Repsol pretende obtener 6.200 millones de euros tras desinvertir en activos no estratégicos
La eficiencia en la gestión, sobre todo en un entorno de bajos precios del petróleo como el actual, permitirá a la compañía autofinanciarse, reducir el endeudamiento y mantener unos dividendos competitivos para sus accionistas. Si se consiguen todos los objetivos marcados por el Plan Estratégico, Repsol alcanzará el año 2020 con un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 11.500 millones de euros, casi el doble que el actual (2015 se cerrará con 5.700 millones de euros aproximadamente).
Con este plan Repsol espera incrementar su margen bruto de explotación (Ebitda) de los 5.700 millones de euros actuales a los 11.500 millones en el año 2020
Para mantener la disciplina financiera, la compañía española prevé desinvertir 6.200 millones de euros en activos no estratégicos y reducir la inversión en un 38%. Además, las sinergias creadas tras la incorporación de Talisman permitirán a Repsol elevar el objetivo de ahorro desde los 220 millones de dólares previstos inicialmente a los 350 millones. Este plan de ahorro y sinergias alcanzará los 2.100 millones de euros anuales a partir del año 2018.
Con estos ajustes la firma pretende mantener su compromiso con la retribución al accionista, una de las mejores por rentabilidad del Ibex-35. Según afirma la propia compañía, el abono del dividendo será posible incluso con un precio del crudo de 50 dólares el barril durante todo el periodo que abarca este Plan. Además, a ese precio del barril Repsol será capaz incluso de financiar sus inversiones y reducir deuda.
Tras la adquisición de Talisman, la empresa ha aumentado sus previsiones de producción para alcanzar entre 700.000 y 750.000 barriles diarios, con un área de explotación y producción focalizada en tres regiones: Norteamérica, Latinoamérica y Sudeste Asiático.