El 74% de la energía en España será renovable en 2030
Bajo el título ‘Tecnologías para la transición energética’, se ha desarrollado el octavo desayuno organizado conjuntamente por Mediapost y la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), para continuar analizando los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU, en esta ocasión, el ‘ODS7: energía asequible y no contaminante’.
Agustín Delgado, director de Innovación y Sostenibilidad de Iberdrola, protagonizó el octavo desayuno ODS.
“Vamos a ser capaces, con sol, agua y viento, de producir un 74% de la energía eléctrica en España con fuentes renovables, a un precio competitivo, sin producir CO2 y con la misma calidad que ahora. No es una transición energética, es una revolución energética”. Esta afirmación ha sido la piedra angular de la ponencia de Agustín Delgado, director de Innovación y Sostenibilidad de Iberdrola, quien ha dado varias pistas sobre cómo será el panorama energético de aquí a diez años: “En España, nunca más se va a construir una central de combustible fósil, solo van a cerrarse. Será el sector privado el que se encargará de facilitar alternativas. Casi toda la energía que venga de un enchufe será renovable y, posiblemente, los precios serán más bajos”.
Para Agustín Delgado, son varias las razones por las que debemos realizar una transición hacia el uso de las energías sostenibles. “Lo demanda la sociedad, es fundamental para el medio ambiente y es más eficiente y competitivo” ha afirmado. “Pero, además, invertir en esta transformación asegura que podremos tender la mano a los países en vías de desarrollo para que también ellos puedan llevarla a cabo gracias a nuestro ejemplo y tecnología”.
En cuanto a la tecnología, Delgado ha destacado dos evoluciones importantes: la bomba de calor y el vehículo eléctrico. La primera demuestra una eficiencia del 300% y el nuevo Código Técnico de la Edificación favorece su instalación. “Si electrificáramos toda la calefacción en España bajaríamos las emisiones un 90%” ha explicado, señalando, sin embargo, que hay tres barreras a superar: la del espacio, porque se necesita un depósito, aunque se está investigando cómo reducirlo; la del coste, los equipos son caros pero su precio no deja de bajar a medida que aumenta la demanda, y la de la percepción negativa sobre este sistema en España, por la falsa creencia de que solo es posible que caliente por aire, cuando también está disponible por agua.