Área de lavado de la estación de servicio Chateau La Roca, en Santa Cruz de Bezana, Cantabria
Una meditada y acertada elección
Hay decisiones que deben tomarse tras un concienzudo análisis de las distintas opciones existentes. La adquisición de bienes no escapa a esta forma de proceder, que permite elegir aquellos productos más ajustados a nuestras necesidades y deseos. Así actuó Jorge de Benito a la hora de renovar la oferta de lavado a presión de la estación de servicio Chateau La Roca, ubicada en la localidad cántabra de Santa Cruz de Bezana. El fabricante elegido: Lavarte.
Lo hacemos todos a la hora de adquirir productos cotidianos, en algunos casos comparando precios y rendimientos en internet, pero cuando realmente cobra sentido otear con minuciosidad la oferta de productos que se convertirán en la cara de un negocio es a la hora de realizar una inversión que se mantendrá activa durante años.
“En todo el proceso de renovación de la oferta de lavado a presión de esta estación de servicio lo que más me costó fue tomar la decisión, que postergué más de lo ideal, la verdad. Lo pensé a finales de 2016 y no me decanté por Lavarte hasta mediados de este año. Se trata de una decisión que hay que madurar, porque es un bien que debe permanecer en funcionamiento cuantos más años mejor”.
Como hemos señalado, éste fue un proceso que llevó un tiempo. De hecho, “durante casi un año he visitado instalaciones de diversos fabricantes que estaban operando en distintos puntos de España con la intención de conocer bien la oferta disponible. Una vez decantada la decisión por Lavarte (algo que sucedió en mayo) el tiempo transcurrido ha sido muy corto y, además, ajustado a los plazos marcados por la compañía madrileña”, explica De Benito.
“Otro aspecto que hemos cuidado mucho ha sido el tiempo que íbamos a dejar de prestar el servicio de lavado a presión, que hemos acortado lo máximo que nos ha resultado posible. Coordinamos de manera muy precisa el día en el que se terminaba de desmantelar la anterior instalación con el inicio de las obras necesarias para poner en marcha la nueva. Lo que pude comprobar es hasta qué punto Óscar Domínguez verifica todos los detalles y es escrupuloso con los procesos y pasos. Desde que se desmantelaron los anteriores equipos hasta que empezaron a funcionar los nuevos transcurrieron sólo doce días”.
La importancia de la imagen
De Benito nos cuenta que “cuando conocí los equipos de lavado a presión de Lavarte lo que más me llamó la atención fue su diseño. Yo tenía claro que para actualizar los boxes del área de lavado quería algo rompedor, algo distinto. Y los boxes de Lavarte tienen una imagen espectacular. Además, el hecho de que toda su estructura esté elaborada en acero inoxidable es muy interesante, ya que esta estación de servicio está muy próxima al mar (en línea recta a unos 500 metros de distancia), por lo que hay que contar con equipos que soporten la corrosión que provoca el salitre”.
Tras contactar con la empresa, continúa el empresario cántabro, “pude comprobar que la calidad de la estructura y del diseño se correspondía con la calidad de sus componentes. Durante todo el proceso de asesoramiento previo a la operación he podido comprobar el buen hacer de Óscar Domínguez, Ángel Carabaña, director comercial de Lavarte y Alejandro Pintos, que es el responsable del Departamento Técnico de la compañía, quienes no me han defraudado. El trato, la atención prestada y los consejos que me han dado han sido de gran valor”.
Tras un par de meses en funcionamiento, el aspecto de la instalación de lavado más valorado por De Benito es “la calidad total de la instalación. En particular me llamó mucho la atención la profesionalidad con la que se abordó la instalación y puesta en marcha de los equipos, tareas que se desarrollaron con un exquisito cuidado por los detalles. Me gustaría resaltar cómo se cumplieron los plazos previstos, fijados por Óscar Domínguez y respetados escrupulosamente por el Equipo Técnico liderado por Alejandro Pintos. Este aspecto es muy importante para coordinar la apertura de la instalación de lavado con la restante actividad de la estación de servicio”.
Por lo que respecta al servicio de asistencia técnica, “no ha sido necesario recurrir a él, como es lógico. Pero, además, el equipo incorpora un sistema de autodiagnosis que identifica las incidencias que pudiera sufrir las máquinas y va guiando al usuario en su resolución”, explica De Benito.
Más que una renovación
“Antes de esta nueva instalación”, relata el empresario, “contábamos con una que había cumplido sobradamente su vida útil. Cuando decidí renovar la oferta de lavado pensé que era adecuado incrementar el número de boxes, ya que conozco bien cuál es el volumen de lavados que podemos asumir en esta estación de servicio debido a la población residente, el flujo de vehículos y los competidores que actúan en nuestra zona de influencia. Así que optamos por incorporar un box descubierto que cuenta con un brazo que está a cuatro metros de altura, y que permite el lavado de vehículos comerciales y de coches con dimensiones mayores a las que son habituales”.
A pesar de que ha transcurrido poco tiempo desde que los boxes se abrieron al público, “sí hemos notado que el flujo de clientes ha aumentado de forma considerable. El cambio se nota desde todos los puntos de vista: a nivel estético el diseño es muy llamativo y elegante, y en cuanto a la calidad del lavado, es muy superior a la que ofrecíamos antes. Otra ventaja es que los monederos aceptan tanto fichas como monedas (de 1 o 2 euros), lo que nos aporta flexibilidad y facilita la puesta en marcha de promociones cruzadas con la tienda o los combustibles, así como la posibilidad de tener detalles con clientes habituales”.
Un aspecto muy destacado por De Benito es el diseño de los equipos de Lavarte, que “me llamó muchísimo la atención. A pesar de que vi otros muchos equipos, no podía pasar por alto la imagen de los boxes de Lavarte. Es un diseño espectacular pero elegante, con cierto poso clásico que le permitirá, creo, asumir mejor el paso de los años. Y todo ello sin perder funcionalidad. Pero lo mejor es que la calidad de los componentes está a la misma altura del diseño.”
“La apuesta por la calidad de Óscar Domínguez y de toda la plantilla con la que he tratado se ve reflejada también en el resultado que ofrecen sus productos químicos. Por encima de todos, destaco la fuerza y eficacia que logra el prelavado para eliminar la suciedad de las llantas y quitar de la carrocería los insectos incrustados. Los clientes lo comentan y eso está generando un efecto llamada que nos demuestra que la calidad es un factor muy valorado por los conductores de la zona”, relata el empresario cántabro.
“Me gustaría destacar”, apunta De Benito, “una prestación que, por novedosa y eficaz nos ha llamado la atención: la posibilidad de conocer al detalle el rendimiento de los componentes, lo que sin duda redundará en un alargamiento de la vida útil de los equipos. La verdad es que todos estamos con la máquina como si tuviéramos un juguete nuevo.”
“Contamos con otras áreas de lavado y en una de ellas, en un progresivo proceso de renovación, hemos incorporado cerramientos de Lavarte. Debo admitir que no contemplaba la posibilidad de renovar esos equipos, pero tras ver el resultado, la seriedad de todo el equipo humano de Lavarte y a la excelente acogida de los clientes, estoy empezando a preparar todo el proceso administrativo para solicitar licencias y ponernos manos a la obra”.
Durante la renovación “hemos prestado atención a todos los detalles, y hemos pensado en los motoristas y en los ciclistas para que puedan lavar sus motos y bicicletas de forma cómoda. Por ejemplo, tienen un espacio para que depositen sus cascos y los objetos que puedan llevar encima. En cuanto las bicicletas, tienen un soporte para que puedan ser lavadas de forma cómoda y segura”, detalla De Benito.
Pendiente de todos los detalles
Jorge de Benito demuestra un conocimiento poco habitual sobre las características técnicas de los boxes de lavado, prueba evidente de la importancia que ha otorgado a la renovación de los equipos de lavado a presión, como corrobora su descripción de los equipos. “Tenemos dos boxes cubiertos que ofrecen una presión muy alta y una temperatura del agua también elevada, factores que determinan la calidad final del lavado. Los boxes cuentan con cinco programas. Uno de ellos es un prelavado que cuenta con un producto químico -de color rosa- muy eficaz para eliminar la suciedad más incrustada, como son los insectos, así como para lograr una correcta limpieza de las llantas. El programa de lavado recurre a agua caliente y a detergente polvo suministrado por Lavarte. El aclarado con agua tratada es el siguiente programa, al que sigue el encerado, para finalizar con un aclarado con agua osmotizada, que evita la formación de pequeñas manchas provocadas por las impurezas que pudiera tener el agua”, enumera el empresario.
La presión del agua en el box descubierto es de 120 bares y ofrece un caudal de entre 13 y 17 litros por minuto, mientras que los otros dos boxes ofrecen una presión de 100 bares y un caudal de entre 13 y 15 litros por minuto.
La caldera es alimentada por un depósito de gasóleo de 750 litros y cuenta con un depósito de acumulación de ósmosis de 2000 litros de capacidad. Tiene dos membranas de ósmosis que generan 200 litros de agua osmotizada a la hora. “Se podría decir”, añade De Benito, “que la instalación está sobredimensionada, pero hemos tomado esta decisión pensando en el futuro y para que pueda asumir la carga de trabajo prevista de forma muy holgada.”
En cuanto a la electrónica, los equipos cuentan con un software que permite gestionar la instalación de forma remota, controlando los principales parámetros desde un dispositivo con acceso a internet. Finalmente, las lanzas de los boxes cubiertos son ‘Twin Jet’, un sistema patentado por Lavarte que es muy eficaz, concluye nuestro interlocutor.
Radiografía del lavado a presión de la estación de servicio Chateau La Roca
El director general de Lavarte, Óscar Domínguez detalla cuáles son las principales características de la instalación que ocupa estas páginas.
“Con el objetivo de poner en marcha una oferta de lavado a presión diferente, la configuración de la misma cuenta con elementos que no ofrecen las instalaciones vecinas. Así, el cerramiento elegido es el Delta con mamparas de cristal, exclusivo de nuestra marca. En cuanto al programa de prelavado, utiliza espuma en color que mejora la limpieza de las zonas más sucias, como pueden ser las llantas o el frontal del vehículo, en el que se acumulan insectos. Y las lanzas incorporan el sistema Twin Jet, que sólo ofrecemos nosotros: se trata de un sistema patentado que mejora y acorta el proceso de lavado y aclarado”, agrega Domínguez.
“Las peticiones que recibimos por parte de Jorge de Benito fueron muy claras. Quería un equipo fiable, que ofreciera un lavado de gran calidad que nos permitiera mejorar las ventas”, continúa el director general de Lavarte, quien remarca que “en un lugar como éste, en una zona en la que hay tantos competidores, estábamos obligados a diferenciarnos del resto ofreciendo una oferta distinta y -por supuesto- con más calidad en el resultado final, que es lo más importante, sin duda”.
Tal y como señala De Benito unas líneas más arriba, “hemos duplicado las bombas dosificadoras, logrando así seguridad redundante en caso de que se produjera una avería en el sistema de dosificación, algo que Jorge reclamó por experiencias negativas anteriores”.
Asesoramiento total
“Tal y como ocurre en otros lugares”, afirma Domínguez, “aquí hay muchísima competencia, pero una vez más nos hemos encontrado con un panorama poblado por una oferta muy numerosa, pero con baja calidad. Hemos visto instalaciones obsoletas; máquinas que no cuentan con agua caliente, que no tratan el agua, ni la descalcifican; que no suministran agua osmotizada; que ofrecen la misma variedad de programas de lavado desde hace décadas; con cerramientos envejecidos, sucios y con diseños de hace 30 años… Las instalaciones de lavado a presión han evolucionado mucho y hay empresarios que, sin actualizar su oferta, se preguntan por qué cada vez pasan por sus instalaciones de lavado menos vehículos sin pararse a pensar que hay más competidores y, en algunos casos, ofreciendo más y mejores prestaciones. El hecho de que una instalación esté amortizada no justifica que no se actualice. En el caso de esta instalación no ha sido así, pero a pesar de ello el volumen de lavados se ha incrementado, lo que demuestra que es necesario ofrecer algo nuevo antes de que los conductores elijan opciones más modernas y eficaces”.
Un ejercicio muy positivo
Preguntado sobre la marcha del ejercicio 2018, Domínguez nos cuenta que el año “empezó tranquilo, pero a partir de abril se activó muchísimo la actividad y ahora mismo nuestra cartera de pedidos está en máximos”. Respecto a las expectativas de cara a 2019, y tras confirmar que “no tenemos una bola de cristal”, el director general de Lavarte avanza que las instalaciones existentes “van a seguir renovándose, porque hay muchas instalaciones obsoletas y antiguas a las que no les queda otra solución que actualizar su oferta si no quieren perder cuota de mercado en su zona de influencia”.
Además, añade nuestro interlocutor, “se siguen aprobando nuevos proyectos de estaciones de servicio y continúa habiendo muchos propietarios de estaciones de servicio que quieren seguir abriendo más estaciones, una tendencia que nos repercute directamente porque, a no ser que haya problemas de espacio, en cualquier nuevo proyecto casi siempre se monta instalación de lavado”.
“Lo que venimos observando en España”, declara Óscar Domínguez, “es que cada vez los clientes se decantan más por usar las instalaciones de alta presión. Y las razones para ello son diferentes dependiendo a quien preguntes. El cliente final encuentra en el lavado a presión una oferta más personalizable. Hay usuarios que sólo quieren quitar el polvo de sus vehículos y dedicarle un par de euros a esta tarea. Otros, en cambio, optan por una limpieza más profunda y usar todos los programas disponibles y limpiar todos los rincones de su vehículo, hasta el motor y pasos de rueda, por ejemplo. Esta facilidad de adaptarse a los gustos del cliente final que tienen los boxes no lo tienen otros sistemas”.
Por lo que respecta a los dueños de las instalaciones, “si optan por esta modalidad encuentran, si se escogen productos de calidad, equipos más fiables que otras opciones, más sencillos de mantener. Es muy poco habitual que un box falle, pero si se produce una incidencia imprevista el resto de la instalación puede seguir dando servicio a los clientes. ‘Dar servicio’, esta frase es la que más temen incumplir los propietarios, y es más fácil cumplirla con boxes de lavado que con otros sistemas”, apostilla Domínguez.