La petrolera ha de afrontar procesos en 30 países
Repsol provisiona 1.000 millones para hacer frente a causas judiciales pendientes
Revista Estaciones de servicio13/11/2009
EESS Digital. - El grupo Repsol está denunciado en los más de 30 países de cuatro continentes en los que opera, lo que le ha obligado a sumar provisiones en su balance de cerca de 1.000 millones de euros, repartidos entre las denuncias de carácter fiscal y las reclamaciones por daños medioambientales, además de multas por operar supuestamente a través de cárteles.
La compañía reconoce que el endurecimiento de los marcos regulatorios en prácticamente todos los países en los que opera, sumado a la inseguridad jurídica en Latinoamérica, han multiplicado, sobre todo por la argentina YPF, el número de contingencias oficiales a las que se enfrenta.
En cuanto al aspecto medioambiental, a pesar de las mejoras tecnológicas, las actividades de extracción son cada vez más complejas y en lugares más dificultosos, lo que han elevado el riesgo de contaminación. A esto se suma que Repsol ya es una petrolera veterana, lo que supone una penalización en las provisiones que hasta ahora dedicaba al desmantelamiento de unidades, que aumenta a 800 millones de euros su balance.
En lo tocante a las prácticas anticompetitivas en España y Europa, Repsol ha sido sancionado en ejercicios pasados por su participación activa en cárteles como el del asfalto y del látex sintético. Además, en los últimos meses, el Consejo de Ministros le ha multado por incumplir las normas de vertidos en su refinería de Puertollano lo que ha ocasionado movilizaciones por parte de algunos grupos como los ecologistas.
Del mismo modo, Competencia le impuso el pasado año una multa de 5 millones de euros, por fijar precios, de acuerdo con Cepsa y BP, en algunas gasolineras independientes. Ante esta acción, las federaciones de transportistas han pedido a los ciudadanos afectados que se personen en las demandas judiciales. La petrolera ha recurrido la sanción.
La compañía reconoce que el endurecimiento de los marcos regulatorios en prácticamente todos los países en los que opera, sumado a la inseguridad jurídica en Latinoamérica, han multiplicado, sobre todo por la argentina YPF, el número de contingencias oficiales a las que se enfrenta.
En cuanto al aspecto medioambiental, a pesar de las mejoras tecnológicas, las actividades de extracción son cada vez más complejas y en lugares más dificultosos, lo que han elevado el riesgo de contaminación. A esto se suma que Repsol ya es una petrolera veterana, lo que supone una penalización en las provisiones que hasta ahora dedicaba al desmantelamiento de unidades, que aumenta a 800 millones de euros su balance.
En lo tocante a las prácticas anticompetitivas en España y Europa, Repsol ha sido sancionado en ejercicios pasados por su participación activa en cárteles como el del asfalto y del látex sintético. Además, en los últimos meses, el Consejo de Ministros le ha multado por incumplir las normas de vertidos en su refinería de Puertollano lo que ha ocasionado movilizaciones por parte de algunos grupos como los ecologistas.
Del mismo modo, Competencia le impuso el pasado año una multa de 5 millones de euros, por fijar precios, de acuerdo con Cepsa y BP, en algunas gasolineras independientes. Ante esta acción, las federaciones de transportistas han pedido a los ciudadanos afectados que se personen en las demandas judiciales. La petrolera ha recurrido la sanción.