Appa denuncia que las importaciones desleales de biodiésel copan el 76% del mercado
Revista Estaciones de servicio17/05/2013
Bios 2048
Appa Biocarburantes ha hecho público un comunicado en el que denuncia que las importaciones desleales de biodiésel, en su mayor parte procedentes de Argentina e Indonesia, coparon en 2012 el 76% del mercado español de este producto, frente al 74% alcanzado el año anterior.
Mientras tanto, la patronal de productores de bios asegura que la industria española del biodiésel acentuó su lenta agonía el año pasado, con una producción que cayó un 31% en relación con la obtenida el ejercicio precedente. De hecho, el año pasado se produjeron menos de 500.000 toneladas en España, siempre según los datos ofrecidos al respecto por la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Este retroceso situó la tasa media de actividad de las plantas productoras de biodiésel en el 9,5% de su capacidad teórica instalada (4,9 millones de toneladas). Según Appa, este ratio tan reducido resulta totalmente incompatible con su supervivencia económica y representa la evidencia de que el sector ha seguido desangrándose debido a los sucesivos retrasos acumulados en el proceso de asignación de cantidades de biodiésel, pendiente todavía de resolución, asegura Óscar García, presidente de Appa Biocarburantes.
Desde la asociación explican que la grave crisis que arrastra la industria española del biodiésel desde hace varios años tiene una causa principal y determinante: la competencia desleal de Argentina e Indonesia, países que aplican un sistema de tasas diferenciales a la exportación (TDE) mediante las que gravan en menor medida el biodiésel que las materias primas utilizadas para su fabricación.
Spain is different
Esta circunstancia ofrece a estos dos países una ventaja competitiva artificial que distorsiona el comercio internacional y que ha propiciado la parálisis absoluta del 80% de las 50 plantas de biodiésel existentes en España.
Desde Appa destacan que esta situación contrasta con la que viven los productores de otros países europeos, como Francia, Bélgica o Portugal, que aplican desde hace años medidas para impedir dicha competencia desleal.
El progresivo hundimiento de la industria nacional se produjo pese al relevante incremento (+29%) del consumo de biocarburantes en gasóleo, que superó por primera vez los dos millones de toneladas, con una cuota en términos energéticos del 9,5% del mercado de carburantes diésel (6,5% en 2011), muy por encima del objetivo legalmente establecido.
Muy diferente fue el comportamiento de la demanda de bioetanol en España, donde el consumo doméstico cayó un 11% mientras que las exportaciones se desplomaban 25 puntos. La combinación de estos dos malos datos hizo disminuir la tasa media de actividad del sector hasta el 65%, la más baja de los últimos años, y dejó la producción en apenas 300.000 toneladas.
Los biocarburantes alcanzaron el año pasado una cuota en términos energéticos del 4,1% del mercado de gasolinas (4,3% en 2011) y del 8,5% del mercado global de carburantes de automoción (6,1% en 2011), cumpliéndose en ambos casos los objetivos legalmente establecidos.
Mientras tanto, la patronal de productores de bios asegura que la industria española del biodiésel acentuó su lenta agonía el año pasado, con una producción que cayó un 31% en relación con la obtenida el ejercicio precedente. De hecho, el año pasado se produjeron menos de 500.000 toneladas en España, siempre según los datos ofrecidos al respecto por la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Este retroceso situó la tasa media de actividad de las plantas productoras de biodiésel en el 9,5% de su capacidad teórica instalada (4,9 millones de toneladas). Según Appa, este ratio tan reducido resulta totalmente incompatible con su supervivencia económica y representa la evidencia de que el sector ha seguido desangrándose debido a los sucesivos retrasos acumulados en el proceso de asignación de cantidades de biodiésel, pendiente todavía de resolución, asegura Óscar García, presidente de Appa Biocarburantes.
Desde la asociación explican que la grave crisis que arrastra la industria española del biodiésel desde hace varios años tiene una causa principal y determinante: la competencia desleal de Argentina e Indonesia, países que aplican un sistema de tasas diferenciales a la exportación (TDE) mediante las que gravan en menor medida el biodiésel que las materias primas utilizadas para su fabricación.
Spain is different
Esta circunstancia ofrece a estos dos países una ventaja competitiva artificial que distorsiona el comercio internacional y que ha propiciado la parálisis absoluta del 80% de las 50 plantas de biodiésel existentes en España.
Desde Appa destacan que esta situación contrasta con la que viven los productores de otros países europeos, como Francia, Bélgica o Portugal, que aplican desde hace años medidas para impedir dicha competencia desleal.
El progresivo hundimiento de la industria nacional se produjo pese al relevante incremento (+29%) del consumo de biocarburantes en gasóleo, que superó por primera vez los dos millones de toneladas, con una cuota en términos energéticos del 9,5% del mercado de carburantes diésel (6,5% en 2011), muy por encima del objetivo legalmente establecido.
Muy diferente fue el comportamiento de la demanda de bioetanol en España, donde el consumo doméstico cayó un 11% mientras que las exportaciones se desplomaban 25 puntos. La combinación de estos dos malos datos hizo disminuir la tasa media de actividad del sector hasta el 65%, la más baja de los últimos años, y dejó la producción en apenas 300.000 toneladas.
Los biocarburantes alcanzaron el año pasado una cuota en términos energéticos del 4,1% del mercado de gasolinas (4,3% en 2011) y del 8,5% del mercado global de carburantes de automoción (6,1% en 2011), cumpliéndose en ambos casos los objetivos legalmente establecidos.