La reclasificación del IVA podría suponer la puntilla para la demanda
El 98% de los consumidores reducirá el gasto si hay nuevos impuestos
Revista Estaciones de servicio28/03/2014
Consumo 2139
El 98% de los consumidores afirma que reduciría su gasto, en una o varias categorías de productos, en caso de tener que hacer frente a nuevas subidas impositivas, según se desprende de una encuesta recientemente efectuada en las principales ciudades españolas.
Y es que la reclasificación del IVA reducido de un 10% a un 21%, propuesto en el recientemente presentado “Informe Lagares”, “tendría un impacto directo e inasumible, especialmente en un momento como el actual, en el bolsillo de los consumidores españoles”.
Esta es la visión de las principales organizaciones que agrupan a la industria y la distribución alimentaria, pero también del consumidor, tal y como confirman los análisis realizados por estas organizaciones, según apuntan desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
Los alimentos gravados al tipo reducido del 10% representaron el pasado año el 64,2% del total del gasto de los hogares en alimentación, con un valor total de 44.481 millones de euros. No en vano, en esta lista figuran productos básicos en la cesta de la compra de los españoles como carnes, pescado fresco, alimentos infantiles, aceite, pasta o conservas, entre otros.
Esto significa que una reclasificación de los bienes sujetos del 10% al 21% implicaría una factura adicional al consumidor de casi 600 euros por familia anuales, según un informe de la Confederación Española de Cooperativa de Consumidores y Usuarios (Hispacoop).
En definitiva, como algunos expertos ya han anunciado, esta propuesta sería la más regresiva posible, ya que afectaría especialmente a las rentas más pobres de la población, apunta la patronal alimentaria. De hecho, afectaría directamente a la confianza del consumidor.
Además, un nuevo incremento fiscal en estos bienes tendría un impacto muy negativo no sólo en las categorías afectadas, sino en el conjunto de la cesta de la compra y en todos los sectores profesionales.
Y es que la reclasificación del IVA reducido de un 10% a un 21%, propuesto en el recientemente presentado “Informe Lagares”, “tendría un impacto directo e inasumible, especialmente en un momento como el actual, en el bolsillo de los consumidores españoles”.
Esta es la visión de las principales organizaciones que agrupan a la industria y la distribución alimentaria, pero también del consumidor, tal y como confirman los análisis realizados por estas organizaciones, según apuntan desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).
Los alimentos gravados al tipo reducido del 10% representaron el pasado año el 64,2% del total del gasto de los hogares en alimentación, con un valor total de 44.481 millones de euros. No en vano, en esta lista figuran productos básicos en la cesta de la compra de los españoles como carnes, pescado fresco, alimentos infantiles, aceite, pasta o conservas, entre otros.
Esto significa que una reclasificación de los bienes sujetos del 10% al 21% implicaría una factura adicional al consumidor de casi 600 euros por familia anuales, según un informe de la Confederación Española de Cooperativa de Consumidores y Usuarios (Hispacoop).
En definitiva, como algunos expertos ya han anunciado, esta propuesta sería la más regresiva posible, ya que afectaría especialmente a las rentas más pobres de la población, apunta la patronal alimentaria. De hecho, afectaría directamente a la confianza del consumidor.
Además, un nuevo incremento fiscal en estos bienes tendría un impacto muy negativo no sólo en las categorías afectadas, sino en el conjunto de la cesta de la compra y en todos los sectores profesionales.