La compañía anunció que, al final del periodo 2024-2027, el 60% de su red contará con una oferta multienergética

Repsol ha fijado una meta ambiciosa en su estrategia de transición energética: ampliar la comercialización de combustibles 100% renovables a 2.000 estaciones de servicio de la península ibérica, entre 2024 y 2027. Esta iniciativa refleja la importancia de los combustibles renovables dentro de la estrategia de descarbonización de la multienergética española.

De acuerdo con los datos revelados durante la presentación de la 'Actualización Estratégica 2024-2027', Repsol cuenta actualmente con más de 24 millones de clientes en la península ibérica, consolidando su posición en la región. En este marco, la compañía anunció inversiones significativas en el negocio de 'Clientes', superando los 2.000 millones de euros, lo que supone un incremento anual promedio del 75% en comparación con el período anterior.

El enfoque principal del negocio de 'Clientes' estará en fortalecer su liderazgo en los segmentos principales y expandirse en áreas de alto potencial futuro, como la comercialización de electricidad y gas, la movilidad eléctrica, la eficiencia energética y la generación distribuida.

El pasado 22 de febrero, Repsol presento su 'Actualización Estratégica 2024-2027'.

Para lograr estos objetivos, Repsol buscará mantener su cuota de mercado en los diversos sectores en los que opera, centrándose en la digitalización, la expansión de la red de estaciones de servicio y la diferenciación de productos. En este sentido, Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, anunció durante su intervención que “al final de este periodo, en el año 2027, contaremos con 2.000 estaciones de servicio vendiendo combustibles renovables. Con una visión totalmente multienergética, desde gasolina, diésel, combustibles 100% renovables o GLP, hasta, por supuesto recarga eléctrica. Todo ello apoyado por nuestras herramientas digitales que tenemos, como Waylet”.

Para el año 2027, la compañía proyecta que el 60% de su red de estaciones de servicio será multienergética, ofreciendo una combinación de combustibles renovables, puntos de recarga rápida o ultrarrápida de electricidad y AutoGas, junto con productos convencionales. Además, Repsol prevee ampliar su actividad en el mercado de combustible sostenible de aviación (SAF) en la Península.

En cuanto a la comercialización de electricidad y gas, Repsol tiene como objetivo duplicar su base de clientes en este ámbito, alcanzando los cuatro millones para 2027. La compañía también busca fortalecer su posición en el mercado de la comercialización de electricidad, donde actualmente ostenta una cuota del 6%, mediante el desarrollo de su base de clientes, la incorporación de nuevas adquisiciones y la expansión de su canal de comercialización físico.

Asimismo, se espera que la aplicación digital de fidelización de la compañía, Waylet, supere los diez millones de clientes digitales para el año 2027, consolidándose como una herramienta clave en la relación con los clientes y en la promoción de la marca.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.

Repsol ha delineado una estrategia industrial para reforzar la competitividad de sus activos actuales y desarrollar nuevas plataformas con bajas emisiones de carbono. Esta estrategia se centra en la transformación de sus siete complejos industriales hacia polos multienergéticos, con inversiones proyectadas entre 5.500 y 6.800 millones de euros entre 2024 y 2027. “El objetivo es mantener la vanguardia tecnológica y desarrollar productos de bajas emisiones, incluidos combustibles renovables, hidrógeno renovable y biometano”, explicaron fuentes de la compañía.

Para finales de 2027, Repsol prevé alcanzar una capacidad total de producción de combustibles renovables de entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas, con un máximo de 2,7 millones para 2030 en la Península Ibérica y Estados Unidos. Asimismo, la compañía anunció que tiene previsto invertir entre 2.000 y 3.000 millones de euros en proyectos de combustibles renovables, condicionados a cambios en el marco regulatorio y fiscal en España.

Este msimo mes de febrero, Repsol presentó su planta de biocombustibles avanzados en Cartagena, con una inversión de 250 millones de euros. Se estima que esta planta producirá 250.000 toneladas de combustible renovable al año, evitando la emisión de 900.000 toneladas de CO₂ anuales. “La reducción que conseguiremos con las instalaciones de Cartagena es equivalente a poner en las carreteras 400.000 vehículos eléctricos, el actual parque de coches enchufables en España”, apuntó Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. Para 2025, la multienergética planea inaugurar una segunda planta en Puertollano, con una inversión estimada de 120 millones de euros, y tiene planes de establecer una tercera instalación similar antes de 2030.

Asimismo, Repsol anunció su objetivo de producir hasta 700 MW de hidrógeno renovable para 2027 y un máximo de 2.400 MW para 2030, instalando electrolizadores en sus cinco centros industriales en España. En biometano, la empresa prevé alcanzar entre 1,3 y 1,5 TWh en 2027.

Los combustibles renovables se han convertido en una pieza clave en la estrategia de Repsol para abordar la crisis climática y avanzar hacia un futuro sostenible. La ventaja principal de estos combustibles es su capacidad para integrarse en vehículos existentes sin necesidad de modificaciones en motores o infraestructuras de repostaje, lo que los hace una opción accesible y práctica para los consumidores.

Actualmente, Repsol ya suministra combustible 100% renovable en más de 60 estaciones de servicio en las principales ciudades y corredores de transporte de la Península Ibérica. Superando sus objetivos iniciales, con 46 estaciones en España y 15 en Portugal, la empresa ofrece esta alternativa sostenible a los conductores en la región.

Además de su compromiso con los biocombustibles, Repsol está ampliando su gama de productos renovables con un nuevo proyecto que incluye gasolina 100% renovable en tres estaciones de servicio en Madrid. La producción de gasolina 100% renovable se basa en la investigación y el desarrollo llevados a cabo por el equipo de expertos en el Repsol Technology Lab, quienes han aplicado su experiencia en la formulación de combustibles de alta competición al diseño de productos comerciales. Esta gasolina se produce a partir de residuos de biomasa, industria agroalimentaria y aceites de cocina usados, contribuyendo también a la economía circular.

La iniciativa de recogida de aceite de cocina usado en las estaciones de servicio de Repsol es otro ejemplo del compromiso de la empresa con la economía circular. Esta medida no solo promueve la gestión sostenible de residuos, sino que también ofrece incentivos a los clientes a través de descuentos en repostajes o productos adicionales.