Los 300 usos del papel

La industria papelera cuenta con un product mix muy rico: hay más de 500 tipos de papeles diferentes. Y esa gran variedad de productos papeleros es fruto de su constante adaptación a nuevos usos. Más del 30% de los papeles que hoy empleamos responden a nuevas funcionalidades que hace 10 años no existían.

Según la última encuesta INE sobre innovación tecnológica en empresas, el 36,4% de las empresas del sector del papel y el cartón pueden considerarse empresas innovadoras (frente a un 23,5% como media para el total de las empresas) y el 21% de la cifra de negocio del sector del papel y el cartón corresponde a productos nuevos o mejorados (frente a una media del 13,55 para el total de los sectores). El sector en España, con más de un centenar de fábricas, factura más de 5.000 millones de euros al año. Se trata de productos de alto valor añadido y alta tecnología, con sorprendentes prestaciones e insospechadas aplicaciones.

Un caso interesante es la gran familia de los papeles filtro con infinidad de aplicaciones, entre las que se encuentran los papeles para cromatografía, con aplicaciones en química orgánica (separación de iones de difícil identificación) o en bioquímica (identificación de componentes en muestras de ácidos nucleicos y proteínas).

En la electrónica y la informática, el papel tiene también muy diversas aplicaciones, como el papel electrotécnico para uso en cables y transformadores de alto voltaje; el cartón dieléctrico, con efectos aislantes, para contadores, aparatos de radio, transformadores, motores y dinamos; o el papel para baterías; el papel que se utiliza en las placas de circuito impreso de los ordenadores.

En automoción, se utilizan distintos tipos de papel: papeles de extrema resistencia en las juntas de culata, papel filtro en los filtros del aire o de la gasolina, y papeles con aplicaciones de fricción en los frenos y la transmisión.

Otro papel de uso industrial es el papel inter-leaving, utilizado en la industria del acero, de aluminio o del vidrio para intercalar entre dos planchas u hojas y evitar la fricción entre ellas y los desperfectos que eso puede causar.

Hay papeles con aplicaciones en la agricultura como los papeles especiales para la protección de frutas ante las inclemencias del tiempo durante su proceso de crecimiento y cosecha.

Con más de 100 fábricas (99 fábricas de papel y 14 fábricas de celulosa), en toda España, entre las que se encuentran algunas de las más modernas plantas papeleras de Europa, España es el sexto productor de papel de la UE, detrás de Alemania, Finlandia, Suecia, Italia y Francia y por delante ya del Reino Unido, al que acabamos de superar por primera vez. En producción de celulosa ocupamos asimismo el sexto puesto, en un ranking en el que nos preceden Finlandia, Suecia, Alemania, Francia y Portugal.

Los tres grandes tipos de papeles -los papeles gráficos (prensa, impresión y escritura), los papeles para envases y los higiénicos y sanitarios- están también reinventándose cada día, en un proceso continuo de innovación.

Hoy contamos con papeles desarrollados específicamente para la impresión láser, para la preimpresión offset, papel para las impresoras de chorro de tinta que disminuye el tiempo de secado o papeles fotográficos para impresora.

En general, los papeles gráficos han conseguido reducir muy notablemente sus gramajes manteniendo las mismas características y calidad de impresión. Un papel para edición de libros de texto de bajo gramaje, que mantiene las condiciones de calidad de impresión y pesa un 30% menos en la mochila del niño, es un buen ejemplo de esta tendencia.

Un papel con una nueva e interesante aplicación en este campo de los envases y embalajes es el papel cushion, un acolchado ligero de papel para cubrir los espacios vacíos de los paquetes y proteger la mercancía.

También en el caso de los papeles para envases, el desarrollo de nuevas soluciones de I+D ha permitido una importante reducción de los gramajes. Y hay que mencionar también iniciativas como la que lleva a cabo el sector cartonero conjuntamente con la distribución para el desarrollo de embalajes listos para la venta, que sustituyen al embalaje de transporte tradicional y hacen a la vez funciones de expositor.

Las aplicaciones del papel en el campo sanitario son muy numerosas. Se puede citar, por ejemplo, el papel de características no citotóxicas para apósitos sanitarios o los papeles para uso hospitalario en camillas, que aseguran la máxima higiene.

Hay también innovaciones para el hogar como el papel higiénico perfumado o el papel de cocina con aroma por ejemplo a limón… O en el campo de los pañuelos, el formato mini, los pañuelos con bálsamo suavizante o los pañuelos perfumados.

Cada español utiliza al año 170 kilos de papel en más de 300 usos relacionados con la educación, la cultura, el arte, la comunicación, el comercio, la higiene y la sanidad, entre otros.

El consumo en España hace 10 años era de 141 kilos por habitante y hace 20 años apenas superaba los 90 kilos por habitante. La convergencia con Europa ha impulsado la comunicación, el comercio, la sanidad, la educación y la cultura, ámbitos en los que el papel está muy presente.

Con productos que por sus características de adaptabilidad al uso, calidad, innovación y comportamiento medioambiental se adaptan en cada momento a la demanda del mercado, el papel se posiciona como el camino al futuro sostenible.

La madera con la que se hace el papel, en España se planta y se cultiva en plantaciones de pino y de eucalipto, que están continuamente regenerándose y replantándose. Por cada tonelada de papel que se fabrica se cultivan y plantan seis nuevos árboles. En España, gracias a la producción papelera, existen y se mantienen 430.000 hectáreas de arbolado de pino y eucalipto, que contribuyen a incrementar nuestros bosques.

En el periodo 2003-2005 (últimos datos disponibles), el 20% del incremento total de carbono fijado en los sumideros forestales españoles se debe a las plantaciones para fabricar papel.

El carbono almacenado en las plantaciones no se libera con la corta del árbol, sino que permanece en los productos papeleros. Un kilo de papel almacena 1,3 kilos de CO2. Y con los sucesivos reciclajes, el plazo de almacenamiento del carbono se va alargando.

La Biblioteca Nacional, por ejemplo, recibe al mes 20 toneladas de publicaciones, lo que significa que cada año 300 toneladas de CO2 que estaban en la atmósfera, pasan a formar parte de la colección de la principal biblioteca española.

En 2008 ya recuperamos y reciclamos el 69% del papel que consumimos (frente al 64% del 2007). En el 2008 se batió un nuevo récord de reciclaje de papel, cerrando el año con 5 millones de toneladas de papel recuperadas y recicladas.

El material del futuro ya está aquí: natural, renovable, reciclable y biodegradable, con más de 300 aplicaciones diferentes en la vida diaria.

Innovación y creatividad: el 30% de los papeles que hoy usamos no existían hace 10 años y el 21% de las ventas del sector en España lo son en productos nuevos y mejorados.

Papeles de alto valor añadido y alta tecnología, con insospechadas aplicaciones: papeles para cromatografía, papel electrotécnico para transformadores de alto voltaje, cartón dieléctrico para motores y dinamos, papeles con aplicaciones de fricción en los frenos y la transmisión en automóviles, papel autocopiativo con microcápsulas de arcilla activa, papeles especiales para la protección de frutas ante las inclemencias del tiempo durante su proceso de crecimiento y cosecha, papel cushion, papel interleaving…

Natural y renovable, contribuye a incrementar nuestros bosques y fija y almacena CO2: un kilo de papel almacena 1,3 kilos de CO2. Nuestra Biblioteca Nacional recibe al mes 20 toneladas de publicaciones, lo que significa que cada año 300 toneladas de CO2 que estaban en la atmósfera, pasan a formar parte de la colección de la principal biblioteca española.

El material que más se recicla: Ya recuperamos y reciclamos el 69% del papel que se consume en España.

El papel de las 100 fábricas: Ya superamos en producción de papel al Reino Unido.