Repsol y Shell, las únicas petroleras alineadas con los objetivos del Acuerdo de París
Un estudio sobre el comportamiento climático del sector energético (realizado por Transition Pathway Initiative (TPI), asociación de la que forman parte 50 de los mayores inversores en activos) señala que solo Repsol y Shell, de entre 50 empresas petrolíferas y gasísticas, están alineándose con los objetivos fijados en el Acuerdo de París.
El análisis cuenta con el respaldo de inversores como BNP Paribas Asset Management; Aberdeen Standard; Legal & General Investment Management y Robeco. En el estudio se afirma que “a pesar de las afirmaciones de muchas grandes empresas de petróleo y gas de que están abordando el cambio climático”, sólo dos, las citadas anteriormente, tienen objetivos de emisiones en línea con las promesas de París hechas por los países firmantes del acuerdo internacional. El principal objetivo que se pretende alcanzar es limitar a dos grados centígrados el incremento de la temperatura media global del planeta respecto a los niveles preindustriales.
El resultado del sector gasístico y petrolífero, se mantiene en el estudio, es muy diferente al del eléctrico, en el que, de las compañías analizadas (29), casi la mitad (el 49%) sí están ajustándose a los objetivos del tratado auspiciado por la ONU. De hecho, más del 20% de las empresas eléctricas estudiadas están preparadas para cumplir con el punto de referencia más ambicioso, que es el de ‘por debajo de los 2°C’. Es más, las previsiones adelantan que EDF, E.ON, Exelon, Innogy, Ørsted y PG&E alcanzarán casi cero emisiones de carbono en 2030.
El informe del TPI también evaluó la 'Calidad de Gestión' del carbono, es decir, el gobierno corporativo del riesgo climático. Para las 50 compañías de petróleo y gas evaluadas en cuanto a la calidad de la gestión del carbono, los resultados de la investigación son los siguientes:
Así, el 62% de las empresas de petróleo y gas no revela las emisiones de alcance 3 producidas por el uso de productos vendidos (por ejemplo, las emisiones de los vehículos o aviones que utilizan el combustible producido por la empresa), incluidas Exxon Mobil (EE.UU.) y Gazprom (Rusia). Las emisiones de alcance 3 son responsables de la gran mayoría (aproximadamente el 80%) de la huella de carbono de una empresa petrolífera.
El 46% de las empresas no han establecido aún metas cuantitativas para reducir las emisiones, incluyendo Phillips 66 (EE.UU.) y Petrobras (Brasil).
Los inversores, preocupados
El co-presidente de la Transition Pathway Initiative, Adam Matthews, quien es, a su vez, director de Ética y Compromiso de la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra, señaló que “el ritmo de los cambios debe aumentar en función de la urgencia de la cuestión. El compromiso de los inversores tiene que asegurar que las empresas se alineen con una vía que mantenga el calentamiento global por debajo de los 2°C. En particular, las grandes empresas de combustibles fósiles deberían establecer objetivos de emisiones que incluyan las emisiones de sus productos vendidos (alcance 3). Sabemos que se puede hacer y no hay excusa para no hacerlo”.
Euan Stirling, director global de Administración y ESG Investing, Aberdeen Standard Investments, declaró que “cuando se necesita cambiar los comportamientos, el liderazgo visible es muy importante. No hay duda de que las compañías de petróleo y gas se encuentran en una posición difícil en la transición hacia una economía baja en carbono. Esto hace que sea aún más importante que tengamos al menos algunos integrantes del sector que están comenzando a responder a la crisis climática mediante el reposicionamiento de sus negocios desde arriba de la misma manera en que lo han hecho muchos generadores de energía. Los informes del TPI destacan a las compañías que están siendo evaluadas, lo que se puede hacer, y todo ello debería inspirar a aquellos que están rezagados a seguir a los líderes de la transición climática”.
Carola van Lamoen, directora de propiedad activa de Robeco, lamentó que “sólo una pequeña minoría de empresas energéticas está tomando medidas para mitigar sus emisiones de acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París. Creemos que los inversores deberían utilizar su voz para hacer que la alta dirección de las empresas en las que invierten se responsabilice de la incorporación de las cuestiones relacionadas con el clima en su estrategia corporativa. Continuaremos trabajando junto con nuestros socios en TPI para promover la adopción de modelos de negocio sostenibles por parte de las empresas de nuestro portafolio”.
Helena Viñes Fiestas, directora global de Administración y Política de BNP Paribas Asset Management, considera que “a pesar de que un número cada vez mayor de gobiernos ha aumentado sus ambiciones de reducción de emisiones y ahora aspira a ser neutrales en cuanto a las emisiones de carbono para 2050, la mayoría de las empresas aún no ha establecido sus objetivos de reducción de emisiones para 2030, por no hablar de establecer una visión a más largo plazo para sus emisiones de carbono. A nosotros, como uno de los principales inversores institucionales, nos preocupa que el riesgo de transición -la gran y creciente brecha entre los objetivos del gobierno y las ambiciones de las empresas- sea una fuente importante de riesgo de inversión”.