Francia deroga la obligatoriedad de llevar etilómetros
Revista Estaciones de servicio28/01/2013
Etilometro
El ministro francés de Interior, Manuel Valls, ha confirmado recientemente que Francia deroga la obligatoriedad de llevar etilómetros en los vehículos que circulen por las carreteras francesas debido a las dificultades de fiabilidad y de aprovisionamiento de los etilómetros. Esta decisión será sometida en próximas fechas a consulta del Consejo Nacional de Seguridad Vial y de las asociaciones de conductores y de víctimas de la carretera.
El Gobierno galo aprobó, mediante el Decreto 2012/284 de 28 de febrero de 2012, la obligatoriedad de que desde julio del pasado año determinados vehículos a motor (camiones, autobuses, turismos y motocicletas de más de 50 cm³) que circularan por las carreteras francesas debían llevar obligatoriamente un etilómetro a bordo, estableciendo un régimen sancionador en caso de incumplimiento que entraría en vigor en noviembre.
Sin embargo, la demanda por parte de los conductores tanto franceses como de los países limítrofes, unida a la limitada capacidad de producción por parte de los fabricantes de dichos aparatos y a los abusos cometidos por algunos establecimientos, que llegaron a quintuplicar los precios de venta de los etilómetros debido a su escasez, han dificultado la entrada en vigor de la normativa anunciada desde el Elíseo.
A estas dificultades hay que sumar la escasa fiabilidad de alguno de los aparatos que se vendían en el mercado. Todo este cúmulo de circunstancias obligó al Ejecutivo francés a aplazar la entrada en vigor de su régimen sancionador hasta el 1 de marzo de 2013. Sin embargo, las trabas son demasiadas como para instaurar definitivamente la norma, por lo que su implantación ha quedado aplazada sine die.
El Gobierno galo aprobó, mediante el Decreto 2012/284 de 28 de febrero de 2012, la obligatoriedad de que desde julio del pasado año determinados vehículos a motor (camiones, autobuses, turismos y motocicletas de más de 50 cm³) que circularan por las carreteras francesas debían llevar obligatoriamente un etilómetro a bordo, estableciendo un régimen sancionador en caso de incumplimiento que entraría en vigor en noviembre.
Sin embargo, la demanda por parte de los conductores tanto franceses como de los países limítrofes, unida a la limitada capacidad de producción por parte de los fabricantes de dichos aparatos y a los abusos cometidos por algunos establecimientos, que llegaron a quintuplicar los precios de venta de los etilómetros debido a su escasez, han dificultado la entrada en vigor de la normativa anunciada desde el Elíseo.
A estas dificultades hay que sumar la escasa fiabilidad de alguno de los aparatos que se vendían en el mercado. Todo este cúmulo de circunstancias obligó al Ejecutivo francés a aplazar la entrada en vigor de su régimen sancionador hasta el 1 de marzo de 2013. Sin embargo, las trabas son demasiadas como para instaurar definitivamente la norma, por lo que su implantación ha quedado aplazada sine die.