Una vida junto a Elefante Azul
El centro de lavado Elefante Azul de Vitoria (Álava) está de celebración y motivos no le hacen falta. Hace exactamente 20 años que el lavadero de coches abrió por primera vez sus puertas y subió el Elefante Azul a lo alto del centro. Hoy el centro está en plena forma, y más después de la renovación reciente que se ha llevado a cabo para mantenerse a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
Es posiblemente el Elefante más conocido de la zona. Las instalaciones del centro de lavado Elefante Azul están situadas muy cerca del estadio Mendizorroza de la capital vasca y son testigo de la gran evolución y cambios experimentados en esta parte de la ciudad a lo largo de los últimos 20 años. “Mirando hacia atrás, es increíble cómo hemos crecido y evolucionado desde nuestros comienzos”, apunta Serafín Pérez, gerente del centro de lavado Elefante Azul de Vitoria. “Rápidamente nuestro centro de lavado se convirtió en un punto de referencia en la comunidad, un lugar donde los conductores de vehículos saben que encontrarán un servicio de calidad y lograr un acabado excepcional. Durante estos 20 años, nos hemos esforzado por mantenernos a la vanguardia del sector, adoptando las últimas tecnologías para ofrecer una experiencia única de lavado”, añade.
Es por este mismo motivo que hace un tiempo se decidió llevar a cabo un “plan renove” importante del centro, incorporando un nuevo puente de lavado automático, ampliando el número de pistas de alta presión, llevando a cabo una remodelación de la tienda y una reordenación de los equipos y periféricos para lograr un mejor tránsito de los vehículos en las instalaciones.
“Estas mejoras han consolidado nuestro centro como una opción preferente para los conductores que buscan un lavado de calidad”, asevera Serafín Pérez, responsable del centro de lavado Elefante Azul de Vitoria.
En esta línea, Serafín Pérez, apunta que “principalmente hubo dos motivos por los que se afrontó esta operación: en primer lugar, se buscaba mejorar y optimizar el espacio del centro, que había sido diseñado hace 20 años sin un profundo conocimiento del negocio. Para lograrlo, se decidió cambiar el puente de lavado, que llevaba más de una década en funcionamiento y requería una actualización. Además, se aprovechó esta oportunidad para adaptarse a las nuevas tendencias de pago, que han ido evolucionado hacia el uso predominante de tarjetas de crédito y tecnologías de pago sin contacto. Por lo tanto, se instalaron dos máquinas que permiten a los clientes lavar sus vehículos sin necesidad de llevar efectivo. Buscábamos dar un cambio radical al centro en pro de nuestros clientes y yo creo que lo hemos conseguido”.
Tras finalizar los trabajos de remodelación a principios de este año, en el centro de lavado se ha podido comprobar que los usuarios valoran de forma muy positiva todas las mejoras realizadas.
Actualmente, el centro Elefante Azul de Vitoria cuenta con seis pistas de lavado a presión, un túnel de lavado automático de última generación, seis aspiradores de alta potencia, periféricos para el lavado de tapicerías y una tienda nueva para la venta de productos de limpieza y mantenimiento de vehículos. La nueva ubicación del puente de lavado ha sido un gran acierto, pues ahora goza de una mayor visibilidad y facilidad de acceso para los usuarios. “Estas mejoras han consolidado nuestro centro como una opción preferente para los conductores que buscan un lavado de calidad”, asevera Serafín Pérez.
Dos décadas junto a Elefante Azul
En el año 2015, Grupo Moure adquirió la filial española de Elefante Azul de la multinacional francesa Hypromat, pasando a gestionar la marca especializada en lavado a alta presión en todo el territorio. Con más de 30 años de experiencia en España, esta empresa es pionera en Europa en lo que centros de lavados de coches a alta presión respecta, con más de 811 centros en toda la Unión Europea.
Asimismo, la relación entre Don Serafín Pérez y el Elefante Azul comenzó hace más de 20 años cuando se acordó la apertura del centro de lavado de Vitoria. “La idea de empezar en este negocio fue de mi padre y nos pusimos a valorar las distintas opciones del mercado. Finalmente, escogimos el modelo de franquicia Elefante Azul porque nos ofrecía los mejores resultados”, recuerda el responsable del centro de lavado. “La puesta en marcha del centro supuso un esfuerzo importante tanto económico como operativo, pero su rendimiento es palpable desde el primer momento, ya que tuvo una muy buena acogida por parte de nuestros clientes. Gran parte del éxito cosechado ha sido gracias a nuestros leales clientes, cuya fidelidad y apoyo nos han acompañado durante estos 20 años”, añade.
Serafín Pérez y el Elefante Azul trabajan juntos desde hace más de dos décadas.
Serafín Pérez también destaca que “lo que siempre ha primado para Elefante Azul es la calidad de sus lavados, y esta es la razón por la que nos decantamos por la marca. Hay varias formas de montar un centro de lavado de vehículos: apostar por la calidad o por el precio. Y en este caso nosotros apostamos indudablemente por la calidad y por Elefante Azul. Ahora mismo no tengo pensado abrir nuevos centros, pero si surgiera la oportunidad estoy seguro que lo haríamos de la mano de Elefante Azul”, concluye Serafín Pérez.
La tecnología de lavado a alta presión Elefante Azul se fundamenta en el uso de agua caliente a alta presión pulverizada, realizando una acción mecánica más eficiente con una menor cantidad de agua. Lo que permite obtener un acabado de calidad para todo tipo de vehículos.
En este largo camino recorrido de forma conjunta, el centro de lavado Elefante Azul de Vitoria confía en una gran variedad de servicios que pone a su disposición el Grupo Moure. Desde los suministros necesarios para el funcionamiento de los boxes de lavado y los aspiradores hasta el uso de su Servicio de Asistencia Técnica, el centro se abastece exclusivamente de los productos facilitados por parte de Petronet, distribuidora española de recambios para el sector del ‘carwash’ y empresa perteneciente al Grupo Moure. Esta elección estratégica permite que el centro de lavado cuente con los elementos necesarios para ofrecer un servicio de alta calidad y mantener sus instalaciones en las mejores condiciones.
“Otra clave del éxito reside en una gran medida en el compromiso y la dedicación de nuestro equipo de profesionales. Cada uno de ellos ha contribuido a nuestro crecimiento y reputación. A lo largo de los años, hemos construido relaciones sólidas con nuestros clientes, convirtiéndolos en parte de nuestra familia. Contamos con un personal altamente cualificado para atender y ayudar a nuestros clientes, además de estar preparados para hacer frente a incidencias técnicas eventuales que puedan surgir, aunque la frecuencia de incidencias es muy baja”, indica Serafín Pérez.
Una remodelación profunda y enfocada al cliente
Tras 20 años de funcionamiento ininterrumpido del centro de lavado, Serafín Pérez tenía muy claro los cambios que quería acometer para mejorar la experiencia de lavado de sus clientes. “Nuestras instalaciones anteriores contaban con un puente de lavado que quedaba oculto al final del centro y cinco pistas de lavado a alta presión. Con el paso del tiempo, el puente se quedó obsoleto a nivel tecnológico y además estaba completamente amortizado. Por ello, decidimos llevar a cabo una remodelación que consistía en instalar un nuevo puente de lavado automático en otra zona más visible, en el lugar donde estaba el antiguo puente instalar una nueva pista de lavado, mejorar la tienda de productos, reubicar los baños, renovar los sistemas de pago y otras acciones de limpieza y actualización de equipos”.
Para llevar a cabo toda esta remodelación, Serafín contó con el apoyo del departamento de Ingeniería de Grupo Moure, que trabajaron el proyecto final y dieron el asesoramiento técnico necesario para llevar a cabo la obra.
“Aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones, en el puente de lavado hemos aumentado la facturación un 20% en comparación con los cuatro primeros meses del año pasado. Sin embargo, habrá que esperar para poder sacar unos datos claros, sobre todo porque la época de mayor facturación es en verano”, señala Serafín Pérez.
Otro de los puntos más destacados en esta operación fue la apuesta por la digitalización del centro, enfocada desde el punto de vista de la introducción de sistemas de pago con tarjeta bancaria o tecnología de pago sin contacto. En esta misma línea, se introdujo un nuevo sistema digital para la gestión del centro. Este dispositivo permite visualizar tanto la información financiera del centro como la de todos los equipos. Asimismo, todos estos datos se pueden monitorizar desde una pantalla o a través de una app en el teléfono móvil.
Compromiso medioambiental y ahorro energético
Una de las líneas principales en la política de Elefante Azul es su compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente. El sistema de lavado Elefante Azul cuida la carrocería de los vehículos y es respetuosa con el medio ambiente gracias al uso de jabones biodegradables sin componentes agresivos y la utilización de agua descalcificada para el lavado y desmineralizada para el aclarado.
“El consumo de agua es muy bajo en nuestras pistas gracias a la calidad de los equipos. Los ingenieros han desarrollado una boquilla de altas prestaciones que consume muy poco. Elefante Azul realiza un mantenimiento exhaustivo que tiene en cuenta tanto la eficacia del lavado como su impacto en el medio ambiente”, afirma Serafín Pérez. “La idea de reciclar el agua utilizada en las pistas de lavado es viable, pero en realidad es bastante difícil dado que, en nuestro caso, el consumo de agua ya es muy escaso. Por supuesto, sí que tenemos sistemas de recuperación de agua porque la ley así lo exige. El agua fluye hacia un separador de hidrocarburos, lo que significa que no vertemos absolutamente nada de agua contaminada en la red pública”.
Pero el centro Elefante Azul de Vitoria no quiso quedarse ahí. Con el objetivo de reducir el consumo de gas para calefacción, las instalaciones cuentan ya con tubos de vacío ubicados en el tejado de las pistas de lavado que permiten calentar el agua que se va a utilizar en el lavado a presión. “Los tubos de vacío cilíndricos tienen la ventaja de seguir al sol en su movimiento, lo que los hace más efectivos. La temperatura del agua en el lavado es de 60°C. En un ‘display’ podemos verificar la temperatura de salida que tenemos en las pistas y cuando esta supera los 60°C significa que la caldera no está en funcionamiento, ya que todo el calor es generado por este sistema”, explica Serafín Pérez.
Además, teniendo en cuenta que el centro está operativo las 24 horas del día, Serafín Pérez tomo la decisión de instalar sistemas de iluminación inteligente. Estos equipos avanzados logran reducir de forma significativa la factura de la luz, ya que permiten que las luces funcionen con su intensidad máxima solo cuando el usuario comienza a lavar. Mientras tanto, la iluminación se mantiene en un nivel de intensidad bajo, garantizando un nivel lumínico óptimo sin derrochar recursos energéticos.
Por otro lado, el Elefante Azul de Vitoria ha decidido seguir implementando medidas para reducir el consumo energético. “Cubriremos tanto el techo del puente de lavado como el de la tienda, baños y pistas con placas fotovoltaicas. Vamos a sobredimensionar el centro, es decir, instalaremos placas que generarán la misma cantidad de kilovatios que consumimos anualmente. De esta manera, lo que no consumamos en el momento de producción será almacenado en baterías virtuales para su uso posterior, en colaboración con empresas de electricidad. Nuestro objetivo es lograr que el centro funcione al 100% con energía auto-generada”, concluye Serafín Pérez.
El centro de lavado Elefante Azul de Vitoria goza de una salud envidiable a sus 20 años y encaran el futuro con la misma ilusión y entusiasmo que en sus inicios. Continuarán esforzándose por ser los referentes en el sector, adoptando nuevas tecnologías que mejoren aún más la experiencia de lavado para los usuarios.