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El sector renovable aumenta su participación en el PIB en 2020

Redacción ProfesionalesHoy13/12/2021

El sector renovable aumenta su participación en el PIB del 1,01% al 1,05%, en 2020, pese a la caída de la demanda y de los precios. Este es el mensaje que lanza Appa en la presentación del estudio sobre “el impacto macroeconómico de las energías renovables”. A lo largo de la exposición, el presidente de Appa renovables, Santiago Gómez Ramos, junto con José María González Moya, director general de la asociación, ponen en común los puntos más importantes de la investigación.

La presentación celebrada en la sede de Enerclub congregó a más de 400 espectadores, de forma física o virtual, donde ambos ponentes estuvieron acompañados por el presidente de la entidad Arcadio Gutiérrez.

El estudio ofrece una visión del año 2020 y aunque, “puede parecer que ha pasado mucho tiempo, consideramos que merece la pena tener todos los datos para mantener la rigurosidad que un estudio de esta trascendencia merece”, afirma Gómez Ramos.

Caída de la demanda
La pandemia marca el transcurso de la economía durante el año 2020, algo de lo que las empresas renovables no se han visto exentas. Sin embargo, durante los meses más duros del confinamiento la producción de energía renovable alcanza cifras récord en la cobertura de la demanda. “Los operadores estuvieron al pie del cañón”, dice Santiago Gómez Ramos. Si bien es cierto que en marzo y abril la demanda de energía cae hasta un 20%, el presidente de Appa explica que, “se alcanzaron récords en la penetración de renovables muchas veces por encima del 80%. Lo cual es una demostración de que el sistema es posible y puede existir”.

La caída de la demanda energética es una situación global, aunque sí es cierto que se ve mucho más acentuada en España que en el resto del mundo. Mientras que a nivel mundial esta caída es de un 4% en el consumo energético, en Europa alcanza el 8% y en España supera el 13%. “Es evidente que hemos sufrido más en primera persona que la media de la unión y mucho más que la media global”, dice José María González.

Dependencia energética y electrificación
Durante este periodo también se observa un descenso en la dependencia energética ligado a esa reducción en el consumo de petróleo y otras fuentes de origen fósil, que componen la mayor parte de nuestras importaciones. La dependencia se reduce un 5,2% con respecto al año 2019. A nivel europeo también hay una caída, sin embargo, no tan abrupta como la nuestra ya que el Covid no golpea el continente con tanta fuerza. Según el director general de Appa, “esta dependencia es la que debemos atajar y es la que en parte fundamental resulta culpable de lo que estamos viviendo en estos mercados energéticos en los que hablamos de los precios. Un precio influenciado por las subidas del gas y que es fruto de la dependencia de terceros países. En cualquier caso, esta reducción es algo coyuntural ojalá fuera estructural y fuéramos capaces de reducir la dependencia energética pero mucho nos tememos y ya lo estamos adelantando este 2021, que vamos a recuperar tasas anteriores”.

Durante el 2020 el consumo eléctrico como vector de abastecimiento para los usos finales alcanza el 25%. Para José María González, “ahí es donde debemos avanzar eliminar del cuadro la parte que se refiere a productos petrolíferos incluso el gas natural. Luego vemos como en materia renovable sacamos del consumo eléctrico prácticamente la mitad, el 44%”. La electrificación como medio para la descarbonización es uno de los elementos fundamentales para el éxito de los planes de transición ecológica marcados por la Unión Europea.

González Moya añade: “De ese 44% tenemos que llegar al año 2030 con un 74% como mínimo. En nuestra opinión creemos que podríamos llegar un poquito más allá, pero tenemos que dar pasos decididos para ello”. Además, en el año 2050 este porcentaje debe alcanzar el 100% como dicta la ley de cambio climático (7/2021 del 20 de mayo).

Durante el año, España supera holgadamente los objetivos en consumo de renovables y alcanza un 20,9%, por encima del objetivo marcado del 20%. Sin embargo, para Josemaría González esto es, “una muy buena noticia derivada de una muy mala noticia”, ya que este aumento en el consumo de renovables se da gracias al fuerte descenso en el consumo general. “No es cuestión de sacar pecho por esto”, añade el director general de Appa.

Si analizamos las fuentes de generación eléctrica, la energía nuclear se sitúa como la principal algo que no cambia desde el año 2013. En materias renovables, la energía eólica aporta el 21,6%, otras como la hidráulica y las solares (fotovoltaica y térmica) suman un 19,8%. “En general esto es lo que tiene que cambiar en los próximos años en los que está previsto que desaparezca parte de la producción nuclear. De aquí a 2030 se van a desmantelar 4000 MW si no cambia nada, aunque hay mucho debate en España parece que no cabe duda sobre ello. Tiene que desaparecer el uso de los combustibles fósiles en generación, pero sobre todo el uso del carbón. Todavía el año pasado el 2% de la electricidad a nivel nacional provenía de esta fuente”, señala José María González.

Caída de precios y desabastecimiento.
Paradójicamente, durante los meses más duros del confinamiento el precio del megavatio/hora se desploma hasta llegar a los 17 euros a causa de la bajada de la demanda y de los bajos costes de generación con energías fósiles. “Está bien que recordemos esto ahora que la situación es la contraria, en aquel momento nadie se acordó de las energías renovables que ingresaban cada vez menos”, dice Santiago Gómez.

Por si fuera poco, al igual que en todos los sectores ya en el 2020 desde el sector de las renovables se detectan problemas en la cadena de suministros. “Sufrimos una cierta ralentización en la tramitación de proyecto que yo creo hemos visto más después, a lo largo del presente año”, explica Gómez.

Sobre la situación de las materias primas y los problemas de abastecimiento el presidente de Appa afirma que «el parón y el arranque (por la pandemia) han producido desequilibrios en los mercados que sufrimos con altos costes de las materias primas, y la energía es una más. Este desajuste ha producido problemas de suministro en las empresas de renovables que impactan a la construcción y desarrollo de algunos de los proyectos, pero consideramos que esta es una situación coyuntural. El sistema se volverá a ajustar y estaremos en una velocidad de crecimiento natural”. Una situación que se da en un momento clave para el sector, que experimenta un incremento de la inversión desde todos los agentes de la económicos y que constituye una pieza fundamental en la transición ecológica impulsada por la Unión.

El presidente de Appa ha querido destacar que, “estamos en un momento complicado por los altos precios y esto impacta en la economía y la factura para el consumidor, pero hay que entender cuál es la situación y no se pueden dar señales de intervención que desincentivan y confunden. Necesitamos un sector sólido de largo plazo y los vaivenes o realidades de intervención no favorecen a la inversión a largo plazo si no a los oportunistas que buscan rentabilidad a corto plazo y luego trasladan estas inversiones. Hay que dar señales de confianza de largo plazo y estabilidad, desde Appa nos ofrecemos a colaborar y buscar soluciones para salir de esta situación coyuntural y así se lo hemos transmitido al gobierno.”

Datos de potencia instalada
Los datos con respecto a la potencia instalada a nivel global parecen prometedores. A lo largo del año, “el 80% de la nueva potencia que se instaló en el mundo fue de energías renovables especialmente solar fotovoltaica y eólica”, dice Santiago Gómez. “El año pasado fueron 4503 MW renovables los que se incorporaron al sistema eléctrico, si añadieras lo que hicimos en autoconsumo estaríamos hablando de algo más de 5120 megavatios. En materia de autoconsumo entre 2019 y 2020 hemos crecido cerca del 55% para este año 2021 andaremos cerca de los 800 casi 900 MW de autoconsumo y es más que probable que superemos los 1000 MW en estas instalaciones en el año 2021”, dice el director general de Appa.

Pese a las buenas cifras en implantación de potencia renovable en el mundo, las energías fósiles siguen siendo las más utilizadas, el 82,2%, frente a tan solo el 12,6% de energías limpias. Estas cifras mejoran en lo que a generación verde se refiere si nos fijamos en Europa, donde el consumo de renovables se incrementa un 7,1% mientras que el uso del carbón desciende casi un 20% a lo largo del año.

Evaluación macroeconómica
Por otra parte, el presidente de Appa destaca el papel de las energías renovables en su aportación al PIB del país. “Es cierto que en valor absoluto es una menor contribución, pero en valores relativos contribuimos más al PIB que en años anteriores. Esta situación se da debido a que la caída en la economía española durante el 2020 es del 11% aproximadamente, mientras que la de las renovables se mantiene en el 7%”, es decir, la bajada del PIB nacional fue más grande que la caída de las renovables. “La reducción del precio de mercado influye en la aportación de riqueza porque las compañías al ingresar menos aportan menos a la economía nacional”, explica José María González.

En términos de empleo, durante el año el sector redujo los empleos un 2,3%. Para González esto se debe, “al efecto arrastre, el empleo directo se ha mantenido, sin embargo, en otras actividades se ha reducido bastante”. Es decir, los puestos de trabajo generados a raíz de la actividad indirecta del sector (construcción de parques eólicos, por ejemplo) se detienen abruptamente a causa de la pandemia. Tanto es así que, “si en 2020 pusimos en marcha 4000 megavatios, veníamos de un 2019 en el que instalamos 7000”, apunta el director general de Appa, para quien “prácticamente todas las tecnologías han perdido empleo, solo una lo incrementa: la solar fotovoltaica. Un crecimiento asociado tanto a la creación de instalación de nueva potencia … como a la materia de autoconsumo”.

Balanza comercial
El estudio analiza la balanza comercial de la economía española y muestra como en el año 2020 el país exporta mucho más de lo que importa, 1.106 millones de euros en total. Sin embargo, como indica González Moya, “al tener que importar energía nos comemos la balanza comercial. Importamos 27.000 millones de materias primas, sobre todo gas y petróleo. También es cierto que tenemos una gran capacidad de exportar energía, de esos 27.000 millones, una vez transformados, fuimos capaces de exportar 12.000 millones. Con lo cual, la balanza energética se nos queda en negativo con 14.000 millones”. En total el balance final indica pérdidas de unos 13.000 millones a causa de la necesidad de traer energía del exterior.

El papel de las renovables en la balanza comercial se ve mermado a lo largo del 2020 debido a la reducción de los impuestos y a la caída en los precios. Además, el sector recibe 16 millones de euros en subvenciones a lo largo del año. Para José María González, “esto en 2021 va a cambiar, dentro del plan de recuperación, innovación, transformación y resiliencia está contemplado un nivel de subvenciones muy alto, por ejemplo, para instalaciones renovables en régimen de autoconsumo. Si el año 2020 fueron 16 millones el siguiente no va a ser menos”. Pese a esta subida, la balanza fiscal de las propias renovables sigue siendo positiva, “y así va a seguir siendo, aunque aumente el nivel de subvenciones no lo haría lo suficiente para ser lo contrario”, dice González.

Inversión en I+D+i
Otro de los aspectos importantes en las energías renovables es su gran inversión en Investigación, desarrollo e innovación(I+D+i). Un 2,81% es la parte del PIB destinada a I+D+i por las empresas renovables. Para el director de Appa: “El sector renovable es doblemente innovador comparado con el resto de la economía española. Es algo para presumir creemos nosotros. Es un sector de futuro e innovador en todos sus procesos”.

Ahorro
Las energías renovables también tienen impacto en la importación de energía. Para calcular hasta qué punto estas influyen en nuestro mercado energético, “el estudio cuantifica cuánto nos ahorraron las renovables el año pasado. En 2020 nos ahorraron un 6% más que el año anterior estamos hablando de 30 millones de toneladas aproximadamente. Para ello calculamos los ahorros derivados de importar combustibles fósiles y vemos que el impacto económico es muy fuerte estamos hablando de que en términos de energía hemos ahorrado un 30% más, pero en términos económicos es un 30% menos”, a causa de la caída de los precios, explica González. Además, según el director general de Appa “se ha incrementado el ahorro derivado de la compra de derechos de emisión. Sin toda esa generación habría sido necesario comprar derechos de emisión. Hemos incrementado el ahorro y el precio de la tonelada ha estado prácticamente igual, aunque se redujo muy ligeramente”.

Otro de los aportes fundamentales de las instalaciones renovables es la reducción de los precios de consumo eléctrico. Según el estudio, el ahorro por cada MW/h obtenido en el mercado es de 13,79 euros. Un ahorro que, “se ha reducido respecto a otros años al ser este un año diferencial en el que el mercado está muy contenido”, afirma González Moya. Esta reducción de precios supone un total de 3263 millones de euros.

“De no haber estado las renovables el mercado nos hubiera costado 3000 millones más”

Periodos regulatorios
El estudio también se centra en la retribución específica que reciben las renovables que se han reducido un poco con respecto a 2019. Los resultados obtenidos desde el año 2013 muestran una simetría en periodos de 3 años. Como explica José Luis González, “estos son los famosos periodos regulatorios y en 2020 da inicio un nuevo semiperiodo de esta clase. En el nuevo periodo de 6 años (en el que se enmarca el semiperiodo anteriormente mencionado) se ha reducido la retribución porque algunas centrales dejan de recibir estímulos a la inversión. Esto se debe a que ya han alcanzado el nivel de rentabilidad que exige la ley o han llegado al final de sus vidas útiles, pero también a que en el anterior periodo regulatorio el precio estuvo un poquito por encima de lo que se esperaba y ahora se regula esta subida. Vamos a ver como 2021 será muy similar a este año y esperemos que 2022 también”. En total el sector ha recibido 5.200 millones de euros en primas durante el año 2020.

Sin embargo, los ahorros generados superan a los costes que suponen las retribuciones al sector. Para González “netamente es un buen negocio para el país”.

Producción de energía eléctrica
Pese a que a producción de energía eléctrica en su conjunto reduce su nivel de generación un 5%, la aportación de las fuentes renovables aumenta un 13%. En el año 2020 el 44% de la energía eléctrica proviene de fuentes verdes. Las renovables encabezadas por la producción eólica, hidráulica y los ciclos combinados miran de reojo la energía solar fotovoltaica, que se coloca en cuarta posición. “Esta última es una de las que está llamada a incrementar su presencia. Si tenemos en cuenta la potencia instalada de autoconsumo (fotovoltaico) algo más de 1500 kilovatios estaría ya muy cerca de la energía hidráulica. Yo creo que el año que viene probablemente la fotovoltaica llegue a ser la tercera”, dice el director general de Appa.

Costes
El estudio analiza el coste bruto que supone el sistema eléctrico español, “lo que le pagamos a los diferentes agentes organismos o mercados por tener electricidad en nuestros hogares e industrias”, explica González. El coste total es de 26.278 millones de euros, una cifra que se reduce con respecto al 2019 (30.800 millones). Una reducción considerable que denota las bajadas en el precio del MW/h. Estos costes se reparten entre, “primero el mercado diario que se lleva el 32%, algo que el año que viene va a cambiar bastante; la segunda partida es el coste de redes de transporte y distribución, con un 26%; y en tercera posición en el ranking de costes están las primas de retribución de las energías renovables que representan el 20%”.

«Normalmente los costes de energía suelen rondar los 12.000 millones anuales y este año se han reducido hasta los 9.000 millones, en términos porcentuales esto produce un cambio significativo. Normalmente la relación entre costes regulados y energéticos se sitúa en un sesenta/cuarenta, más cerca del 50/50. En 2020 el peso de los costes regulados ha sido del 66% respecto al 24% de la energía. Esto va a cambiar en 2021 radicalmente, va a pasar todo lo contrario, se van a incrementar los costes de energía porque estamos pagando mucho vía mercado”, sentencia González Moya.

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