Entrevista a Antonio Martín, consejero delegado de Aseproda
A pesar de que la pandemia “la pandemia ha provocado un estropicio sin precedentes” en el sector, Antonio Martín, consejero delegado de Aseproda estima que muchas estaciones de servicio mantendrán su actividad si realizan las inversiones necesarias en tecnología que permitan maximizar los márgenes.
El empresario augura un posible incremento de la demanda de carburante debido al menor uso del transporte público, aunque advierte que puede verse compensada por el aumento del teletrabajo, una modalidad a la que la compañía sevillana se ha adaptado con excelentes resultados operativos.
¿Cómo se ha adaptado la empresa a la situación provocada por el COVID 19?
Desafortunadamente esta pandemia ha hecho estragos en el sector. Nuestra empresa, sin embargo, ha estado 100% operativa, sin haber aplicado ningún Erte. La asistencia telefónica y telemática no se ha visto afectada en ningún momento. El número de asistencias diarias ha bajado sólo levemente. Y las intervenciones que requerían desplazamiento in situ se han seguido llevando a cabo con normalidad, aunque tomando siempre las medidas higiénicas y de distanciamiento social necesarias para proteger a trabajadores y clientes.
Afortunadamente ya hace tiempo que disponíamos de herramientas que permitían el trabajo a distancia (centralita IP, soporte remoto, sistemas de gestión en la nube, etcétera) por lo que nuestros clientes no han notado ningún cambio en la atención. En 24 horas estábamos casi todo el equipo en casa tele trabajando sin mayor inconveniente.
Durante este periodo hemos continuado con los procesos de mejora que ya habíamos iniciado con anterioridad. Se ha creado el Departamento de Comunicación y Marketing y se han implementado muchísimas mejoras en el resto de la organización, donde todos los miembros del equipo han aportado su granito de arena.
Sólo las formaciones presenciales que ofrecemos periódicamente a nuestros clientes se han visto paralizadas durante este tiempo. Esta situación nos ha animado a seguir trabajando en la plataforma de teleformación sobre la que ya habíamos comenzado a trabajar antes del estado de alarma.
En este sentido, ¿qué valoración hace la plantilla de la posibilidad de trabajar desde sus domicilios? ¿Qué ventajas y desventajas encuentran en esta forma de desarrollar su actividad?
La experiencia es muy buena. Parte de la plantilla ya practicaba el teletrabajo, por lo que las herramientas estaban a punto. Excepto en el personal de almacén y fabricación y los técnicos de campo, el teletrabajo se ha implantado muy bien en todas las áreas.
Hay personas que se encuentran más cómodas trabajando desde casa y otras prefieren ir a la oficina. Es una cuestión personal que depende de la situación familiar de cada uno.
Tras estos meses de vigencia del estado de alarma, ¿mantendrá su empresa el teletrabajo una vez recuperada la normalidad? ¿Se ha replanteado su empresa la necesidad de contar con las mismas instalaciones con las que contaba hasta el estallido de la pandemia?
Personalmente no me importaría. He sentido que he mantenido el control y la comunicación con personal, clientes y colaboradores en todo momento, incluso en los momentos más duros, cuando estuve en aislamiento domiciliario durante un mes. Volveremos al trabajo presencial, pero igual adoptamos algunos cambios.
En cualquier caso, hay ciertas áreas que requieren del entorno natural de la oficina ya que nuestro sector está basado en la tecnología y se precisa del taller, del laboratorio y de la zona de ensamblaje para desarrollar y mejorar nuestros sistemas. Es por este motivo que no podemos prescindir de las instalaciones.
¿Qué consecuencias ha generado entre sus clientes la limitación a los movimientos fijada por el estado de alarma? ¿Cómo se han visto afectadas sus ventas en estos meses, tanto en el área de combustibles como en la tienda?
En términos generales, y habiendo hablado con muchos clientes, esta situación les ha supuesto en algunos momentos la disminución de sus ventas entre un 80 y un 90%. Podemos decir que la pandemia ha provocado un estropicio sin precedentes.
El Estado obligó desde el inicio a abrir a todas las gasolineras por tratarse de un servicio esencial, de primera necesidad, incluso cuando la demanda de carburante había bajado a niveles nunca vistos. No tuvieron durante muchas semanas la posibilidad de cerrar y acogerse a Erte extraordinarios. Las cuentas de resultados de este año se van a ver muy afectadas. Basta ver las estadísticas de CLH para darnos cuenta que el sector se ha visto muy afectado.
¿Han tenido que llevar a cabo algún desarrollo específico para dar respuesta a las necesidades que han surgido entre los clientes finales en estas casi nueve semanas de confinamiento de la población?
Hemos hecho una gran cantidad de desarrollos nuevos en las últimas semanas, pero ninguno de ellos ha partido de una necesidad específica provocada por esta situación.
¿Qué consecuencias cree que tendrá para sus clientes, a nivel interno, este periodo tan especial?
El usuario que antes premiaba la atención personalizada busca ahora el mínimo contacto y le preocupa más mantener las distancias, huyendo de los espacios reducidos y haciendo uso de los terminales de auto pago.
Bajo mi punto de vista, creo que obligará a muchas gasolineras a replantearse el modelo desatendido cuanto menos en ciertas franjas horarias, ya que garantiza la seguridad de higiene que precisa el usuario final.
¿Augura una reducción de las plantillas?
Ya se están produciendo. Algunas estaciones han reducido su plantilla para instalar sistemas de auto pago.
¿Generará un mayor interés en otras áreas de actividad, como, por ejemplo, en las tiendas, incrementando el surtido disponible en ellas?
Todo lo contrario, a menor venta de carburante, menor será la demanda en tienda. En estas semanas no se ha llegado a producir desabastecimientos en la distribución de alimentos que justifiquen un aumento de la demanda de estos productos en las estaciones de servicio.
¿Cree que se producirán cierres de gasolineras?
Desgraciadamente ya se están produciendo, aunque no son muchas y sólo de forma temporal. Creo que antes realizarán una inversión tecnológica adicional para pasar a operar en régimen desatendido, intentando maximizar márgenes.
En estas circunstancias, ¿ha cobrado mayor importancia pertenecer a una red?
Probablemente, al tener mayor infraestructura, las redes disponen de mayor capital de riesgo, aunque esta situación ha afectado por igual a estaciones libres y abanderadas.
¿Cree que esta situación hará posible el establecimiento de alianzas entre gasolineras, o bien entre gasolineras y otros comercios, para así ofrecer más servicios a sus clientes y, de paso, afianzar la supervivencia de las empresas? ¿Cree que sería factible este objetivo?
Ya se han visto algunas alianzas, como alguna que ha hecho alguna petrolera con empresas de reparto de comida a domicilio para distribuir productos de tienda, pero se me antojan muy efímeras y de poco impacto. Más bien parecen operaciones de marketing.
De entre los productos y servicios que comercializa su empresa, ¿cuáles han sido los más demandados en estas nueve semanas? ¿Han visto incrementar de forma inaudita la demanda de alguno de ellos?
Desde luego. Se ha reavivado la demanda por los terminales de auto pago. Facilitan el distanciamiento social y han permitido que estaciones que han disminuido su personal temporalmente puedan permanecer abiertas en esas franjas horarias.
Mi sensación es que los usuarios han acogido esta medida satisfactoriamente. Lo han percibido como un interés del empresario por seguir dando servicio minimizando los riegos de contagio. El usuario ya no ve los equipos de auto pago sólo como un medio para adquirir carburante a mejor precio, ahora también lo percibe como un beneficio social.
¿Qué escenarios auguran en los próximos tres meses?
De inicio, mucha precaución e incertidumbre, no se prevé mucha inversión a corto plazo. Muchos piensan que la recuperación tendrá forma de ‘U’ y no de ‘V’, pero hay que tener en cuenta que la parte baja de la ‘U’ puede representar meses.
¿Qué cambios cree que propiciará esta situación y qué consecuencias augura que provocarán en el sector de las estaciones de servicio?
A priori no creo que haya muchos cambios, quizás destacaría la demanda del auto servicio. Por un lado, es posible que la demanda de carburante aumente por el menor uso del transporte público, pero puede verse compensada por el aumento del teletrabajo.
Por otra parte, me gustaría destacar la dimensión humana que esta situación ha traído a nuestra vida profesional. Durante este tiempo hemos hablado o mantenido videoconferencias con muchas personas (trabajadores, clientes, proveedores, colaboradores…) desde nuestras casas. Todos hemos vivido afablemente situaciones en las que en las conversaciones se colaban la llamada a la cena, las discusiones de los hijos o los ladridos del perro. Esto ha dado pie a mantener conversaciones cercanas, donde todos hemos conocido algo más de las personas con las que habitualmente hablamos pero que nunca llegamos a conocer. La relación con el equipo, con los colaboradores y con los clientes, lejos de deteriorarse, se ha enriquecido y, en consecuencia, también se ha enriquecido la actividad empresarial.