Aevecar y Aeescam celebraron una jornada sobre la transición energética

La jornada tuvo lugar el 19 de octubre en el hemiciclo de la sede de la Confederación Empresarial de Madrid (Ceim), dentro del edificio que alberga las oficinas centrales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe). Tras la presentación de la misma, el primer ponente en dirigirse a los asistentes fue Carlos Martín, director técnico de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, AOP, quien ofreció datos que demuestran, una vez más, el peso que los derivados del petróleo tienen en la movilidad actual. Martín apuntó que en los últimos once años las emisiones medias de CO₂ de los vehículos nuevos han descendido un 27%, prueba evidente de los esfuerzos de la industria automovilística para avanzar en la descarbonización de la economía.

El director técnico de la AOP, quien reiteró que la preocupación por la calidad del aire en las ciudades ha propiciado que la ambición en la mejora de la misma vaya creciendo, señaló que las autoridades europeas están adoptando un enfoque integral para abordar la movilidad. En cuanto a los cambios sociales, Martín apuntó que el uso compartido de vehículos está generando un cambio disruptivo en las grandes ciudades europeas, en las que muchos residentes han dejado de contemplar la posibilidad de poseer un coche.

El director general del Clúster de Autogás en España, José Luis Blanco, tomó el testigo para glosar las ventajas del autogás en la mejora de la calidad del aire de ciudades y para recordar que la acumulación de NOx y partículas en las grandes concentraciones urbanas provoca cada año miles de muertes prematuras en Europa, lo que convierte a éste “en un problema de hoy”. Blanco -quien subrayó que el 66% del autogás proviene de pozos de extracción de gas natural, mientras que el 34% restante se obtiene del refino del petróleo- incidió en un argumento que se fue repitiendo a lo largo de la jornada: la evidencia de que en el futuro todas las energías deberán jugar un papel en la reducción de las emisiones contaminantes.

Eugenia Sillero, secretaria general de Gasnam, destacó la variedad de aplicaciones del gas natural en sus dos modalidades: el GNC y el GNL. El uso del segundo en el transporte marítimo se encuentra en pleno desarrollo debido a las limitaciones establecidas a las emisiones de CO₂ en el Mar del Norte. En este sentido, Sillero apuntó que la Organización Marítima Internacional (OMI) ha establecido que los fuelóleos rebajen en 2020 su actual contenido en óxidos de azufre (S0x), que es del 3,5%, al 0,5%, tarea que de nuevo recae en la industria del refino.

Sillero remarcó que España cuenta con seis terminales de regasificación y 12.000 kilómetros de gasoductos, infraestructuras que convierten a nuestro país en uno de los mejor colocados para convertirse en un hub logístico de primer nivel en Europa. Asimismo, la secretaria general de Gasnam explicó que el biogás obtenido de la fermentación de residuos orgánicos, aguas residuales y restos agrícolas y ganaderos presenta un balance nulo de emisiones, por lo que se está trabajando en el establecimiento de un certificado que avale el origen renovable del biogas, similar al ya existente con la electricidad.

La secretaria general de Gasnam, quien también dijo que además de la electricidad el resto de energías aportarán sus cualidades a la descarbonización de la economía, declaró que la actual red de estaciones de recarga de gas natural en España asciende a 130 puntos, cifra que se incrementará en 80 unidades en los próximos meses, y recordó que Europa ha fijado un número mínimo de las denominadas ‘gasineras’, de las que hay 800 en Alemania o 1.200 en Italia.

Antes de la pausa para el café se produjo una breve ronda de preguntas. El presidente de Agrupación Asturiana de Vendedores al por menor de Carburantes, Asvecar, Fernando Villa, incidió en una de las consecuencias que tendrá la reducción de las ventas de gasolinas y gasóleos: la disminución de la recaudación fiscal. En su respuesta, Carlos Martín opinó que se producirá una redistribución tributaria que, necesariamente, supondrá una mayor presencia de los impuestos en el precio final de los que en la actualidad se denominan carburantes alternativos. Su opinión al respecto es que el peso de los gravámenes debería estar relacionado con el rendimiento energético de cada combustible.

Villa, muy activo durante toda la jornada, lamentó las dificultades administrativas locales a las que se debe hacer frente para poner en marcha puntos de repostaje de GNL y GNC y, en menor medida, de autogás, ya más conocido entre funcionaros municipales.

El director gerente de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, acudió al evento con una actitud que se podría calificar de conciliadora y, la vez, de gran seguridad sobre el favorable futuro que espera a la movilidad eléctrica; pero siempre con un tono constructivo, que se podría resumir en el lema que esgrimió en más de una ocasión a lo largo de su exposición: “si Mahoma no va a la montaña, el mercado buscará otras montañas”, en referencia a las opciones existentes para instalar puntos de recarga de baterías: desde centros comerciales a domicilios particulares, pasando por aparcamientos públicos o sedes de empresas, entre otras posibilidades.

Pérez de Lucia dijo que “es fundamental que la recarga rápida y ultrarrápida tengan un justiprecio para que exista un modelo de negocio para las estaciones de servicio”, que probablemente sea el quid de la cuestión, porque, ¿qué retorno económico puede obtener una estación de servicio de un punto de recarga cuando otros actores, ajenos en muchos casos al mercado energético, pretenden ofrecer como gancho comercial la gratuidad de las recargas de las baterías? En este sentido, Pérez de Lucia dijo que “lo gratuito es enemigo de lo eficiente”.

No obstante, afirmó que -si las estaciones de servicio no invierten en la puesta en marcha de puntos de recarga- la carga rápida y ultrarrápida de los vehículos eléctricos “se desarrollará en otros emplazamientos (como ya está sucediendo) y la estación de servicio perderá su condición natural de lugar al que acudir durante un viaje por carretera para un número cada vez más importante y creciente de clientes”.

“Vender combustible es cada vez un negocio menos rentable y, teniendo en cuenta que la recarga rápida y ultrarrápida del vehículo eléctrico requiere unos minutos de espera, somos los clientes ideales para consumir un café, tomar un refrigerio, comprar prensa o visitar la tienda”, aseguró el director del clúster de la movilidad eléctrica.

Pérez de Lucia hizo referencia a una realidad cada vez más evidente, pero por ahora en España circunscrito a las ciudades de Madrid y Barcelona: el uso compartido de vehículos, muchos de ellos eléctricos. Para remarcar que éste es un fenómeno que no se puede desdeñar, aseguró que en Madrid hay más de 300.000 usuarios que recurren a esta modalidad, que está propiciando que algunas marcas de automóviles ya estén asumiendo la prestación de servicios de movilidad como su negocio futuro, en lugar de la tradicional venta.

Si la movilidad eléctrica es una realidad creciente, al hidrógeno le queda por recorrer mucho camino aún. Muchos de los participantes en el evento consideran que este vector energético ofrece tantas posibilidades que lo convertirán a largo plazo en una solución tremendamente completa. Pero hasta alcanzar ese punto de desarrollo harán falta años en los que la oferta de vehículos debe aumentar, como tendrá que suceder con la red de repostaje. El vicepresidente de la Asociación Española del Hidrógeno, Antonio González García-Conde mostró algunas de las posibilidades que abre la utilización del hidrógeno y de las pilas de combustible.

Guillermo Wolff Elosegui, presidente de la Comisión Técnica de Motores, Combustibles y Lubricantes de la Asociación Española de Profesionales de Automoción, Asepa, protagonizó algunos de los momentos más distendidos del evento, cualidad que no restó a su presentación ni rigor ni profundidad, demostrando que subir a un estrado a compartir conocimientos y ofrecer luz sobre zonas de sombra puede hacerse en un tono accesible y no por ello menos erudito.

Wolff repasó brevemente varios de los hitos protagonizados por los motores de ciclo Diesel, que no tuvieron una presencia destacable en los vehículos ligeros hasta el estallido de la crisis del petróleo de 1973. El encarecimiento del oro negro fue una de las razones por las cuales la industria europea de automoción apostó por unas motorizaciones que destacaban por su longevidad y bajo consumo. Las mejoras introducidas gracias a la fuerte inversión en I+D+i impulsaron avances en prestaciones y rendimiento que dieron como resultado un vuelco en el reparto de ventas: si en 1990 el porcentaje de vehículos nuevos que equipaban motores alimentados por gasóleo era del 15%, en 2008 pasaron a copar casi el 70% de las altas.

En este proceso también colaboró la industria del refino, que eliminó el plomo de las gasolinas y redujo en un 99% la presencia de azufre, destacó Wolff, quien no soslayó el evidente problema de contaminación que sufren diversas europeas, catorce de ellas alemanas. En este sentido, señaló que “Bruselas aprieta, pero no ahoga, ya que siempre deja tiempo para reaccionar”. Por el contrario, avanzó que el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo del Clima de París será imposible de alcanzar si sólo Europa se toma en serio una tarea hercúlea.

En el debate posterior se produjo un afilado cruce de opiniones entre José Luis Blanco y Luis Pérez de Lucia en el que prevaleció el ingenio y el respeto, pero también la mordacidad y la dureza a la hora de defender las posturas de cada una de las partes personificadas en ambos ponentes: los carburantes alternativos, en particular el autogás, y la movilidad eléctrica. El intercambio de argumentos ofreció la posibilidad de ver a dos profesionales que viven con pasión y rigor su labor en un ‘toma y daca’ del que los asistentes extrajeron conocimientos y datos que les permitirán tomar decisiones empresariales mejor formadas, uno de los objetivos perseguidos por este tipo de eventos.

La clausura del evento recayó sobre el presidente de Aevecar, el empresario Alejandro Ripoll, quien ofreció una frase que podría servir de resumen a la jornada: “tenemos que espabilar”. El empresario señaló que hay que estar muy pendiente de qué opción será más interesante para cada estación de servicio y señaló que “vamos a trabajar con energías que desconocemos”. Asimismo, remarcó que “hay que ser muy vigilantes con la seguridad”, mirando de reojo a las gasolineras desatendidas.

En definitiva, la jornada coorganizada por Aevecar y su asociación madrileña, la Aeescam, fue una cita interesante, desarrollada en un formato ágil y con unos ponentes que ofrecieron pistas y señales de interés para los asistentes.