Aevecar, Fecamaes, CC.OO. y UGT exigen el cumplimiento del Decreto 33/2005
El sector castellano manchego solicita al Ejecutivo autonómico un mayor control sobre las desatendidas
Revista Estaciones de servicio19/01/2015
Fecamaes decreto
Los gasolineros castellano manchegos, así como representantes sindicales de la región, solicitaron de nuevo a la Junta de Castilla-La Mancha que haga cumplir el Decreto 33/2005, de 5 de abril, sobre los derechos de los usuarios en el suministro de servicio al por menor de carburantes y combustibles de automoción en las instalaciones de venta al público, “que obliga a que haya una persona atendiendo” a los clientes en las estaciones de servicio.
Así se decidió en la reunión mantenida recientemente en Toledo en la que participaron el secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles, Víctor García Nebreda; el presidente y vicepresidente de la Federación Castellano Manchega de Estaciones de Servicio, Alberto Domínguez y Javier de Antonio, respectivamente; y los responsables regionales de Industria de CC.OO., Ángel León, y de UGT, Agustín Pérez.
Tanto los representantes empresariales como sindicales coinciden en el “grave problema” que supone para la seguridad ciudadana la existencia de gasolineras sin personal, por lo que solicitan una reunión con los responsables de las Consejerías de Fomento y de Sanidad “para que tomen cartas en el asunto”, informó Efe.
Así lo anunció Domínguez, quien destacó el “unánime” consenso sobre los riesgos que conlleva la venta de carburantes en instalaciones en las que no están presentes empleados que puedan reaccionar ante un posible incidente o, entre otras situaciones, atender a personas con movilidad reducida, tal y como se recoge en el citado decreto autonómico.
El presidente de Fecamaes mostró su oposición a la competencia desleal que, en su opinión representan las unidades de suministro desatendias y llamó una vez más la atención acerca de la falta de seguridad que entrañan, puesto que en estas instalaciones “se mueven grandes cantidades de materias peligrosas y sin la presencia de ninguna persona que pueda controlar las ventas, puede surgir cualquier problema como un derrame o vertido de fatales consecuencias”.
Domínguez señaló que las unidades de suministro que no cuentan con personal “van en contra de la creación de empleo, tan necesaria en estos tiempos, por lo que, si se cumpliera con la normativa, habría por lo menos una o dos personas trabajando”.
600 empleos perdidos
A este respecto, los responsables regionales de Industria de CC.OO. y de UGT aseguraron que la proliferación de este tipo de puntos de venta ha provocado ya una pérdida “de casi 600 empleos desde 2010”, aspecto sobre el que también llamó la atención el presidente de Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Toledo, Javier de Antonio.
“En este modelo prima el negocio sobre la creación de empleo. Son empresarios que vienen rebotados de otros sectores y que han visto que pueden “hacer el agosto” al montar instalaciones sin personal y con poca inversión”, según Javier de Antonio, quien agregó que la proliferación de unidades de suministro desatendidas, además de no generar empleo, presionará a las estaciones de servicio tradicionales a reducir sus costes laborales por la disminución de las ventas de carburantes. “Esta situación va a obligar a que muchos de los puestos de trabajo en estaciones de servicios de toda la vida sean suprimidos”.
En total, se calcula que en Castilla-La Mancha existen en la actualidad casi 60 unidades de suministro desatendidas, de las que 19 están ubicadas en Ciudad Real, 15 en Toledo, 12 en Cuenca, 11 en Albacete y dos en Guadalajara.
Así se decidió en la reunión mantenida recientemente en Toledo en la que participaron el secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles, Víctor García Nebreda; el presidente y vicepresidente de la Federación Castellano Manchega de Estaciones de Servicio, Alberto Domínguez y Javier de Antonio, respectivamente; y los responsables regionales de Industria de CC.OO., Ángel León, y de UGT, Agustín Pérez.
Tanto los representantes empresariales como sindicales coinciden en el “grave problema” que supone para la seguridad ciudadana la existencia de gasolineras sin personal, por lo que solicitan una reunión con los responsables de las Consejerías de Fomento y de Sanidad “para que tomen cartas en el asunto”, informó Efe.
Así lo anunció Domínguez, quien destacó el “unánime” consenso sobre los riesgos que conlleva la venta de carburantes en instalaciones en las que no están presentes empleados que puedan reaccionar ante un posible incidente o, entre otras situaciones, atender a personas con movilidad reducida, tal y como se recoge en el citado decreto autonómico.
El presidente de Fecamaes mostró su oposición a la competencia desleal que, en su opinión representan las unidades de suministro desatendias y llamó una vez más la atención acerca de la falta de seguridad que entrañan, puesto que en estas instalaciones “se mueven grandes cantidades de materias peligrosas y sin la presencia de ninguna persona que pueda controlar las ventas, puede surgir cualquier problema como un derrame o vertido de fatales consecuencias”.
Domínguez señaló que las unidades de suministro que no cuentan con personal “van en contra de la creación de empleo, tan necesaria en estos tiempos, por lo que, si se cumpliera con la normativa, habría por lo menos una o dos personas trabajando”.
600 empleos perdidos
A este respecto, los responsables regionales de Industria de CC.OO. y de UGT aseguraron que la proliferación de este tipo de puntos de venta ha provocado ya una pérdida “de casi 600 empleos desde 2010”, aspecto sobre el que también llamó la atención el presidente de Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Toledo, Javier de Antonio.
“En este modelo prima el negocio sobre la creación de empleo. Son empresarios que vienen rebotados de otros sectores y que han visto que pueden “hacer el agosto” al montar instalaciones sin personal y con poca inversión”, según Javier de Antonio, quien agregó que la proliferación de unidades de suministro desatendidas, además de no generar empleo, presionará a las estaciones de servicio tradicionales a reducir sus costes laborales por la disminución de las ventas de carburantes. “Esta situación va a obligar a que muchos de los puestos de trabajo en estaciones de servicios de toda la vida sean suprimidos”.
En total, se calcula que en Castilla-La Mancha existen en la actualidad casi 60 unidades de suministro desatendidas, de las que 19 están ubicadas en Ciudad Real, 15 en Toledo, 12 en Cuenca, 11 en Albacete y dos en Guadalajara.