“Ofrecer autogás en las estaciones de servicio fideliza a los clientes”
A pesar de que el autogás no ha alcanzado en España la presencia que tiene en otros países europeos, la aprobación del Plan Movea por parte del Gobierno, así como la creciente preocupación por la contaminación que sufren algunas grandes ciudades, entre otros factores, auguran un sostenido incremento de la demanda de este carburante alternativo. Así lo prevé el director general de la AOGLP, José Luis Blanco, quien destaca las oportunidades de negocio que abre el GLP para las estaciones de servicio.
En la actualidad, 508 estaciones de servicio españolas comercializan autogás, una cifra creciente, aunque aún alejada de los 1.200 puntos de venta establecidos en el Plan VEA para el año 2020, aunque cada vez más empresarios incorporan a sus estaciones de servicio puntos de suministro de GLP, que además del negocio directo que generan, logran fidelizar a los conductores que recurren a este carburante alternativo.
Estaciones de Servicio: Tras un 2015 en el que el consumo de GLP mejoró un 22% respecto al año anterior, ¿qué expectativas tiene la AOGLP respecto a los datos que se alcanzarán al finalizar 2016?
José Luis Blanco: Intentaremos que sean mejores. Para ello hemos iniciado una campaña de comunicación para difundir las bondades del autogás. Teniendo en cuenta los objetivos fijados en el Plan VEA, según el cual en 2020 deben circular por España 250.000 vehículos alimentados por GLP y, puesto que en la actualidad esa cifra se sitúa en las 50.000 unidades, tenemos que correr. Faltan 200.000 coches, y si en 2015 el consumo mejoró un 22,3%, en 2016 debemos lograr una mejoría de más del 40%.
Desde hace unos tres años espero que llegue un mes en el cual consumo de autogás mejore un 50%, y lo más cerca que hemos estado de ese incremento fue un 33%, por lo que debemos trabajar aún.
En la actualidad no nos están ayudando los bajos precios de los carburantes tradicionales. Aunque sigue habiendo un importante ahorro entre ellos y el autogás, alrededor del 40%, la diferencia no es tan grande como hace unos años.
Pero hay otros factores que nos están ayudando, como es el protocolo que ha aprobado el Ayuntamiento de Madrid de medidas especiales ante episodios de alta contaminación, en el cual se permite la circulación de vehículos de autogás. Esta medida es muy positiva, ya que el GLP no sólo presenta ventajas económicas, sino que permitirá mantener la movilidad a los propietarios de vehículos alimentados por GLP, independientemente de la contaminación que sufra la ciudad.
Además, este protocolo afronta el problema de la contaminación no sólo desde un punto de vista coercitivo, también lo hace de forma preventiva, puesto que el uso de una energía tan limpia como los gases licuados de petróleo reduce la posibilidad de que se produzcan estos picos de contaminación. En la presentación que realizamos el pasado 3 de febrero, la directora general de Sostenibilidad y Control Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, Paz Valiente, reflejó este avance: el hecho de que el Ayuntamiento de Madrid también haya apostado por medidas preventivas.
EE.SS: ¿Qué mensaje es necesario transmitir a los empresarios del sector para que incorporen a sus estaciones de servicio un surtidor de GLP?
J.L.B: En Alemania hay alrededor de cinco mil estaciones de servicio en las que se suministra autogás y muchas de ellas han recurrido a un skip, que conlleva una inversión asumible por parte de un empresario del sector, que al ofrecer esta posibilidad logra captar a usuarios que se convertirán en clientes fijos. Y las oportunidades de negocio que se generan gracias a esa fidelidad son muchas.
Los objetivos que se han marcado en el Plan VEA es alcanzar la cifra de 250.000 vehículos y 1.200 estaciones de servicio, y ambas cifras están relacionadas. Creemos que las condiciones actuales permitirán alcanzar esos objetivos, porque las matriculaciones y las transformaciones están creciendo.
Los derivados del petróleo seguirán siendo dominantes durante muchos años. Su presencia irá bajando, pero de forma progresiva. La concienciación medioambiental está creciendo y la presión de las autoridades también, como demuestran las sucesivas normativas Euro, que están obligando a los fabricantes de automóviles a desarrollar motores cada vez más complejos y caros.