La historia de la primera bolsa de patatas fritas reciclable en recogida domiciliaria
A principios de este año, The British Crisp Co. lanzó la primera bolsa de patatas fritas completamente reciclable a través de los sistemas de recogida establecidos. Este envase, galardonado por su innovación, es el resultado de una colaboración entre EvoPak, fabricante de embalajes flexibles sostenibles a base de papel; Aquapak, desarrollador de Hydropol; Nissha, proveedor de papel; y Mica, expertos en imprimaciones y recubrimientos. La investigación y desarrollo para crear Hydropol se ha extendido por más de diez años, mientras que la adaptación del envase y las pruebas se han llevado a cabo durante cuatro años.
Hydropol permite sustituir los plásticos convencionales en el envasado, manteniendo las propiedades necesarias para la conservación del producto y facilitando su reciclabilidad. Esto reduce la contaminación por plástico y contribuye a la economía circular. En el caso de la nueva bolsa de patatas fritas, los consumidores pueden desecharla en su contenedor de reciclaje de papel junto con otros residuos reciclables, evitando así la necesidad de devolverlas a los supermercados, donde muchas terminan en vertederos o incineradas en lugar de ser recicladas.


Hydropol mejora la funcionalidad del papel, proporcionando una barrera efectiva contra el oxígeno y facilitando el uso del material en las líneas de envasado. Para lograr la barrera contra la humedad, se utilizó Hydropol en combinación con papel metalizado de Nissha. Además, la aplicación de imprimaciones de MICA Corporation aseguró la adhesión entre las capas del material, garantizando la integridad del envase.
La estructura del nuevo envase emplea papel virgen recubierto con aluminio depositado por vapor, con un grosor de solo 30 nanómetros (inferior al de un cabello humano). Esta combinación permite que el material cumpla con los estándares de reciclabilidad, manteniendo al mismo tiempo una tasa de transmisión de vapor de agua (WVTR) adecuada para conservar la frescura del producto durante un período de hasta seis meses. Además, se ha desarrollado una versión sin metalizado apta para productos como chocolates y confitería.

El uso de Hydropol aporta al papel una resistencia comparable o superior a la de los plásticos convencionales, permitiendo su uso en líneas de envasado existentes con un ajuste mínimo en la maquinaria. En las máquinas de envasado horizontal, Hydropol se adapta a los sistemas de cierre por sello fin. En las máquinas verticales, donde se usa un sello por solape, podría requerirse un mínimo ajuste en la formación del envase.
Las pruebas realizadas han demostrado que Hydropol permite una recuperación de fibra superior al 95% durante el proceso de reciclaje. A diferencia de soluciones tradicionales como los recubrimientos de polietileno de baja densidad (LDPE) y la laminación con aluminio, que generan residuos plásticos problemáticos y atrapan fibras de papel valiosas, Hydropol optimiza la recuperación de materia prima sin afectar la calidad del reciclaje.
Esta innovación marca un avance significativo en el sector del embalaje alimentario, ofreciendo una solución reciclable y funcional que podría reducir significativamente la generación de residuos plásticos en la industria de los aperitivos.