El Ejecutivo de Kirchner no descarta nacionalizar la compañía
Crece la incertidumbre alrededor del futuro de YPF en Argentina
Revista Estaciones de servicio04/04/2012
EESS Digital.- En los últimos días han proliferado los rumores acerca de la pretensión del Gobierno argentino de nacionalizar YPF, la mayor petrolera del país. El Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner -últimamente inmersa en una ola de patriotismo coincidente con el trigésimo aniversario de la Guerra de Las Malvinas- tiene dos opciones para acometer la nacionalización de YPF: negociar con Repsol, que controla el 55% del capital de YPF, o expropiar los activos de la primera energética del país sudamericano.
En su edición de ayer, 2 de abril, el diario La Nación informaba de que funcionarios del Gobierno y ejecutivos de Repsol y de YPF habrían mantenido varias reuniones para avanzar en una salida al enfrentamiento entre la Casa Rosada y los petroleros. Mientras tanto, las acciones de YPF acusaban la rumorología y se desplomaban un 15% en la bolsa de Nueva York.
Algunos expertos especulan con la posibilidad de que la Casa Rosada esté alimentando deliberadamente los rumores con el objetivo de hacer que se resientan los títulos de YPF, que luego podría comprar a mejor precio. Sin embargo, aunque así fuera, el Ejecutivo de Fernández de Kirchner está abocado a negociar finalmente con Repsol, accionista mayoritario, y que de momento no está ni mucho menos dispuesto a vender.
La opción de expropiar exige que el bien sea declarado de interés público, para lo que el Gobierno argentino debería, al igual que ya hiciera con Aerolíneas Argentinas y Austral, enviar un proyecto al Congreso. Sin embargo, pese a lo que pudiera parecer, la expropiación no es una opción ni mucho menos gratuita para el erario argentino, puesto que la ley exige que el Ejecutivo pague un precio de mercado por los activos expropiados.
En su edición de ayer, 2 de abril, el diario La Nación informaba de que funcionarios del Gobierno y ejecutivos de Repsol y de YPF habrían mantenido varias reuniones para avanzar en una salida al enfrentamiento entre la Casa Rosada y los petroleros. Mientras tanto, las acciones de YPF acusaban la rumorología y se desplomaban un 15% en la bolsa de Nueva York.
Algunos expertos especulan con la posibilidad de que la Casa Rosada esté alimentando deliberadamente los rumores con el objetivo de hacer que se resientan los títulos de YPF, que luego podría comprar a mejor precio. Sin embargo, aunque así fuera, el Ejecutivo de Fernández de Kirchner está abocado a negociar finalmente con Repsol, accionista mayoritario, y que de momento no está ni mucho menos dispuesto a vender.
La opción de expropiar exige que el bien sea declarado de interés público, para lo que el Gobierno argentino debería, al igual que ya hiciera con Aerolíneas Argentinas y Austral, enviar un proyecto al Congreso. Sin embargo, pese a lo que pudiera parecer, la expropiación no es una opción ni mucho menos gratuita para el erario argentino, puesto que la ley exige que el Ejecutivo pague un precio de mercado por los activos expropiados.