Tan sólo el 0,7% de los surtidores de la Comunidad de Madrid presentó errores de medición
A lo largo del pasado año la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid llevó a cabo 17.879 revisiones a surtidores de gasolina, de las que tan sólo 53 (un 0,7% del total) registraron errores en la medición. Así lo anunció el pasado 27 de febrero la consejera de Economía, Empleo y Hacienda, Engracia Hidalgo, durante la visita a una estación de servicio de Repsol, en la que pudo conocer los controles que el Gobierno autonómico lleva a cabo en el sector.
La Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid realiza cada año controles, verificaciones e inspecciones para garantizar que “repostar combustible en las estaciones de servicio de la región es fiable y seguro”, informaron fuentes del Ejecutivo autonómico.
Hidalgo destacó que “todos los surtidores utilizados en las gasolineras de la Comunidad de Madrid son sometidos anualmente a una comprobación, llamada verificación periódica, que es realizada por los organismos autorizados de verificación metrológica”. Estas revisiones también se realizan tras la modificación o reparación de cualquier surtidor de la Comunidad de Madrid. Como se ha apuntado, el pasado año se han registrado 53 verificaciones desfavorables, el 0,3% del total de las realizadas (17.879) y la mitad de las computadas en 2013, que ascendieron a 112.
Durante estas verificaciones se comprueba que el surtidor esté homologado, si ha superado los controles necesarios antes de ser puesto en servicio y si tiene los precintos reglamentarios que permiten garantizar que no puede ser manipulado. Posteriormente, se somete al surtidor a diversos ensayos para comprobar su correcto funcionamiento. Entre ellos, se verifican las medidas realizadas por todas sus mangueras con una serie de probetas calibradas, con el fin de comprobar si sus errores de medida están dentro de los límites legales.
Inspecciones con un vehículo camuflado
Además de estas verificaciones rutinarias, la Comunidad de Madrid realiza todos los años una campaña de comprobación de la exactitud de las medidas realizadas por los aparatos surtidores mediante un vehículo camuflado, que tiene instalado un depósito calibrado que no resulta visible desde el exterior del mismo, y que no es conducido por un inspector. De esta forma se pueden detectar anomalías o fraudes que pudieran realizarse por cualquier medio electrónico y que pudiese ser desconectado al detectar la presencia de inspectores.
El resultado global de esta campaña con vehículo camuflado fue que el error medio detectado es de aproximadamente el 0,17% en contra de los usuarios, cuando los márgenes admitidos legalmente llegan hasta un 0,5%.
Por otra parte, los inspectores de la Dirección General de Industria, Energía y Minas también llevan a cabo inspecciones en las que prestan especial atención a aquellas instalaciones en las que se comercializan carburantes que bien han sido denunciadas por parte de consumidores, bien por haber sufrido un alto índice de rechazo en verificaciones anteriores, por haberse obtenido resultados desfavorables en las campañas con vehículo camuflado o porque han sido menos visitadas en los últimos años por los inspectores.
Durante estas inspecciones, se realizan comprobaciones parecidas a las de las verificaciones, poniendo especial hincapié en la comprobación de precintos y en la exactitud de las medidas, que también son contrastadas con vasijas patrón debidamente calibradas. Durante 2015 se llevaron a cabo 975 inspecciones, en las que tan sólo dos mangueras superaron el error máximo admitido.