La operación se ha saldado con 19 detenidos y la incautación de nueve vehículos
La Guardia Civil desarticula una banda que atracaba a camioneros en áreas de servicio
Revista Estaciones de servicio21/07/2014
Robos 2170
La Guardia Civil ha desarticulado una banda criminal dedicada a cometer robos con fuerza a transportistas, principalmente extranjeros, que descansaban en áreas de servicio. En el marco de la Operación Anneta, tal y como ha sido denominado el operativo, agentes de la Benemérita han detenido a 19 personas e imputado a otras seis.
Los detenidos, 16 hombres y tres mujeres, tienen nacionalidad española y edades comprendidas entre los 20 y los 35 años y están acusados de cometer hasta una veintena de delitos. Todos ellos ya han pasado a disposición judicial.
La Operación Anneta comenzó a gestarse cuando la Guardia Civil empezó a investigar el robo sufrido por un camionero en el área de servicio situada en el kilómetro 43 de la A-3, en el término municipal de Perales de Tajuña (Madrid).
Este transportista sufrió la sustracción de 162 microondas que viajaban en su semirremolque. A raíz de los primeros datos aportados por la víctima y tras la valoración de las evidencias obtenidas en el lugar de los hechos, la Guardia Civil obtuvo los primeros indicios que condujeron hasta varias personas de nacionalidad española que residían en el madrileño distrito de Vallecas.
Los agentes sospechaban que el mencionado asalto no constituía un hecho aislado, puesto que tuvieron conocimiento de otros robos acontecidos en la Comunidad de Madrid siguiendo el mismo modus operandi. Por ello, barajaron la posibilidad de que estos atracos fueran obra “de un grupo organizado dedicado a la comisión de robos con fuerza a transportistas cuando se encontraban descansando en áreas de servicio”.
El Instituto Armado estableció dispositivos de vigilancia en las principales carreteras madrileñas con el objetivo de localizar a los integrantes de la red. Paralelamente, analizaron todos los hechos delictivos con el fin de averiguar los diferentes métodos de actuación utilizados por los integrantes de la banda organizada.
Quedaban en una gasolinera
Las pesquisas de la Guardia Civil determinaron que los integrantes de la banda quedaban en una estación de servicio cercana a sus domicilios. Allí, el cabecilla de la organización hacía un reparto de las tareas y asignaba a cada uno de los miembros de la trama las carreteras que debían recorrer y la mercancía que le interesaba sustraer esa jornada.
Un grupo, formado por diez personas encapuchadas para evitar ser reconocidos si eran grabados por alguna cámara de seguridad, vigilaba las áreas de descanso donde pernoctaban los camioneros y comprobaban qué mercancía llevaban cortando la lona de los semirremolques.
Si la carga era de su interés avisaban a los otros miembros de la banda, quienes acudían allí con furgonetas o camiones y procedían al robo de la mercancía. Mientras tanto, varios turismos vigilaban la zona para alertar de la posible presencia policial. Si se veían acorralados, abandonaban los vehículos y la carga y posteriormente denunciaban el robo de los camiones o furgonetas “para eludir las sospechas policiales”.
Sin embargo, cuando la Guardia Civil logró desarticular la banda algunos de sus integrantes fueron pillados in fraganti conduciendo “una cabeza tractora sustraída con un semirremolque cargado de frutos secos”. En el transcurso de la investigación, la Benemérita ha recuperado material robado por valor de más de 300.000 euros y ha intervenido nueve vehículos utilizados en la comisión de los hechos delictivos.
Los detenidos, 16 hombres y tres mujeres, tienen nacionalidad española y edades comprendidas entre los 20 y los 35 años y están acusados de cometer hasta una veintena de delitos. Todos ellos ya han pasado a disposición judicial.
La Operación Anneta comenzó a gestarse cuando la Guardia Civil empezó a investigar el robo sufrido por un camionero en el área de servicio situada en el kilómetro 43 de la A-3, en el término municipal de Perales de Tajuña (Madrid).
Este transportista sufrió la sustracción de 162 microondas que viajaban en su semirremolque. A raíz de los primeros datos aportados por la víctima y tras la valoración de las evidencias obtenidas en el lugar de los hechos, la Guardia Civil obtuvo los primeros indicios que condujeron hasta varias personas de nacionalidad española que residían en el madrileño distrito de Vallecas.
Los agentes sospechaban que el mencionado asalto no constituía un hecho aislado, puesto que tuvieron conocimiento de otros robos acontecidos en la Comunidad de Madrid siguiendo el mismo modus operandi. Por ello, barajaron la posibilidad de que estos atracos fueran obra “de un grupo organizado dedicado a la comisión de robos con fuerza a transportistas cuando se encontraban descansando en áreas de servicio”.
El Instituto Armado estableció dispositivos de vigilancia en las principales carreteras madrileñas con el objetivo de localizar a los integrantes de la red. Paralelamente, analizaron todos los hechos delictivos con el fin de averiguar los diferentes métodos de actuación utilizados por los integrantes de la banda organizada.
Quedaban en una gasolinera
Las pesquisas de la Guardia Civil determinaron que los integrantes de la banda quedaban en una estación de servicio cercana a sus domicilios. Allí, el cabecilla de la organización hacía un reparto de las tareas y asignaba a cada uno de los miembros de la trama las carreteras que debían recorrer y la mercancía que le interesaba sustraer esa jornada.
Un grupo, formado por diez personas encapuchadas para evitar ser reconocidos si eran grabados por alguna cámara de seguridad, vigilaba las áreas de descanso donde pernoctaban los camioneros y comprobaban qué mercancía llevaban cortando la lona de los semirremolques.
Si la carga era de su interés avisaban a los otros miembros de la banda, quienes acudían allí con furgonetas o camiones y procedían al robo de la mercancía. Mientras tanto, varios turismos vigilaban la zona para alertar de la posible presencia policial. Si se veían acorralados, abandonaban los vehículos y la carga y posteriormente denunciaban el robo de los camiones o furgonetas “para eludir las sospechas policiales”.
Sin embargo, cuando la Guardia Civil logró desarticular la banda algunos de sus integrantes fueron pillados in fraganti conduciendo “una cabeza tractora sustraída con un semirremolque cargado de frutos secos”. En el transcurso de la investigación, la Benemérita ha recuperado material robado por valor de más de 300.000 euros y ha intervenido nueve vehículos utilizados en la comisión de los hechos delictivos.