AOP afirma que los impuestos y la debilidad del euro tienen la culpa de que el carburante no baje tanto como el crudo
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ha difundido una nota explicativa en la que afirma que los impuestos que soportan los carburantes de automoción minoran el porcentaje de bajadas de precios en el surtidor cuando se producen abaratamientos del petróleo.
Como ejemplo, considerando un precio base de 100, una bajada de 10 céntimos por litro en el coste del carburante supone un 25% de caída en el mismo. Sin embargo, hay impuestos que son fijos, independientes del importe del producto, por lo que ese 25% de caída del precio antes de impuestos se traduce en sólo un 10% de abaratamiento en el PVP.
Por este motivo, los operadores aseguran que resulta erróneo comparar las variaciones porcentuales entre el coste del crudo y el precio de los carburantes en el surtidor, que dependen de las cotizaciones en otros mercados. Los precios de los carburantes, señala la AOP, no varían tanto en función de la cotización del petróleo como de las cotizaciones de los propios mercados al por mayor de los combustibles, en los que, aparte del precio del crudo, se tienen en cuenta otras variables.
Además, los impuestos mitigan el efecto de las bajadas. Cerca del 50% del precio final de los combustibles corresponde a impuestos, mientras que el 40% está relacionado con el coste real del producto y un 10% con otros costes, entre los que se incluye el almacenamiento, el transporte o el mantenimiento de existencias.
La asociación también recuerda que, si se mide en euros, el precio del petróleo ha llegado a superar recientemente los máximos históricos y que desde 2008 la gasolina y el gasóleo han sufrido subidas de impuestos del 18% y del 20%, respectivamente.
AOP ha elaborado la citada nota explicativa sólo un mes después de que el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, anunciara que el Gobierno estudiará por qué las variaciones en las cotizaciones del petróleo se trasladan rápidamente a los precios de los carburantes cuando se producen subidas, pero no tanto cuando hay bajadas.