FuelsEurope señala la captura de carbono como una tecnología clave para la descarbonización industrial
FuelsEurope ha emitido un comunicado en el que hace un llamado urgente a los miembros del Parlamento de la Unión Europea y a los Estados miembros de la UE para que reconozcan la Captura y Utilización de Carbono (CCU, por sus siglas en inglés) como una tecnología estratégica neto cero en la Ley de Industria Neto Cero de la Unión Europea (NZIA, por sus siglas en inglés). “Las tecnologías de CCU permitirán el suministro de combustibles renovables y otras fuentes alternativas de energía, así como productos comerciales como plásticos, hormigón y reactivos para síntesis química”, señala el documento publicado en la página web de la asociación europea.
La carta también hace hincapié en que la CCU ya ha sido reconocida por legislaciones recientes y por mecanismos de financiación de la Unión Europea, como el Fondo de Innovación de la UE para proyectos a gran escala. De los 41 proyectos seleccionados a partir de julio de 2023, al menos diez de ellos se centraban en la CCU. Estas tecnologías se consideran esenciales para alcanzar las ambiciones climáticas y energéticas de la UE, así como para apoyar los objetivos de hidrógeno y reducir la dependencia de los recursos fósiles.
“Permitir que los proyectos de CCU tengan un estatus prioritario como tecnología estratégica neta cero conlleva múltiples beneficios, incluyendo la reducción de emisiones y la promoción de la circularidad del carbono. También asegura la previsibilidad necesaria para que estas tecnologías se desplieguen a gran escala, ofreciendo una señal clara a los inversores y respaldando la seguridad en las inversiones”, señalaron desde FuelsEurope.
Asimismo, la Asociación FuelsEurope subraya la importancia de alinear la Ley de Industria Neto Cero con las prioridades tecnológicas establecidas en la reciente legislación ‘Fit for 55’, lo que permitirá a la UE avanzar hacia sus objetivos climáticos y energéticos.
Tecnologías net-zero contra tecnologías estratégicas net-zero
La propuesta de Ley de Industria Net Zero (NZIA) distingue entre 'tecnologías net-zero' y 'tecnologías estratégicas net-zero'. Las tecnologías de la última categoría se benefician de un trato prioritario por parte de las autoridades nacionales en términos de procedimientos de autorización, contratación pública o acceso a financiación; Además, también están respaldados por un objetivo de fabricación anual de la UE del 40% (Art. 1(2)a).
Para proceder a esta selección, la Comisión Europea se basó en una serie de criterios que se pueden resumir en tres indicadores:
- Nivel de preparación tecnológica (TRL), es decir, la disponibilidad comercial/potencial de ampliación asumido, que debería estar por encima del nivel 8.
- Contribución a la reducción de emisiones de GEI.
- Contribución a la resiliencia general de la economía de la UE.
Al valorar el mérito de los tres indicadores, los cosignatarios subrayan que la evaluación realizada de las tecnologías CCU cumple con los requisitos antes mencionados.
CCU: una tecnología de fabricación
Según el documento de trabajo del personal de NZIA (SWD(2023) 219 final), “CCU fue excluida de la lista de tecnologías estratégicas netas cero porque no puede considerarse tecnología de fabricación”, y agrega que “lagunas importantes identificadas similares a las del caso de CCS no existe para las tecnologías CCU”.
Los cosignatarios subrayan que la CCU es de hecho “una tecnología de fabricación”, ya que la esencia de la CCU es transformar el carbono capturado en productos de valor agregado. Consideramos que su exclusión de la lista de tecnologías estratégicas net zero pondrá en peligro su desarrollo y, en última instancia, obstaculizará el logro de las ambiciones climáticas de la UE.
Las tecnologías CCU ganan terreno en la lucha contra el cambio climático
Este año, la captura y utilización de carbono ha sido reconocida como una tecnología esencial para mitigar el cambio climático en el sexto informe de evaluación del IPCC. Además, la Unión Europea ha impulsado una serie de esfuerzos legislativos, como RED III, FuelEU Maritime y ReFuelEU Aviation, para promover los combustibles derivados de CCU y reducir las emisiones en los sectores más difíciles de abordar.
De esta manera, el Reglamento Delegado (UE) 2023/1185 estableció una metodología común para calcular los beneficios climáticos de los combustibles CCU, y futuras revisiones del ETS incentivarán inversiones en soluciones de CCU. La UE también avanza en la certificación de eliminación de carbono y en la promoción de la CCU como tecnología limpia e innovadora. “Sin embargo, para que los productos CCU se vuelvan competitivos en el mercado global, se necesita un mayor apoyo regulatorio y financiero”, reclamaron los firmantes del documento.
Impulsar la resiliencia de la economía europea
El comunicado de FuelsEurope señala que “las tecnologías CCU fortalecen la resiliencia de la economía de la Unión Europea y sus sistemas industriales al almacenar CO2 de forma duradera o convertirlo en carbono sólido en materiales, reutilizando el carbono capturado como materia prima alternativa para producir combustibles, productos químicos y materiales, reemplazando así equivalentes de origen fósil. Esta estrategia contribuye a la independencia de la UE de las importaciones de recursos fósiles y genera significativas reducciones de emisiones”.
Aunque las rutas de CCU (combustibles, productos químicos, mineralización) tienen impactos climáticos variables según el carbono capturado, el producto resultante y la vida útil de los productos, todas estas rutas desempeñan un papel importante en la reducción de emisiones, al evitar emisiones y lograr reducciones netas, e incluso la creación de productos neutros en carbono o eliminación de carbono en algunos casos. “Por lo tanto, es esencial que todas estas rutas reciban el respaldo y los incentivos necesarios de las políticas de la Unión Europea”, concluyeron desde la asociación.