asimismo, la entidad espera que “la UE esté a la altura de este trascendental desafío estableciendo las condiciones marco adecuadas: acceso a puntos de carga, energía verde asequible, incentivos a la compra, esquemas fiscales y mucho más”. Y señalaron la transformación de las capacidades de la fuerza laboral también como una pieza esencial de este rompecabezas.
En palabras de Tommaso Pardi: “El mercado de los coches eléctricos es como un cohete, pero necesita un empujón para llegar a la órbita. Sólo trabajando juntos (en todo el ecosistema automotriz y con los responsables políticos) podremos darle al mercado el impulso que necesita”.
El llamado a la acción de la industria se centró en la colaboración entre todos los actores del ecosistema automotriz y los responsables políticos. Este tema será abordado en la recepción #FutureDriven en Bruselas esta semana, donde líderes de la industria como Alexander Vlaskamp de MAN Truck & Bus, Peter Wennink de ASML y Leonhard Birnbaum de E.ON, se unirán para discutir cómo trabajar juntos para fortalecer la posición de Europa en el mercado automotriz y reducir la dependencia de competidores extranjeros.