El refino europeo denuncia que el diseño actual del gravamen energético “puede comprometer la transición energética”
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) manifiesta su preocupación por la propuesta de Reglamento que actualmente se está debatiendo en Bruselas y que se concretará en el Consejo de Ministros de Energía del 30 de septiembre. Esta inquietud ha animado a la patronal refinera a enviar sendas cartas a las ministras de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera; Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; Comercio, Industria y Turismo y Hacienda, Reyes Maroto, así como a Presidencia del Gobierno, compartiendo las propuestas de la asociación europea de la industria del refino, FuelsEurope, de la que forman parte las asociadas a AOP.
La primera propuesta aboga por adecuar la cifra de beneficios sometidos al gravamen a la realidad del sector y al impacto de la pandemia. Por ello, se plantea excluir del período tomado como referencia los ejercicios impactados por la Covid-19, “ya que nuestras compañías mantuvieron su actividad sufriendo pérdidas extraordinarias a consecuencia de la crisis sanitaria de los ejercicios 2020 y 2021”, señalan AOP en una nota de prensa remitida a los medios de comunicación.
La segunda propuesta de AOP es aumentar del 20% al 40% el porcentaje de lo que, a efectos del gravamen, se considera beneficio extraordinario, ya que la actividad del refino, “cíclica y muy variable, está sujeta a la competencia y precios en los mercados internacionales de las materias primas, de gran volatilidad especialmente en los últimos años.” El colectivo presidido por Juan Antonio Carrillo de Albornoz, apunta que “si se quiere calcular un supuesto beneficio ordinario debería ampliarse el periodo temporal para calcularlo tomando todo un ciclo (de beneficios y pérdidas) y no sólo los ejercicios bajos del ciclo”.
La tercera propuesta presentada por AOP es “que la carga conjunta del gravamen con los impuestos sobre sociedades de cada país no exceda el 40%, ya que, de lo contrario, no sólo sería confiscatorio, sino que comprometería gravemente el costoso proceso de inversión para la transformación y descarbonización de nuestra industria”.
Asegurar unas reglas de juego uniformes
Además, desde el colectivo empresarial se afirma que el nuevo gravamen “debería contener incentivos para estas inversiones, pues de lo contrario la posición de la industria europea, en un mercado claramente internacional, se vería en desventaja respecto de la industria de otros territorios no comprometidos con los objetivos medioambientales, fomentándose la importación de productos desde esos territorios y comprometiendo la viabilidad de la industria europea”.
Estas propuestas, “compartidas por FuelsEurope, tienen por objetivo garantizar que, en relación con este gravamen energético, existan unas reglas de juego uniformes en el territorio comunitario”.
“Desde AOP, hacemos extensiva esta preocupación a la proposición de Ley para el establecimiento de un gravamen temporal energético”, que en la actualidad se está tramitando en el Congreso de los diputados. AOP recuerda que, “en estos momentos en los que el refino ha demostrado ser un activo estratégico de gran importancia para la garantía de suministro en España, carece de sentido castigar a las compañías limitando su capacidad inversora y poniendo en peligro su competitividad y su contribución a la transición energética”.
Finalmente, AOP remarca las inversiones realizadas por las compañías que la integran, “de casi 7.000 millones de euros en España, para que las refinerías tuvieran una mayor capacidad de conversión y flexibilidad, mientras Europa perdía el 9% de su capacidad de refino. El resultado es que hoy España tiene el suministro garantizado y es exportadora neta de gasolina y gasóleo, frente a la situación que están viviendo otros países europeos”.