Acea calcula que “la propuesta Euro 7 supondría un aumento medio de 2.000 euros en el precio de un coche nuevo"
La industria automovilística pide medidas para paliar la pérdida de competitividad
En vísperas de la Cumbre del Consejo Europeo, en la que los líderes de la Unión Europea (UE) abordarán la competitividad de la UE, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (Acea) hizo un nuevo llamamiento a las administraciones europeas para que se aceleren las medidas destinadas a garantizar la base industrial de la UE durante la transición ecológica, según transmitieron fuentes de la asociación en una nota de prensa.
Durante una audiencia celebrada en el Parlamento Europeo, Luca de Meo, presidente de Acea y director general del Grupo Renault, aseguró que “Europa y su industria automovilística se encuentran en un punto de inflexión. Los retos son enormes, al igual que la presión sobre la industria del automóvil”.
“Hoy en día, los fabricantes europeos de vehículos se enfrentan a un reto muy asimétrico. Ya no lideramos la carrera tecnológica”, afirmó de Meo. “Al mismo tiempo, a medida que disminuyen los incentivos a la compra de vehículos de emisiones cero en la UE, observamos un apoyo masivo a nuestros competidores de China y Estados Unidos. Todo esto ocurre en un contexto en el que la competitividad europea general se está erosionando”.
Por su parte, Sigrid de Vries, directora general de Acea, explicó: “Un reto importante para el sector del automóvil en los últimos años ha sido el enorme volumen de nueva legislación, que abarca desde la reducción de las emisiones de CO2 del tubo de escape hasta la incorporación de criterios de sostenibilidad y diligencia debida en la legislación relacionada con el automóvil. Y aunque la legitimidad de estas iniciativas no se cuestiona, y la industria invierte mucho en cumplir sus objetivos, Europa puede y debe mejorar para que la legislación sea coherente, realizable y competitiva en un contexto global”.
“La reciente propuesta ‘Euro 7’ sobre emisiones contaminantes es un ejemplo paradigmático de una normativa que añadirá complejidad e incertidumbre a las decisiones e inversiones clave de los fabricantes europeos de vehículos, sin aportar los beneficios medioambientales que dice ofrecer”, prosiguió la directora general de Acea.
La norma Euro 6 vigente en la actualidad, junto con el aumento de los vehículos eléctricos, puede reducir en un 80% las emisiones de NOx de aquí a 2035 en comparación con las cifras de 2020. La propuesta Euro 7 supondría como máximo cuatro puntos adicionales para los turismos y dos para los camiones. Este impacto marginal tendría un coste elevado. En este punto, Acea calcula que “la propuesta Euro 7 supondría un aumento medio de 2.000 euros en el precio de un coche nuevo. Esto significa que mucha gente se vería obligada a alargar la vida de sus viejos coches, con un efecto contraproducente para el medio ambiente y el clima”.
“Dado que la renovación del parque automovilístico es la herramienta más poderosa para frenar tanto las emisiones de CO2 como las contaminantes, deberíamos buscar formas de acelerarla”, afirmó de Meo. “También debemos considerar otras oportunidades, utilizando las herramientas adecuadas y actuando donde tenga sentido. En cuanto a la calidad del aire, debemos centrarnos en las grandes zonas urbanas, respetando los principios de subsidiariedad y proporcionalidad, porque es ahí donde se plantea un verdadero problema”.