Entrevista a Marion Beck, abogada del despacho Ejaso ETL
Adscrita desde hace cinco años a Ejaso ETL Global, la abogada Marion Beck lleva trabajando en el sector español de las estaciones de servicio desde 2003, cuando se unió al despacho de Mariano Aguayo en Córdoba, despacho que en 2017 se integró en Ejaso ETL Global. Coordinadora del consultorio legal que publicamos cada mes en nuestra revista, Beck destaca, de entre los cambios que ha vivido el sector, “la evolución que hemos vivido en torno a los contratos de suministro de larga duración y su compatibilidad con el derecho de defensa de la competencia”.
La abogada, especialista en Estaciones de Servicio y en asuntos relacionados con la Competencia, considera que en el sector se sufre una sobrerregulación legal. Uno de los últimos ejemplos de esta situación la encontramos en la ley de cambio climático y transición energética, que recoge la obligatoria instalación de puntos de recarga eléctrica en estaciones de servicio que superen los cinco millones de litros de ventas agregadas de gasolinas y gasóleos, mientras que en otros países de nuestro entorno “la expansión de la red de recarga eléctrica se organiza más a través del libre mercado o bien a través de incentivos económicos, y no tanto por imperativo legal”.
Respecto al futuro, Beck considera que las estaciones de servicio tienen distintas opciones para adaptarse a los tiempos que corren tanto desde el punto de vista de las costumbres (cita la digitalización como una de las palancas de innovación con la que fidelizar a los clientes) como de los cambios energéticos que se están pergeñando. “Justo ahora, con la liberación de los fondos europeos ‘next generation’ podría ser un buen momento para aprovechar y plantear una transformación o un giro al negocio”, afirma.
¿Desde cuándo ejerces como abogada especializada en asuntos relacionados con la distribución de combustibles? ¿Cómo llegaste a esta área de actividad legal?
Mi especialización se hizo a través de una inmersión total, tanto lingüística como de derecho: desde el primer momento en Aguayo Abogados me involucraron en los asuntos relacionados con estaciones de servicio. Uno de los primeros temas en los que pude participar fue un proceso ‘due diligence’, en el que una operadora quería expandir su red en España. Para ello tuvimos que analizar posibles estaciones de servicio en todo el territorio nacional, incluyendo todos los aspectos legales, estratégicos y económicos de interés. Nos recorrimos medio país, vimos docenas de estaciones y fue como un curso exprés en el que aprendí muchísimo sobre el sector. También tuve que pasar un examen del Ministerio de Justicia para convalidar mi título de abogada alemana, así que en estos primeros años me tocó estudiar mucho.
¿Qué fue lo primero que te sorprendió? ¿Qué fue lo que más te llamó la atención en los primeros momentos en los que ejerciste tu actividad en este campo jurídico?
Lo que más me llamó la atención fue la dedicación del Despacho a un sector industrial concreto, en vez de en una rama de Derecho. Muchos abogados se convierten en expertos en derecho penal, fiscal o de familia, por ejemplo, y me pareció muy novedoso especializarse en un determinado sector y aprender a conocerlo tan bien como para poder ofrecer un servicio integral y asesorar a los clientes desde todas las perspectivas, ya sea una renegociación de contratos con la operadora, un problema medioambiental, una consulta sobre el impuesto de hidrocarburos o la denegación de licencias. Es verdad también que el Despacho ha crecido muchísimo y se dedica hoy ya también a otros muchos sectores, pero en su momento creo que fue una idea muy acertada.
Por tu origen y formación académica, así como por tu posterior especialización, ¿cómo calificarías el cuerpo legislativo español relacionado con la distribución de combustibles frente a las normas vigentes en países de nuestro entorno europeo?
A veces las comparaciones son difíciles porque no debemos olvidar el contexto económico e histórico de cada país. En España, la finalización del monopolio a principios de los años 90 implicó regulaciones y debates legales muy distintos a las de otros países con el sector totalmente liberalizado.
Pero si nos centramos en regulaciones más actuales, yo aprecio en España una cierta tendencia a sobrerregular el sector. Dos ejemplos: por un lado, la multitud de normas aprobadas en España para exigir que las estaciones de servicio cuenten con personal, que creo que es algo único en Europa. Y, por otro, la obligatoria instalación de puntos de recarga eléctrica que la Ley de cambio climático ha introducido para muchas estaciones de servicio. En otros países, la expansión de la red de recarga eléctrica se organiza más a través del libre mercado o bien a través de incentivos económicos y no tanto por imperativo legal.
¿Cuáles son los asuntos legales más destacados en los que ha participado?
Más que asuntos concretos, que por razones obvias no se pueden comentar aquí, destacaría toda la evolución que hemos vivido en torno a los contratos de suministro de larga duración y su compatibilidad con el derecho de defensa de la competencia. Es un tema muy peculiar de España que, al menos que yo sepa, no se ha dado en otros países de nuestro entorno. Hemos pasado por muchos hitos, como los compromisos de Repsol con la Comisión Europea en el año 2006, las primeras sentencias del Tribunal Supremo confirmando la nulidad de los contratos cruzados, o la modificación de la Ley de Hidrocarburos en el año 2013. Y veinte años después sigue siendo un tema que ocupa a los abogados y tribunales en España.
¿Es muy diferente, desde el punto de vista legal, el sector español de estaciones de servicio de sus homólogos en Alemania, Francia, Italia…?
Como hemos comentado ya, una serie de temas son muy singulares de España como por ejemplo los debates en torno a la duración de los contratos de suministro en exclusiva, que al final es un daño colateral de la finalización del monopolio.
Pero en el negocio de distribución de carburante existen muchas preocupaciones que creo son comunes en todos los países. Los escasos márgenes por litro de combustible, la necesidad de hacer atractivo servicios complementarios, la incertidumbre ante las estrategias de descarbonización del transporte… creo que las preocupaciones legales se asemejan cada vez más. Y también las soluciones legales, ya que Europa tiene un papel regulatorio cada vez más importante.
Uno de los caballos de batalla de las estaciones de servicio con empleados ha sido la equiparación de los requisitos que ellas cumplen por parte de las gasolineras desatendidas. ¿Cómo se ha abordado esta cuestión en países de nuestro entorno geográfico?
Es cierto que las estaciones de servicio desatendidas se han ido implementando en muchos países de nuestro entorno sin dar lugar a grandes problemas legales. No sabría decir si los debates que tenemos en España se deben a que las estaciones de servicio tradicionales son más beligerantes o a otros motivos, la verdad. Pero, en general, me parece comprensible que se esté atento a que todos los que participan en este sector cumplan con la normativa, tanto la específica sobre la distribución del combustible como, por ejemplo, la urbanística. Una estación de servicio, con o sin empleados, no cabe en cualquier lugar, y si una comunidad de vecinos o un competidor cercano decide verificar si se cumplen los requisitos legales no debería constituir mayores problemas.
¿Qué enseñanzas se han extraído en las últimas décadas desde el punto de vista legal en los contratos de suministro de combustibles que se puedan extrapolar a las fuentes energéticas que se están abriendo paso?
Con independencia de cuáles serán las fuentes energéticas del futuro en el transporte, es lógico que siempre se precisará de empresas proveedoras de energía y puntos de suministro al público. Para ello se firman contratos que habitualmente prepara la compañía suministradora. Sigue siendo igual de importante ahora que antes que el empresario conozca y comprenda sus derechos y obligaciones, sobre todo si la duración del contrato es larga o si están en juego inversiones económicas de cierta entidad.
¿Son los empresarios españoles cautelosos a la hora de abordar las cuestiones contractuales con sus principales proveedores, o siguen confiando en la palabra dada sin consultar a especialistas legales en temas de este tipo?
Más vale prevenir que curar, ¿no es así el refrán español? Es evidente que una revisión del contrato antes de su firma puede evitar muchos problemas posteriores. Por suerte, la mayoría de las relaciones entre operadoras y estaciones de servicio son armoniosas, pero quizás se debería dar más importancia al papel preventivo del abogado para evitar conflictos.
Empezaste a trabajar en el despacho de Mariano Aguayo, que hace unos cinco años se integró en Ejaso ETL Global, ¿qué cambios ha experimentado tu actividad tras esa operación? El hecho de ser alemana, ¿te ha convertido en interlocutora con la empresa que os integró en su estructura? ¿Qué sorprendió a los socios alemanes del sector español de las estaciones de servicio?
Efectivamente, ya hace unos cinco años nos hemos integrado en Ejaso ETL Global. ETL es un grupo de origen alemán, especialista en asesoramiento a Pymes y, curiosamente, también con una especial dedicación a estaciones de servicio. Lo que los socios alemanes no lograron entender al principio eran los conflictos con las petroleras en torno a los contratos de suministro en exclusiva. En Alemania, el grupo ETL ofrece más bien un servicio de asesoramiento fiscal, contable y de gestión empresarial, con sistemas informáticos especializados, y tuvimos que explicarles los problemas heredados del monopolio en España y los efectos muy específicos sobre los contratos de suministro en exclusiva.
Como alemana, lógicamente he tenido la suerte de vivir algunas experiencias distintas a raíz de la integración, y es una maravilla tener acceso a una red internacional de asesores y abogados. Pero a efectos prácticos, nuestro trabajo del día a día sigue centrado en los clientes españoles aplicando legislación española.
Una formación internacional
Marion Beck, madre de tres (de 15, 13 y 10 años) y casada con un empresario olivarero cordobés, cuenta con una experiencia formativa internacional. Desde 1982 a 1995 asistió a los colegios de Kressbronn a.B. y Kirchheim/Teck, Alemania, hasta la obtención del título de bachiller. Durante estos trece años disfrutó de varias estancias en Cheltenham (Inglaterra) con el objetivo de profundizar sus conocimientos de inglés.
1995-1997: Estudios de Derecho (Rechtswissenschaft) en la Universidad de Passau, Alemania. A lo largo de estos dos años académicos cursó estudios complementarios intensivos de Derecho y del idioma francés. En junio de 1997 realizó prácticas en el Parlamento regional de Baden-Württemberg, Alemania
1997-98: Estudios de Derecho francés en Nantes, Francia.
Verano de 1998: Prácticas en un bufete de abogados de Estrasburgo, Francia.
1998-2001: Finalización de los estudios de Derecho (Rechtswissenschaft) en la Universidad de Passau, Alemania.
2005: Presentación a la prueba de convalidación del título alemán de Rechtsanwältin (Abogada). Obtención del título de abogada en España.
Beck maneja con soltura alemán, español (con un ligero acento cordobés), inglés y francés.
¿Quiénes han sido los abogados que han supuesto para ti una referencia? ¿Por qué?
¡Esta pregunta me pone en un buen compromiso! Si lanzo un nombre, se enfadan otros porque no los he nombrado. En el sector, los abogados más conocidos seguramente sean Mariano Aguayo y Alfredo Hernández, pero somos muchos compañeros que nos dedicamos al sector energético, y de verdad, cada uno aporta algo valioso al equipo, ya sea por creatividad en la búsqueda de soluciones, o por un trato especialmente agradable con los clientes, por redacciones impolutas o por llevar negociaciones con sangre fría. Aquí todo suma y cada uno puede ser referente en muchos aspectos.
Fuera ya de tu actividad profesional, pero apelando a tu experiencia y conocimiento del sector, ¿qué futuro auguras para las estaciones de servicio denominadas tradicionales que están ubicadas en entornos rurales? ¿Crees que la descarbonización de la movilidad, tal y como se pretende desde las instancias europeas y nacionales, llegará en los plazos previstos a estas zonas, en las que perduran vehículos con muchos años en activo? El hecho de que el parque rodante de estas zonas requiera de una elevada autonomía, ¿dificultará el abandono de los combustibles derivados de petróleo y, por tanto, alargará la ‘vida comercial’ de las gasolineras de esas zonas?
Estamos en un momento de elevada incertidumbre porque nadie sabe cómo exactamente será la movilidad en el año 2040. No sabemos si surgirán otras alternativas tecnológicas, si los plazos tan ambiciosos previstos a nivel europeo serán factibles o si al final se optará por un ‘mix’ energético en el que todos los combustibles pueden coexistir de alguna forma.
Lo que sí recomendaría a todo empresario del sector es pensar en cuáles podrían ser alternativas factibles. Caben muchísimas opciones: estaciones de servicio que optan por complementar su servicio potenciando los puntos de recarga eléctrica o incluso de hidrógeno, otras que se centran más en los servicios adicionales (una gran tienda, restauración, lavaderos o servicios nuevos, como buzones inteligentes) y otras que pasan por un cambio radical. Justo ahora, con la liberación de los fondos europeos ‘next generation’ podría ser un buen momento para aprovechar y plantear una transformación o un giro al negocio.
La tópica pregunta
No es frecuente encontrarse con una abogada extranjera que desempeñe su actividad en un sector tan particular como el de las estaciones de servicio. La pregunta es casi obligada, ¿qué hace una abogada alemana, políglota, y formada en varios países, desempeñando su trabajo en España? Marion Beck responde:
“Siempre me hacen esa misma pregunta: ¿cómo una alemana acaba viviendo y trabajando en Córdoba y encima como abogada especializada en el sector de hidrocarburos? Y la verdad es que no estaba previsto en absoluto. Hice la carrera de derecho en Alemania con un enfoque bastante internacional, pensando en trabajar en los servicios diplomáticos o alguna institución internacional o la Comisión Europea. Pero durante una estancia en Francia conocí a quién es hoy mi marido, y decidí lanzarme a la aventura. Terminé mi carrera de Derecho en Alemania, me di de alta como abogada allí, y en 2003 vine para Córdoba. Aquí tuve la suerte de conocer a Mariano Aguayo quien tuvo la valentía de contratar a una abogada alemana que no sabía ni lo que significaba ‘contrato de arrendamiento’ o ‘aparato surtidor’, pero que venía muy ilusionada y con muchas ganas de aprender”.
Beck, quien cuenta con un profundo sentido del humor, es una firme defensora de las capacidades de nuestro país y sus profesionales. Contraria a ese derrotismo tan nuestro, a esa falta de confianza que poco a poco va dejando paso a un realismo sobre nuestras cualidades, Beck disfruta el momento que atraviesa el sector español de las estaciones de servicio, que tiene la oportunidad de enfrentarse a una reinvención en la que los plazos son conocidos.
¿Has notado una mayor presencia de mujeres en el sector desde que empezaste a trabajar en él?
Curiosamente, en el sector legal al menos en Ejaso ETL Global sí somos bastantes mujeres dedicadas al sector de la energía y más especialmente a las estaciones de servicio, y seguro que los empresarios (y empresarias) nos conocen a unas u otras. En el lado empresarial es verdad que fue durante muchos años un mundo muy conservador y dominado por hombres, pero las mujeres van abriendo brecha poco a poco. El camino natural de las cosas va hacia una mayor presencia de mujeres; estoy segura de que es algo que suma, no resta.