La sostenibilidad de los oleoductos de CLH, verificada por Grefa
El Grupo CLH ha realizado, en colaboración con la asociación para el estudio y defensa de la naturaleza Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat), nueve estudios ambientales en espacios naturales protegidos de cinco comunidades autónomas. Estos análisis verificaron la integración de los oleoductos de la compañía logística en zonas de especial riqueza biológica y la sostenibilidad de este medio de transporte de productos petrolíferos.
En total, durante 2015 CLH analizó 16 kilómetros de oleoductos que transcurren por áreas de alto valor ecológico de Galicia (Rio Tambre y sistema fluvial Ulla-Deza); Cantabria (Montes Obarenes y Sierra de Cantabria); País Vasco (Parque Natural de Gorbeia); Navarra (Parque Natural de Bardenas Reales) y Andalucía (Parque Nacional de Doñana); Parque Natural Estero de Domingo Rubio, (reserva fluvial del rio Guadalmez y cuenca del río Guadiamar).
Los estudios fueron realizados por un equipo de expertos de Grefa, junto a un grupo de profesionales de CLH, que emplearon métodos de análisis basados en el inventariado de la flora y fauna presente en el trazado de los oleoductos y sus proximidades, con el objetivo de valorar la biodiversidad de las zonas por las que pasan estas conducciones, así como los efectos derivados de su presencia y determinar acciones de mejora para reforzar su sostenibilidad.
Con la ayuda de un software específico de análisis geográfico, CLH identificó cerca de 200 kilómetros de espacios naturales protegidos con presencia de oleoductos, de los que ya ha analizado cerca de 180 kilómetros, lo que supone más de un 91% de los kilómetros totales. La compañía tiene previsto finalizar esta iniciativa en 2016, con la verificación de los últimos 17 kilómetros de oleoductos situados en áreas de especial riqueza medioambiental.
Fuentes de la compañía logística subrayan que la utilización de la red de oleoductos de CLH permite reducir el impacto medioambiental del transporte de combustibles, puesto que su utilización “evita más de 370.000 toneladas de emisiones de CO2 al año y elimina más de 260 millones de kilómetros de rutas de transporte por camión en las carreteras españolas”.